Pam Olin responde las grandes preguntas del corazón

SOCIEDAD HIDALGO

En esta etapa de su vida, se divide entre dos de sus más grandes amores: su pequeña hija Camila y su carrera.

COMPARTE ESTA NOTA
Pamela Olin / Foto: Carlos Dayan Aparicio.

A Pam le gusta mucho leer frases y reflexiones de distintos autores, pero también las escribe. “Alimentan el alma y el ser”, asegura. Con la intención de obtener un acervo de frases sobre el amor, la especialista en terapia de pareja responde las preguntas trascendentales:

¿Qué es el amor? 

Es lo que nos motiva diariamente. Es el motor que nos impulsa a despertarnos diariamente; desde que te levantas piensas qué vas a hacer, tu plan del día, y es porque tienes amor por algo o alguien. Es lo que nos mueve a todos. ¿Cómo se expresa el amor? Depende. Hay diferentes tipos de amor, por la familia, por los hijos, por los amigos. Pero un amor que es muy importante y que motiva muchísimo es el amor de pareja. Te hace de alguna forma despertar todos tus sentidos.

 ¿Cómo le demuestras a una persona que la quieres? 

¿Cómo esa persona se siente querida? Es por los actos que hacemos hacia esa persona. Cuando tú proteges, procuras, de esa forma estás demostrando que quieres a alguien; cuando tienes empatía, cuando piensas en el otro… amar es demostrarle a la persona que cuenta contigo y que tiene un apoyo en ti. 

¿Es necesario tener una pareja para ser feliz? 

La pareja es un complemento que te hace ser muy feliz, pero hay que saberse querer primero uno mismo. Hay personas que ya nacen con ese don de saber quererse y querer a los demás, pero yo creo que se va aprendiendo. Cuando tú aprendes a ser feliz contigo, aprendes a querer al otro. Cuando tú no te quieres te reflejas en el otro, para que esa persona te llene los vacíos que tienes dentro. 

Cuando te quieres, y te sientes completo contigo mismo, ya no buscas eso. Es cuando empieza a surgir en ti la empatía, el procurar al otro, el cuidar del otro. Puedes entender también lo que esa persona está pasando, porque te ves como ser humano y aprendes a ver al otro como ser humano. Es tan elemental, que si bien, una pareja es de dos, por lo menos uno de los dos esté sano emocionalmente; porque si uno de los dos está sano, es muy posible que la relación salga a flote. Lo ideal sería que los dos estuvieran emocionalmente sanos, pero tenemos que estar conscientes de que vivimos en un mundo enfermo de sus emociones.

¿Cómo sabemos que somos sanos emocionalmente? 

Se siente. Una persona que no está conectada con sus emociones no le hace tanto caso a su cuerpo. La persona que está conectada con sus emociones está conectada a su cuerpo. Lo siente y hace caso a lo que siente, siempre inteligentemente, con equilibrio. Una persona que no está conectada con sus emociones normalmente se deja llevar por sus impulsos; no identifica lo que siente y no confía en lo que siente, duda todo el tiempo de ella misma. Por el contrario, una persona que sí está conectada sabe que lo que siente es correcto, tiene confianza en sí mismo. 

Pero también hay quien piensa que está bien y quienes lo rodean tienen una perspectiva diferente… 

Hay una frase que dice: “Todos podemos ser inconscientes del bien que hacemos, pero nadie puede ser inconsciente del mal que hace”. Es decir: tu cuerpo te lo dice. Tú como ser humano sabes cuándo actuaste mal y cuándo actuaste bien, sin meternos en juicios de valor. Al conocerme yo y saber quién soy, también reconozco que no conozco al otro, que el otro se conoce a sí mismo, que yo no puedo emitir juicios de otro, porque no lo conozco. Yo me limito a conocerme a mí misma, la otra persona dirá si está bien o mal lo que hizo, porque se conoce. Yo entonces me reconozco como humano, limitado en la verdad. 

¿Todas las relaciones deben basarse en el amor? 

Depende de lo que tú busques y quieras. Lo único que tienes que tener claro es en qué estás. Cuando una relación se basa en la conveniencia, si a las dos personas les funciona es válido. Pero ya no sería amor, sería un intercambio, una negociación, una transacción. El problema está en una relación en la que ambos no están sanos emocionalmente, porque empiezan a buscar que la otra persona llene los vacíos; piensan que se quieren, pero de una forma enfermiza. 

Paradójicamente, cuando tú estás bien emocionalmente y te encargas de ti realmente, es cuando vas a ser feliz con el otro. Cuando yo dependo de ti para vivir, ya no te quiero, te necesito, si tú te vas aquí mi vida se para. Pero si tú te vas y mi vida continúa, entonces no te necesito, te quiero, y quiero que estés conmigo. 

¿Por qué son tan complicadas las relaciones humanas?

Las hacemos complicadas. La vida es muy simple, lo difícil es ser simple. No queremos ser simples, queremos reformar al otro, porque no nos hemos encontrado a nosotros mismos. Cuando yo ya me encontré, y ya me siento completo, es cuando yo te puedo ayudar a ti, si es que te quiero. Yo ya veo tus debilidades, y lejos de aprovecharme de ellas, ayudo a que tú te fortalezcas.

¿Cómo puedes ayudar a tu pareja a ser mejor sin que se sienta ofendido (a)?

Cuando tú quieres a una persona la quieres como es. Ese es el amor: yo te quiero como eres, aún con tus defectos. El ayudarle con sus debilidades no es porque me afecte a mí, es porque eso te hace sufrir y te quiero ayudar. Si los dos nos sentimos bien es muy complicado que nos conflictuemos, es cuando yo puedo vivir un amor bonito, cuando ya llegué a la cúspide de ese entendimiento emocional.

LOVE FACT

Este mes del amor, Pam lanzará la primera edición de su taller Amor de Cuento o sin Tanto Cuento, enfocado en las mujeres, quienes “son pieza elemental en la relación de pareja”, asegura. La cita es el próximo jueves 18 a través de ZOOM.



Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
  • Elliott Ruiz