Conoce la nueva exposición de arte de Aldo Chaparro y Fernanda Caballero

SOCIEDAD MONTERREY

Con el nombre de Everything You Always Wanted To Know About Us But Were Afraid To Ask, Fernanda Caballero y Aldo Chaparro presentan esta exposición bajo la curaduría de Alex Romero en la galería de arte Colector.

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Fernanda Caballero y Aldo Chaparro / FOTO: ANA HINOJOSA Y COLECTOR

Para mucha gente la pandemia del COVID-19 fue algo que detonó diferentes situaciones, tanto positvas como negativas, tal es el caso de Aldo Chaparro y Fernanda Caballero, quienes supieron cómo elevar toda esa creatividad de artistas que los caracteriza. “La cuarentena coincidió con la mudanza a nuestra nueva casa en Valle de Bravo, lo cual significó no solo aislarnos de forma técnica, sino de una forma real de todo lo que meses antes era nuestra cotidianidad, al comienzo pensé que lo que más me costaría sería tener que cancelar mis viajes de trabajo, pero no fue así, después de unas semanas ya había perdido completamente el deseo de salir de la casa. Fernanda y yo empezamos a construir una rutina poco a poco, desayunamos y luego cada quien se iba a su estudio para volvernos a juntar solo un rato a la hora de la comida. Después de un tiempo en donde trabajar en el estudio era más parecido a un castigo que a nada más, logré conectar con algo que hace mucho tiempo no veía en mí, estaba inspirado. No entiendan inspiración como esa especie de soplo divino en donde los dioses nos regalan soluciones e ideas, para mí se trata de dos cosas importantes: valor y ganas de experimentar. Valor para entender que no hay resultados sin metidas de pata, que no hay aprendizaje sin las lecciones que nos dejan las equivocaciones y que experimentar es casi un sinónimo de fallar. La obra de esos primeros meses fue una especie de explosión en donde, ahora lo veo muy claramente, solo estaba empujando mis propios límites hacia zonas a las que nunca me había atrevido a llegar, por pre concepciones o esas extrañas trabas con las que nos saboteamos. Una vez pasada esa etapa inicial pasé a una etapa más estable, la mejor forma de ejemplificarlo para mí es como cuando corres, al comienzo eres consciente de tus pasos, hasta de tu ritmo cardíaco y tu respiración, eres descoordinado y tu mente está fuera de foco, pero a los pocos minutos empiezas a notar la presencia de un ritmo, un ritmo en el fondo de tu cabeza que empieza a permearse a todo tu cuerpo, tu mente se calma y pasa a segundo plano, un poco como meditar, cuando acallas tu mente empiezan a fluir otros sentimientos”, nos compartió Aldo.

“La idea de la exposición es enseñarles parte de nuestros procesos y la manera en la que Fernanda y yo funcionamos como equipo”.


- ALDO CHAPARRO -


Y es que fue mucho el tiempo de trabajo, esfuerzo y dedicación para ver terminados tantos sueños que poco a poco fueron tomando forma y, lo más importante, en ellos se plasmaron la esencia y los sentimientos de la pareja, ya que fue una dupla perfecta. “La obra que ven aquí es el producto de meses en ese estado de fluidez, pero no solo de forma personal, sino en una extraña y maravillosa conexión con Fernanda. Aunque ambos tenemos procesos infinitamente opuestos, ella es absolutamente intuitiva y yo soy más bien cerebral, ella jamás hace bocetos o preparación alguna para sus cuadros y yo hago maquetas, bocetos y hasta planos, ella conecta con sus pinturas a través de su cuerpo y de su estado de ánimo, yo planifico y analizo cada paso como si se tratara de una batalla. Ambos nos observamos con cierta melancolía, envidiando un poco el proceso del otro, ya que por lo menos en mi caso, amaría ser más espontáneo. Es por esto que esta exposición es una especie de revelación de secretos, de nuestros mundos privados y de nuestros procesos ocultos, de las zonas en donde coincidimos y en las que nos diferenciamos. ¿Por qué esto sería interesante para los demás? No lo sé, se puede observar el asunto como una representación del funcionamiento de cualquier pareja, pero también es una forma de compartirles nuestra experiencia durante la cuarentena, tal vez en el futuro veremos las consecuencias de estas épocas y vamos a querer entender el génesis de todo eso, periodos como el que estamos viviendo nos han obligado a cambiar en tantas cosas y en muchos casos a crecer tanto que compartir nuestras experiencias y aprendizajes nos confirma la fuerza transformadora del evento, dándonos una esperanza que, por lo menos yo, jamás me había imaginado vivir”, agregó el artista.

