Así fue el proceso de autodescubrimiento de Arlan Cruz

SOCIEDAD HIDALGO

Hoy se siente pleno, sin ataduras o definiciones.

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Arlan Cruz / Foto: Ana Arriaga

Multifacético, camaleónico, Arlan se define como un ser libre, consciente de quién es. “Estoy a gusto conmigo, con mi mente, con mi cuerpo, con lo que pienso, con lo que vivo y con lo que quiero ser”, afirma. 

Nacido el 10 de diciembre de 1985, en Pachuca, Hidalgo, comenzó su educación profesional en la UNID campus Hidalgo, para posteriormente estudiar la maestría en Relaciones Públicas y Agencias de Comunicación en la Universidad Autónoma de Barcelona. 

Su formación le permite desempeñarse como un profesionista integral, desenvolviéndose actualmente como docente en la EBC campus Pachuca, labor que le ha dejado grandes satisfacciones. “Amo ser docente. Agradezco mucho la confianza de mis alumnos, muchos me buscan después de trabajar juntos para pedirme consejos y seguir compartiendo experiencias”. 

También es un emprendedor, ha desarrollado el proyecto Joy Creative Studio, una agencia publicitaria que ha ido evolucionando por más de cinco años y que está por abrir sus primeras oficinas en la torre Plétora. 

Arlan no solo pertenece a la comunidad LGBTIQA+ sino que la lidera desde el activismo con el colectivo Quórum. Esta inquietud nació en él después de tener la oportunidad de vivir en Estados Unidos y Barcelona, en donde se dio cuenta de los contrastes que existen en cuanto a la libertad de las personas. 

“No lograba entender por qué allá no hay ningún problema por mostrar tu orientación o identidad y por qué aquí en México no se puede”, comenta. En este cuestionamiento, encontró una razón para volver a su país y trabajar para generar un cambio. 

Desde su perspectiva, cada vez resulta más sencillo el proceso de aceptación de identidad o preferencia de una persona, sin embargo el camino por recorrer aún es largo. “Todavía hoy se experimenta una violencia interiorizada debido a las expectativas de género que viven los papás y esto hace que te comportes de una manera distinta a la que eres. Debemos empezar por entender que ser gay, lesbiana, travesti, transexual… puede ser no común de ver, pero no es anormal”, asegura. 

Arlan resalta la importancia de visibilizar a la comunidad, para que pueda expresarse libremente y perder el miedo a salir del closet. “Mi experiencia estuvo relacionada con una ruptura amorosa. Tenía como 21 años y me di cuenta que no tenía a nadie más que a mi familia, así que dije: tengo que hablar con mis padres y decirles las cosas como son. 

"Aunque fue porque me rompieron el corazón, también está esa parte de no aislarnos; porque si me sucede algo, ¿qué va a pasar? ¿Qué pasa en un caso de alguna enfermedad o un tema de violencia? Tu familia debe de saber por qué fue”. 

 Se considera una persona afortunada, ya que, aunque tuvo que vivir algunas experiencias difíciles en su proceso de aceptación, hoy se vive como un ser libre y pleno. “La preparatoria fue una etapa muy complicada; yo no me aceptaba más que las otras personas y vivía una lucha de identidades. 

“Fui víctima de bullying. Me correteaban para insultarme. La universidad fue un proceso más libre, tuve grandes amigas y aliados que me ayudaron a salir de closet con mi familia y desde entonces todo ha sido un proceso de crecimiento”, revela. 

En su definición como persona no suele encasillarse por sus preferencias o su profesión; se concibe como un humano integral que es hijo, hermano, nieto, profesionista, emprendedor, servidor público, activista, amigo. 

EN EL SHOOTING

Arlan portó dos piezas exclusivas Cometa de la colección Meta-Morfe FW20 del diseñador hidalguense Iván Ávalos.

“El tema no es a qué te dedicas, si no qué haces con tu tiempo. Creo que es un error que las personas se definan por lo que hacen; todos en algún momento somos activistas, empresarios… hoy en día Arlan es un mix de diferentes vivencias que ha pasado durante 35 años”. 

Su perspectiva del amor se ha ajustado mediante su experiencia y evolución. “De pequeño visualizaba mi familia con la casita, mamá, papá, hijos, el perro, aunque sabía mi orientación sexual; vivía una homofobia interiorizada que me limitaba.

“Cuando acepté mi preferencia y tuve la oportunidad de salir y descubrir el mundo, me di cuenta que hay muchas cosas por conocer”, comparte. “Yo sí soy un romántico empedernido, amante a la antigua. Creo en el matrimonio; tal vez me gustaría tener hijos, pero también creo en que no puedes limitar la libertad de las personas”. 

Aunque no lo ha vivido todo, sabe que el amor se expresa en distintas formas, aún en relaciones abiertas o poliamorosas. Pueden funcionar, todo radica en la libertad de experimentar de manera responsable. Arlan, más que creer en el matrimonio, cree en la lealtad. “Soy una persona que cree que, como pareja, debes impulsar a tu compañero y también buscar a alguien que te impulse”, dice. 

Para él, la orientación sexual solo es una mínima parte de lo que debemos saber sobre las poblaciones. “Todos pagamos impuestos, nuestro dinero vale lo mismo; nadie nos puede discriminar por que la discriminación es un delito. Necesitamos más voces, lo único importante es respetarnos. ¡Levanten la voz! Ser LGBTIQA+ no es una moda”, invita.


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