En esta vida nada es casualidad, aunque a veces las cosas lleguen a nosotros de manera inesperada. Sky sabe de ello ya que, cuando era adolescente, al buscar un juego de mesa en casa encontró un mazo de tarot que era de su mamá: “Lo primero que pensé fue que mi mamá era bruja o algo por el estilo”, comenta el astrólogo, “pero después me confesó que no sabía leerlo. Me lo regaló pidiéndome que lo usara con madurez y respeto”.
Desde sus comienzos en el tarot tuvo la suerte de contar con grandes maestros de vida que le inculcaron sabiduría. Hoy después de 15 años continúa ayudando a la gente con amor y consejo.
A pesar de que se ve al tarot como una especie de oráculo, Sky busca dar mensajes acerca del presente de cada persona. La gente llega preguntando por el futuro, pero él se encarga de acomodar sus preguntas para obtener una respuesta que permita la evolución personal: “El futuro no se debe esperar, se debe de trabajar y accionar. Debemos ser responsables de nuestros actos, estos marcan nuestro destino. Al hablarles del presente y recordarles que tienen libre albedrío, los ayudo a mejorar, a trabajar sobre ellos mismos y a que se vuelvan responsables de manera madura y disciplinada. Soy muy directo, transparente. Me gusta decir las cosas sin adornarlas porque así las personas se dan cuenta de qué aspectos de sus vidas necesitan trabajar. Al final del día es gratificante, y no puedo evitar sentirme satisfecho y agradecido ante los cambios que veo”.
Sky también es psicólogo, por lo que conoce los arquetipos que hay detrás de las cartas, así como la manera en la que se manifiesta el inconsciente durante las sesiones. Por ello, comenta que recurrir a las artes esotéricas para conocer el futuro es un grave error.
El astrólogo nos comenta que el tarot fue inventado como un espejo del alma y del presente, el cual refleja nuestras fortalezas, pero también las debilidades que escondemos: “Por eso las personas tienden a tomarlo como una especie de charlatanería, porque les incomoda escuchar la verdad. El ego es peligroso; nubla nuestra visión con respecto a lo que tenemos que trabajar”.
Al preguntarle si el tarot es para todos, Sky respondió que sí… y que no: “No digo que solo unos cuantos lo puedan practicar; al contrario: todos podemos estudiarlo y leerlo pero llega a suceder que te encuentras con alguien que no quiere despertar su consciencia. Ellos son los que se encuentran dominados por el ego, y no están listos para el cambio que les presentan las cartas”.
El trabajo de Sky se encuentra en un punto medio entre la psicología y el tarot; mezcla lo hermoso del esoterismo con el objetivo de ayudar a las personas a mejorar día con día: “En el sentido terapéutico yo hago psicotarot”, añade.
Para quienes quieran aprender a leer las cartas, Sky recomienda que tengan un gusto por el dogma, mucha creatividad y un don de la comunicación. “No hay que olvidar que se debe estudiar mucho; es mucha teoría, no basta con un manual de tarot. Son muchos libros, demasiados, especialmente aquellos sobre la ciencia del mundo. Un buen tarotísta debe hablar y conocer de todo, así como tener mucha experiencia. Eso es esencial en el tarot: empirismo en la vida y conocimiento de la cultura general”.
Sky no está seguro de romper tabús, pero sí de que, al ser directo y hablar con la verdad, ha ayudado a muchas personas y ha dado a conocer sus experiencias de vida.
“No me veo como un coach, ni mucho menos como un motivador; lo que busco es ayudarlos a ser la mejor versión de ellos mismos, pero que se den cuenta por sí solos. No me gusta hablar de cosas banales, yo hablo la verdad del tarot. Para eso fue inventado, para ser un espejo que presente al consultante. Agrego motivación, pero no con magia, sino con cachetadas de amor”, finaliza riendo.