Yos Paredes, activista y feminista en Puebla

Sociedad Puebla

Comparte su participación en la lucha por los derechos de las mujeres, así como los problemas a los que se ha enfrentado en México y el extranjero.

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“El ser mujer es, sin duda, sinónimo de unión, fuerza, pasión y mucho orgullo”. Yos Paredes (Fotos: Manuel Salgado)

Las mujeres pertenecientes a determinados grupos no solo sufren discriminación por el hecho de ser mujeres, también pueden vivirla por su raza, origen étnico, religión, incapacidad, edad, clase u otros factores. Siendo una mujer migrante y mexicana en un país europeo, Yos Paredes ha vivido y sido testigo de este tipo de desigualdad sistémica, es por esto que se ha dado a la tarea de luchar por los derechos femeninos en las sociedades que aún siguen siendo dominadas por los hombres.

Para ti, ¿qué significa ser mujer?

Significa representar a todas aquellas que han tenido que luchar, combatir y pelear por sus espacios; por lograr que se nos reconozca como personas. Ser mujer, sin duda, es una condición digna de orgullo, sobre todo por desafiar lo que la sociedad nos ha impuesto y continua vigente en muchas culturas. Poco a poco esto, está cambiando; hoy vemos a mujeres en puestos en los que anteriormente ni siquiera pensábamos que se podían alcanzar, como empresarias, astronautas, escritoras, doctoras, políticas. El ser mujer es sinónimo de unión, fuerza, pasión y mucho orgullo.



¿Cuál ha sido la dificultad más grande que se te ha presentado por ser mujer?, ¿De qué forma la superaste?

Han sido muchas, desde el hecho de estar sola en una calle repleta de hombres en un país desconocido, como me ocurrió en Egipto, en el cual las mujeres son observadas constantemente, sobre todo si eres extranjera. Sin embargo, creo que la dificultad más grande siempre ha sido en el aspecto laboral, ya que la credibilidad de las mujeres tiende a ponerse a prueba. Nos obligan a transparentar y justificar nuestras acciones hasta tres veces más. La confianza en mí misma es clave en estos momentos; el creerme y saberme suficiente, así como contar con una red de aliadas que me reconocen y me impulsan. Esto último siempre es importante.

¿De qué manera comenzaste a interesarte por el movimiento feminista?

Desde hace cuatro años vivo en Alemania. Esto ha sido un parte aguas en mi vida, ya que he tenido la oportunidad de trabajar con grupos multiculturales y entender un poco más sobre la interseccionalidad. Me di cuenta de que, como mujer, hay tantas conductas que hemos interiorizado, así como otras que representan un reto hoy en día, sobre todo al vivir en un sistema capitalista. Por ejemplo, en Alemania, el hombre migrante es incluido por la fuerza que representa para la industria. Poco a poco identifiqué las limitaciones que yo, como mujer y migrante, tenía. Venir de un país latinoamericano puede parecer una ventaja, casi un privilegio, sin embargo, también es una dificultad, ya que en Europa las mujeres latinas son sexualizadas. Comencé a adentrarme en la lucha feminista porque busco reivindicar el derecho de las mujeres a vivir, sobre todo, con dignidad y libres del miedo a ser víctimas de las violencias machistas. Me parece que una comienza a ser feminista a partir de su propia historia, la mía inició siendo una mujer migrante regular en Europa.



Has visitado varios países, ¿en qué manera se compara la situación de las mujeres en esos lugares con la que se vive en México?

No importa si te encuentres en la India, Alemania o Egipto, el sistema patriarcal continúa siendo el mismo y busca oprimir los derechos de las mujeres, lo único que cambia es la forma en que lo hace. Los derechos de las mujeres siguen siendo oprimidos, no todas pueden alcanzar la libertad a la que aspiramos. En México, la realidad es cruel, ya que 11 mujeres son asesinadas cada día, esto sin contar la cifra negra; en Egipto, en un día, 55 mujeres son violadas; en Tailandia, la prostitución representa 3 por ciento del PIB, con más de 300 mil mujeres en las calles, y, en Alemania, las mujeres trans son hostigadas y violentadas por el ciberacoso.


¿Qué lectura recomiendas para inspirar a las demás a conocer e informarse sobre este tema?

Creo que la obra de Esther Vivas es un referente importante, sobre todo sus trabajos Mujer Invisible y Mamá Desobediente.

¿Cuál crees que sea el futuro del movimiento feminista?

México es un referente para el feminismo, ya que las que participamos en el movimiento nos unimos en lo urgente. ¡Nos están matando! Más vale permanecer juntas. A pesar de eso, veo un buen panorama para la lucha de los derechos de la mujer en México. Cada vez se van abriendo más espacios, no solo de representación, sino también de participación, en los que sobresalen mujeres líderes, congruentes y valientes.


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  • Víctor T. Ustaran