Alfredo Yela y Ramón Bada basan su vida en el arte

Sociedad Puebla

El arte es una de las formas de expresión más importantes para el ser humano; es la forma de ver el mundo y de apreciar la belleza en los detalles. Ramón Bada y Alfredo Yela son amantes del arte.

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“El diseño es un músculo que hay que se ejercita, lo veo como una herramienta para resolver”. Alfredo Yela (Fotos: @jonathanarroyo.mx)

Ramón Bada, apasionado por la moda y el diseño, comparte su definición de arte: “Es una forma de perdurar a través del tiempo contando historias que provocan emociones provenientes de distintos contextos”, comentó.

Su amor por las artes surge desde la infancia: “Apreciaba la estética o la belleza en cosas que, para los demás, pasaban desapercibidas, como luces, sombras, colores y reflejos. Me interesó la arquitectura, la pintura, la colorimetría, las texturas y, en general, lo que hay detrás del arte, aquello que provoca”, contó.



De igual forma, dijo tener un enorme interés por la sostenibilidad en relación con las piezas artísticas: “Creo en el arte como un elemento valioso que no se puede producir en serie. Cada pieza es pensada, conceptualizada y hecha de manera consciente y eso crea una característica hacia la sostenibilidad de manera natural”, dijo.

Además, añadió que su relación con el arte es tan íntima que disfruta el descubrimiento de piezas en lugares como tiendas de antigüedades, subastas o espacios que propicien darle segundas oportunidades a las obras y, así, evitar que el arte sea visto como algo desechable.

Alfredo Yela y Ramón Bada basan su vida en el arte

Por otra parte, el arquitecto Alfredo Yela logró la expresión artística a través del diseño y, además, lo tomó como una herramienta: “Desde mi infancia, mi habilidad por el diseño me ayudaba a resolver problemas. Cuando era adolescente entendí que mi vocación por el diseño era mi camino. Primero, comencé a sentirme atraído por la naturaleza, luego, por la espacialidad; la forma en la que los materiales y los elementos podían conjugarse en un solo diseño, fue entonces cuando decidí que todo lo que hiciera estaría encaminado al diseño en muchas de sus expresiones”, aclaró.

La grande inspiración de Alfredo ha sido la botánica y las relaciones humanas, ya que encuentra mucha similitud entre ambas: “Me gusta mucho colocarme en un punto donde pueda observar y aprender siempre”, mencionó.

También, compartió que su proceso creativo consiste en realizar respiraciones y meditar antes de cualquier negociación. Luego, conoce los espacios y la forma de comunicación de sus clientes, de esa forma logra conceptualizar y aterrizar mejor sus proyectos: “Comienzo a exponer mis ideas, me empapo de referencias, ordeno los puntos más interesantes de esta reflexión y empiezo a realizar los bocetos, esa es la parte más importante. Después, viene el trabajo técnico. Sin duda, diseñar es unir; también es ir y regresar a través del cerebro hasta llegar al plano físico”, explicó.

Alfredo Yela y Ramón Bada basan su vida en el arte


La pasión de ambos hizo posible uno de sus recientes proyectos, pues lograron conjuntar sus talentos e intereses en Casona Rufino, un espacio cultural que surgió de la idea de compartir e intercambiar ideas, fomentar la cultura a través de encuentros artísticos, eventos sociales, talleres, bazares y distintas propuestas; un lugar donde los visitantes y participantes puedan crear momentos memorables.

Pero el desarrollo de este proyecto no ha sido fácil: “La idea de crear un espacio cultural es desafiante porque, lamentablemente, no se ve la cultura o el diseño como una prioridad. Sin embargo, considero que la respuesta general ha sido bastante buena y Casa Rufino está creciendo con mucha fuerza”, comentó Alfredo.

Convertirse en emprendedores los ha hecho evolucionar tanto personal como profesionalmente: “Es difícil, pero emocionante, ver cómo dan frutos todas las ideas que aterrizo”, dijo Ramón. En cambio, para Alfredo: “Ha sido un viaje irregular, a veces extraordinario, otras no. Comencé a emprender negocios hace unos años, tengo cuatro; y todos son como bebés que necesitan todo de mí; siempre se aprende, siempre se goza, pero también se lucha”, expresó.

Al ser jóvenes empresarios, ellos apuntan que es importante recordar que: “Un negocio no es fácil, se tiene que estar dispuesto a trabajar el doble que todos, pero si da resultado, puede llegar a ser un sueño cumplido y es preferible trabajar por tus sueños que por los de alguien más”, mencionaron.

Sin duda, no hay que perderles la pista, pues aseguraron que tienen grandes proyectos. Entre ellos, hacer crecer Casona Rufino con la participación de artistas de todo México y la apertura de secciones para disfrutar de café, arte y buena comida.

Alfredo Yela y Ramón Bada basan su vida en el arte

De manera individual, Alfredo continuará con proyectos como: Lábotic, un espacio dedicado a la botánica y a la jardinería; su firma Monólogo, en la que desarrolla diseños de arquitectura, paisajismo, interiorismo y floristería. Además, Potspotspots, una marca de macetas de fibra de vidrio que presentará su primera colección.

Por otro lado, Ramón seguirá con Mus Mus, un showroom con una curaduría de emprendedores que proponen un diseño especial basado en el arte y el lifestyle.

Finalmente, comentaron para los lectores de CHIC: “No se rindan, luchen por sus sueños y encuentren inspiración en el arte. Sigan sus instintos, prepárense e inviertan mucho en ustedes mismos, no hay mejor inversión que la que se hace al interior”, con amor, Ramón y Alfredo.


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