Los estereotipos y las redes sociales se han convertido en un reto para todas aquellas que queremos terminar con la presión social por cómo debe lucir nuestro cuerpo, cómo debemos actuar y pensar. Dejar a un lado si tenemos estrías, la piel imperfecta, el cabello rebelde, hasta dejar de preocuparnos por la nueva talla que hemos adoptado. Nos sorprende que las tallas más grandes de pantalones en tiendas de cadena sean 28 o 32 como máximo.
Lo de hoy es cuidar tu cuerpo y procurarlo para que esté sano, independientemente de tu peso, así debe ser, y nada más. Una palabra: sororidad. Cada una de nosotras sabemos el mucho o poco esfuerzo que hacemos para cuidar nuestro físico, mente y alma, dejemos atrás esa mala costumbre de opinar sobre otra, mejor saquemos nuestro grow up y contagiemos a más mujeres para que se sientan libres de ser quienes realmente son.
Por eso, platicamos con una mujer que ha aprendido mucho sobre el amor propio, que muestra su belleza interna y externa cada vez que sale a la calle o se mira al espejo. Daniela Rocchi es una modelo de 37 años, su energía y vibra es tan alta que te pone la piel chinita por su forma tan maravillosa de inspirar. Siempre supo que quería estar frente a la cámara y levantar la voz para dejar algo muy claro: “Es momento de que se vean mujeres reales en todos lados, que comencemos a ver otros cuerpos y dejen de pensar que las mujeres curvy o gorditas, son solo la mejor amiga, la graciosa o de la que se burlan todos. Somos mucho más que eso, somos mujeres fuertes”, afirmó.
Sin embargo, en este proceso de convertirse en modelo, lo más complicado resultó ser también lo más satisfactoria para Dany: “Descubrí la sensación que causó en mí, el modelaje se convirtió en una terapia de sanación. Mientras seguía desarrollando mi carrera de comunicación, comencé a vivir algo muy profundo; estaba sanando y me estaba dando un reconocimiento a mí misma; por aceptar mi cuerpo, aceptar quién soy; me di cuenta de que aceptarlo me hacía más fuerte, y me decía 'Esta soy yo'”.
Por otro lado, lo que más ha disfrutado en esta etapa ha sido darse cuenta de lo que es capaz. Esto se debe a que cada reto en su carrera le ha dejado mucho aprendizaje que ha podido compartir con más personas. “He entendido cómo la autoaceptación, las ideas, los sistemas y todo lo que está en nuestra cabeza, van determinando las decisiones que tomamos en nuestras vidas”.
El amor propio ha funcionado como un motor muy fuerte para Dany: “Comenzó en el 2019 cuando Laura Brioschi, una amiga italiana, me invitó a participar en dos body positive catwalks y, de hecho, también realizamos una tercera juntas en Berlín, ahí vi mujeres muy diferentes, mucho más altas y curvy, las veía hermosas. Empecé a conectar, a platicar con ellas y me di cuenta de que todas tenemos una historia valiosa que compartir. Es increíble que hayan superado tantas cosas, y eso te inspira: si ellas pueden, tú también puedes. Pensé: ‘¿De qué forma puedo hacer que más mujeres entiendan esto?, ¿cómo puedo hacer que entiendan que su belleza, sin importar el físico, está en aceptar tu cuerpo, tu historia y tu energía femenina?’”.
Así nació Beauty in Red, el proyecto de Dany que busca empoderar a las mujeres al reconocer su fuerza y valor desde su propia experiencia de vida. El nombre y, específicamente el rojo, significan la fortaleza, sororidad y seguridad femenina. Comenzó en París, luego en México con 150 mujeres en el Ángel de la Independencia. Posteriormente en Tel Aviv, Israel, aprendió yoga al lado de una chica natal para poder conectar con el cuerpo; en Austria estaba por hacer un show, pero comenzó la emergencia sanitaria, lo que vino a cambiar muchas cosas para todos.
Estamos orgullosas y sorprendidas de los grandes logros de muchas mujeres; queremos seguir difundiendo proyectos con mucho valor que sumen e impulsen a la sociedad. Con esto, no perderemos de vista a Dany porque estamos seguras de que seguirá generando cambios positivos cumpliendo sus más grandes sueños.