Ha concluido la licenciatura en Arquitectura en la Universidad Anáhuac de Querétaro y frente a ella hay un millón de posibilidades... aunque primero se tomó unas merecidas vacaciones.
Thamara Sigler narra, con su propia voz, la escapada romántica que vivió junto con su esposo, Gerardo Sánchez, en el hotel boutique Santiurde de Real del Monte.
Creció viendo a su papá trabajar entre restiradores y lápices, en medio de planos y dibujos. Desde ese momento comenzó su interés por la arquitectura, cuando su atención la capturó la famosa regla T.
Convertido en un referente de la arquitectura, no disimula su personalidad, como tampoco esconde los materiales en sus obras; para él, son bellos en sí mismos.