Para Karen ser mamá ha sido la aventura más grande y divertida de su vida, con dos hijas, Constanza de 11 años y Georgina de 8, está lista para la siguiente aventura, en junio llega a su hogar su príncipe, el varón que toda la familia deseaba.
En estos 11 años han vivido infinidad de anécdotas, la que más recuerda fue cuando vio la emoción de sus hijas cuando supieron de su hermanito, ya que era un sueño que tenían por muchos años y saber que serán las hermanas mayores las llenó de orgullo, además les dieron la noticia un día antes de Nochebuena y fue un momento que no olvidarán.
Para Karen, la maternidad ha sido algo maravilloso, con retos, pero con su firmeza y positivismo ha logrado criar a sus hijas junto con su esposo Joaquín Larrañaga en un ambiente de afecto, seguridad y diversión.
“Todo en cuanto a la maternidad es un gran reto; sin embargo, la crianza positiva y afectiva ha sido mi mejor aliado en este camino, mantenerme en esa posición siendo mamá muy joven ha sido complicado, escuchas opiniones y experiencias de muchas personas, pero creo que mantenerte firme en lo que tú crees que es mejor para tus hijos”.
Gracias a sus dos hijas tiene experiencia, sin embargo, siente un poco de nervios al saber que es un mundo totalmente diferente al que está acostumbrada.
“Las niñas están felices y ansiosas por conocer a su hermano, lo pidieron mucho y por fin se les concedió, Joaquín feliz de tener a su compañero en el team niños”.
En cuanto a su embarazo no hubo complicación o algo diferente a los anteriores, nos comenta que el bebé se mueve demasiado y en eso se parece a Georgina. Sabe que con la llegada del nuevo bebé al inicio será un poco difícil, ya que está al frente de su negocio, pero es relajada, deja que todo fluya, tiene mucho apoyo de su familia, lo cual agradece y su esposo, quien está muy presente, se dividen y organizan para que todo salga bien.
Le gustaría que la recuerden como una mamá siempre presente, como alguien en quien pueden confiar cualquier situación, no importa lo que sea, quiere sembrar en ellos confianza, que jamás sientan temor de contarme lo que sea, que sepan que ellos construyen su propio destino.
“Que recuerden que papá y mamá solo somos una guía, pero que ellos tienen la última decisión”. Finalizó.