Esta es la primera exposición en la que Aldo y Fernanda trabajan juntos, y por ello nos mencionaron que es lo más importante que han hecho como proyecto artístico en pareja, ya que cada uno de los dos tienen su estilo, pero lograron fusionar sus esencias. “Mi proceso, más cargado hacia el lado intuitivo y emocional, dependió entonces de todos estos espejos reflejando diariamente mi estado y condición humana y evidentemente mi relación con Aldo. No solo como pareja, si no como mentor, confidente, escucha, espejismo y espectador. Cada uno en su estudio, trabajando sin parar directa e indirectamente con el otro, con la casa y con el tiempo que tenemos entre las manos. En el ir y venir del todo, me di cuenta de que solo lo que es honesto, solo lo que viene directo del corazón, aguanta. Bajo riesgo de parecer un par de locos viviendo su fantasía, ¿qué más da? esta muestra es el producto de la nuestra. El proceso de Aldo es mucho más pragmático y se puede ver más fácil en sus piezas, ya que es muy estructurado y todo eso se ve en la exposición”, resaltó Fernanda.

“Aldo y yo tenemos una fábrica de creación, ya que todo el tiempo estamos en conjunto creando y esta muestra refleja cómo transformamos este tiempo a nuestro favor”.


- FERNANDA CABALLERO -

Además, cada detalle de las piezas de esta exposición fue minuciosamente analizado por la pareja, ya que todas tienen un significado importante que de una u otra forma trascienden al momento de ser admiradas por cualquier persona, algo que Aldo y Fernanda valoran después de haber terminado este proyecto. “Estas piezas son el resultado de todos estos meses de pausa e introspección. Esa pausa forzada que llegó a obligarnos a aterrizar, sumergirnos en nosotros mismos y observar. Mi proceso durante este tiempo de cuarentena pasó por varias etapas, en las que las emociones realmente tomaron el mando de mis impulsos. La casa se volvió nuestro fuerte, el lugar donde los dos pudimos explorar de manera individual y en conjunto nuestros intereses y preocupaciones. También, en una versión más calmada de The Shining, la casa durante ese tiempo de solitud se volvió una casa de espejos para nosotros, en donde veíamos todos los días los colores y profundidades del otro de la manera más cruda, honesta y real. La curaduría está hecha por Alex Romero, un gran amigo de ambos. Alejandro lleva trabajando con Aldo más de 20 años en diferentes proyectos y gracias a que también es un amigo personal, creo que por eso la curaduría quedó muy puntual y bella, está muy acertada a lo que somos Aldo y yo. Todo esto no hubiera resultado así, si no fuera porque el curador es amigo nuestro y nos conoce muy bien. Y es que la idea de la exposición nació entre Aldo y Jesús Flores, quien es el dueño de la galería de arteColector, y en el momento que ya estaba rodando todo, Aldo invitó a Alex y ha sido en verdad súper interesante para nosotros como pareja”, destacó la también pintora.


Sin duda, para la pareja de artistas ha sido todo un reto este gran proyecto artístico, debido al incansable proceso por el que atravesaron para llegar a plasmar lo que visualizaron durante estos meses tan complejos y llenos de incertidumbre, definitivamente una introspección en sus vidas. “Las piezas de esta exposición tienen razones muy simples de existir, las velas de veleros usadas y despintadas por el sol vienen del hecho que una de las muy pocas actividades que tuvimos en la cuarentena fue salir a velear en nuestro viejo velerito, las primeras piezas con velas fueron hechas con las velas de mi propio barco, pero cuando empecé a trabajar con ellas me di cuenta que el diseño original de éstas me interesaba mucho, no solo por su aproximación al diseño de los años 80 que es una constante en mi obra, sino por los efectos del sol y el mar en el material y los colores. Es por eso que decidí mostrarlas sin más intervención que editar las partes y composiciones que me gustaban, en una especie de ready made pictórico. Otra pieza importante para mí es la película, se trata de tomas hechas con película de súper 8, las que yo mismo tomo con una cámara completamente analógica y que después de digitalizar trabajo en la computadora editando las imágenes, trabajando en el audio y los textos. Trabajar con esta película me ha permitido capturar mi cotidianidad, en este caso a Fernanda haciendo su diaria rutina de yoga, con la superficie que mejor ejemplifica la forma en que mi memoria funciona, se trata de escenas que no buscan narrar un acontecimiento, son imágenes que en colaboración con el audio y los textos buscan generar una emoción y un estado de ánimo muy específicos. Tal vez las piezas más retadoras para mí han sido los dibujos, todas las noches Fernanda y yo nos juntábamos en mi estudio, ella calentaba y hacía poses de yoga, mientras yo la dibujaba. Aunque el dibujo ha sido siempre parte de mis procesos tenía mucho tiempo que no contemplaba nada figurativo en mi discurso, el dibujo es también una forma de ejercicio físico y mental, después de insistir poco a poco empiezas a lograr un poco de control y conforme ese control se convierte en una habilidad, empiezas a ganar confianza para ponerte retos más complejos. Los dibujos se convirtieron en una especie de diario en los que yo puedo leer perfectamente el paso de los días durante la cuarentena”, finalizó Aldo.


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