Rocío Sáenz encontró el conocimiento, como muchos lo hicimos, hojeando en casa los capítulos de Historia del Arte dentro de los tomos de una enciclopedia Salvat.
Este encuentro se dio cuando apenas tenía ocho años de edad y, a partir de entonces, nunca se volvió a separar esta asignatura que más tarde tomaría como forma de vida.
Comenzó practicando en clases de pintura, y aunque la vida la llevó a tomar el camino de la carrera en Administración de Empresas, al terminar sus estudios realizó una maestría en Artes Plásticas en La Habana, Cuba, cuidad en la que vivió algunos meses, para después viajar y continuar preparándose en Europa.
Sobre su trayectoria dentro del mundo artístico, su llegada a Guadalajara y cómo es que continúa nutriendo su pasión, esta tapatía por adopción nos cuenta en entrevista.
Por: Michelle Freyría / Foto: Marifer Rached / Fashion Stylist: Ana Victoria Martínez / Moda: El Palacio de Hierro / Maquillaje: Salvador Vázquez para Timodella / Peinado: Tere Ramos para Timodella / Joyería: Mapau joyas para el alma
¿Cómo fue la decisión de dedicarte de lleno al arte?
Después de estar en La Habana donde me clavé en estudiar el papel hecho a mano y la exploración gráfica, viajé a Europa, dibujaba en los museos, estudiaba las obras de grandes maestros, leía, veía películas y danza contemporánea, todo me nutria. Después viví un tiempo en San Miguel de Allende y trabajé con el maestro Luis Nishizawa, él me enseñó desde a hacer acuarelas, hasta los materiales e imprimaturas antiguas. Otro de mis maestros fue Gilberto Aceves Navarro, con ambos trabajé en talleres, en sus estudios.
¿Por qué la idea de establecerte en Guadalajara?
Soy de Chihuahua, pero me gusta desarrollar proyectos en muchas partes y Guadalajara no fue la excepción; pero la razón por la que me mudé aquí fue que me enamoré de un tapatío, además, siempre volvía a la cuidad porque es un lugar muy enriquecedor.
¿Cómo percibes la escena artística de la ciudad?
Se ha convertido en una escena internacional, de disciplinas conceptuales y tradicionales, donde sus creadores trabajan aquí, por ejemplo, de donde yo soy la gente busca conocimiento, oportunidades, se va y no regresa, y lo que pasa en Jalisco es que la gente produce aquí y hay una identidad de los tapatíos.
Cuando llegue ya existía, pero ahorita hay una gran diversidad de propuestas y los ojos de los mercados del arte y museos ya no se van sólo a CDMX.
¿Cómo definirías tu estilo?
Creo que ya no existen los estilos en el arte contemporáneo, las escuelas y los movimientos se acabaron hace tiempo y en el arte contemporáneo describimos el mundo, codificamos el exterior e interior en símbolos. Más que definir un estilo puedo decir que mi pintura es experimental con un medio acrílico y mixto, explorando soportes.
¿Cuál sería el discurso de tu pintura?
Me gusta equilibrar la exploración técnica y conceptual, preguntándome constantemente y mis temas han girado alrededor de la violencia, la autoridad, la construcción a partir de la destrucción. Hago sátira social, política, no con una historia clara, ambigua, y dejo que el espectador defina lo que quiere ver o sentir.
Los tiempos recientes nos dictan a no hacer planes a largo plazo, ¿cuáles son tus metas cercanas?
Estoy haciendo varios proyectos, uno de cerámica y trabajando en una próxima expo en la ciudad y una que reunirá trabajo de 15 años para acá. Además, otra que se llama El Jardín de los Anónimos.
Rocío en Números
55 Expos colectivas
50 Años de edad
25 Años de trayectoria profesional
25 Expos individuales
16 Premios y becas en su trayectoria