Hace aproximadamente un año, surgió un personaje muy audaz que logró convertirse, en un abrir y cerrar de ojos, en un influencer reconocido de la gastronomía.
Don Picazo es el alter ego del chef Eduardo Picazo, que se atrevió a experimentar y compartir su amor por la cocina con todo el mundo. Se alejó de la cocina de un restaurante, pero se acercó a la cocina de TikTok.
La historia comienza cuando era pequeño, tenía 12 años cuando comenzó su amor por la cocina: “La primera vez que cociné en mi vida de manera formal fue un 10 de mayo, cociné un lomo de cerdo con salsa de ciruelas para mi mamá; vi la receta en la tele y la aprendí. Le pedí los ingredientes a mi papá, me preguntó si estaba seguro y le contesté que sí”, contó.
Al cocinar para su mamá notó que su amor por la gastronomía crecía cada vez un poco más: “Vi su sonrisa al probar la comida y eso se volvió mi motivación principal: hacer felices a las personas con lo que cocino. Después, probé la adrenalina de una cocina: estar en un servicio a las nueve de la noche y con restaurante lleno, se vuelve adictivo”, recordó.
Sus redes sociales se dieron a conocer gracias a uno de los videos más vistos en su canal: Jueves de 100 pesos. Este video surgió gracias a una idea parecida proveniente de Estados Unidos, solo que Don Picazo decidió cambiar algunos detalles: “Eran 20 dólares de presupuesto (400 pesos) y hacían algo gourmet superelaborado, entonces lo que hice fue tropicalizar el concepto con un presupuesto para México, o sea, 100 pesos y busqué hacer una cocina muy sencilla y al alcance de todos”, comentó.
De esa forma logró conquistar a las personas y, de un momento a otro, sus cifras aumentaron significativamente; hoy cuenta con más de 92 mil seguidores en Instagram y 611.7 mil en TikTok. Además, el mundo gastronómico lo ha llevado a descubrirse a sí mismo, conocer otras culturas y gente nueva, pero lo más valioso ha sido forjar su filosofía y estilo de vida, es decir, todo lo que es él hasta el día de hoy.
Pero estos logros no los habría logrado sin su amigo, camarógrafo y asistente Rocko: “Lo conozco desde que él tenía siete años, por cuestiones de la vida trabajó en mi restaurante. Después, se convirtió en la mano derecha de Don Picazo. Gracias a él se generan muchas de las ideas que ven en sus celulares. ¡Rocko es chido!”, expresó.
Sin embargo, la creación de Don Picazo tuvo etapas complicadas: “Lo más difícil fue entrar a un mundo totalmente desconocido para mí, después aceptar que esto se convertiría en un trabajo y que implicaba muchísima constancia, cariño y dedicación, y luego convertirlo en algo redituable. Afortunadamente, me encanta aprender y eso ha sido una licenciatura de un año en redes sociales”, mencionó.
Incluso, contó que si no fuera chef en este momento, le habría gustado dedicarse a algo relacionado con los medios y la comunicación, como actuación o conducción; o quizás, algo como piloto de carreras, ya que tiene un gran amor por los coches.
Su filosofía de vida se basa en la frase “El que no arriesga no gana”, pues considera que lo más importante es lograr vivir y mantener económicamente su vida, haciendo lo que ama. Cada uno de los momentos por los que ha pasado han transformado su forma de vivir la vida, por ello, mencionó que se encuentra muy agradecido con su pareja, padres y familiares. Incluso, agradece cada uno de sus días, sean estos buenos o malos.
Sin duda, Don Picazo es un personaje que nos seguirá aportando recetas, ideas y distintas formas sencillas para preparar platillos sin dejar de lado la diversión y los sabores.