Licenciada en Imagen Ejecutiva y Corporativa, consultora en Imagen integral, conferencista y académica. Guenvieve Fournier es una mujer fuerte, optimista y comprometida. Destaca por su empatía, su gusto por ayudar a los demás y sobre todo ser agradecida con las personas que le han dejado aprendizajes y motivado a dar lo mejor.
Le gusta estar rodeada de cosas positivas, es responsable en sus actividades, ama su trabajo y le gusta ser organizada. Además; no solo es una mujer apasionada de la enseñanza, también es amante de las manualidades que requieren de cierta precisión como: los tejidos, bordados, la pintura y la repostería. “Son como terapias que me permiten desconectarme de la rutina y aprovechar mi tiempo. Me encanta el contacto con la naturaleza y disfruto hacer actividades al aire libre”, comento.
Para Guenvieve, el ser mujer significa ser feliz con lo que es, con lo que tiene y con todo lo que ha logrado hasta el momento, aunque confiesa debe seguir fortaleciendo cada parte de ella, disfrutar cada faceta de su vida y vivir lo que le falta. “Alguna vez me preguntaron que, si me hubiese gustado ser hombre, contundentemente dije ¡No! simplemente porque veo en mi familia que hay grandes hombres y mujeres de los que aprendí que todos somos parte fundamental, se necesita de todos. Me tocó nacer mujer, lo valoro y he disfrutado por completo”, expresó.
Su trabajo, y esfuerzo profesional le permitieron ser docente de universitarios, volviéndose una de sus mayores satisfacciones tanto en la enseñanza como en el desarrollo académico, al mantenerla actualizada, adaptada a los cambios y otorgarle la posibilidad de presentarse ante espacios donde se ha sentido escuchada y apoyada.
Sin duda, esta exitosa joven opina que una de las cosas más importantes que las mujeres han dejado de lado es el auto reconocimiento y el creer en sí mismas, aprender a tomar decisiones, auto proveerse de seguridad y nutrirse de fortaleza para salir adelante día con día. “Es indispensable dejar de vernos como rivales, nos apoyamos cuando la violencia es por parte de los hombres, pero ¿cuándo es por parte de las mismas mujeres? muchas veces lo que vemos en las demás, es más por nosotras que por ellas, las comparaciones principalmente del físico se han vuelto un “arma”. Inconscientes o consientes, debemos luchar con esos paradigmas y dejar de menospreciarnos por tener o no algo en nuestro cuerpo o en nuestra vida”, dijo.
Por supuesto, todo inicia desde lo que nos enseñan en casa, si desde pequeños dentro de nuestro aprendizaje concientizamos y ponemos en práctica el tratar bien a los demás, será algo que siempre se replicará y de alguna manera se convertirá en uno de los primeros pasos para combatir la desigualdad.
Guenvieve piensa que la situación actual en términos de igualdad de género es un tema complejo, no por el hecho de que no exista, sino por el cómo se ha manejado en los últimos años. Opina que hay que ser conscientes sobre la importancia de darnos valor y dignificar el quiénes somos, ya que hombres o mujeres tienen un papel importante y algo que darle al mundo. “En mi campo laboral, por ejemplo, en la licenciatura en Imagen, el 80 % somos mujeres. Definitivamente esto ha permitido desenvolvernos con más confianza, hay mucha apertura a ser escuchadas, a hacer propuestas y a compartir proyectos que enriquezcan nuestra área académica. Eso me agrada mucho”, compartió.
Manifiesta que jamás se ha sentido cuestionada por ser mujer, y que al contrario es muy afortunada porque desde los 15 años que comenzó a trabajar la han recibido muy bien a pesar de que sus superiores han sido hombres; nunca se ha sentido discriminada y que la clave principal es la actitud, mantenerse segura y al primer y por muy pequeño maltrato saber darse su lugar y defenderse.
Para ella, conmemorar el día internacional de la mujer significa permitir la evolución de una sociedad en la que el género no define si eres mejor o peor persona, simplemente mereces oportunidades, respeto y consideración por ser quien eres. Es recordar que gracias a que en una era en que las mujeres no tenían otro rol más que el de estar en casa, alzar la voz para pedir solidaridad dio una gran apertura a la autovaloración y a ponerse metas que quizás hace siglos era imposible.
¿Cómo piensas que sería el mundo sin las mujeres?
Imposible, considerando que, en primer lugar, somos nosotras las que tenemos la posibilidad de dar vida, pero que solas no podemos y por ello necesitamos de los hombres, se vuelve indispensable un equilibrio entre ambos géneros, porque definitivamente, las diferencias que han marcado esto son más producto de la sociedad que de la biología.
¿Tienes algún plan, proyecto o meta próxima?
Realizar una maestría en recursos humanos y seguir fortaleciendo su rol dentro de la consultoría.
¿Alguna mujer que haya sido un referente para ti?
Mi abuela y mi mamá. Son mujeres que todo el tiempo nos han enseñado a valorar lo que es tener una familia, incluso lo difícil que llega a ser mantenerla unida, mi hermana y yo siempre las vimos trabajar, nos mostraron que todo en la vida cuesta, que es satisfactorio tener ingresos cuando trabajas digna y honestamente. Que los límites nos los ponemos nosotros mismos y que la motivación que nos demos mutuamente es un impulso para seguir nuestro camino.