Con gran entusiasmo se compartió la noticia de la premiación al despacho irlandés Grafton Architects con el Pritzker 2020. Un par de arquitectas, Yvonne Farrell y Shelley McNamara, lideran la oficina radicada en Dublín. Son apenas las cuarta y quinta mujeres galardonadas con semejante reconocimiento, confirmando el gran potencial que tiene la arquitectura desarrollada por el sexo femenino. Inclusive, el Premio Pritzker, ha sido anteriormente criticado por favorecer al hombre como principal recipiente de la distinción.
Ambas mujeres han mostrado gratitud hacia el jurado y el premio en sí en sus primeras declaraciones. Farrell mencionó: "es un gran privilegio ser arquitecto. Ganar este premio es un maravilloso respaldo a nuestra creencia en la arquitectura". McNamara hizo lo suyo describiendo como extremadamente gratificante haber recibido la recompensa. Por su parte, el presidente del jurado de este año, el integrante de la Suprema Corte de los Estados Unidos, Stephen Breyer, se ha referido a Grafton Architects como "faros a los demás, mientras forjan su ejemplar trayectoria profesional".
Entre la obra de McNamara y Farrell se encuentran un sinnúmero de edificios de vivienda, comerciales y tipologías institucionales. Sus edificios educativos son los que más fama les han brindado, teniendo entre su obra edificios para la University College en Dublín, la Escuela de Economía de Toulouse y la Escuela de Economía de Londres. Sin duda, el campus en Milán para la Universidad Boccioni ha sido la obra que las colocó en el mapa internacional de arquitectura, al ser nombrado edificio el año en el World Architecture Festival 2008.
Las arquitectas no son ningunas extrañas a premios internacionales, al haber ganado ya el RIBA International Prize con su controversial campus de la Universidad de Ingeniería y Tecnología en Lima, Perú. El edificio es todo un poema de estructura al organizar espacios e incidencias de luz a través de una serie de cartelas de concreto. El campus se resiste a mezclarse con el paisaje urbano, buscando marcar un hito en el contexto. Analizando el corte, se puede ver como el desplazamiento lateral de los distintos niveles genera diferentes espacios íntimos, iluminados naturalmente en cada piso de la obra. Los vacíos son también evidentes en la sección, dispuestos verticalmente de distinta forma dependiendo del nivel en el que se encuentren. La dispersión aleatoria de las circulaciones verticales en la planta del edificio promueve recorridos por distintas áreas en la escuela, fomentando la interacción social y los encuentros imprevistos.
Grafton Architects ha obtenido la más popular distinción del panorama arquitectónico global. Dos mujeres han sido premiadas en una profesión hasta la fecha dominada por hombres. El premio viene en un momento de gran simbolismo. No solo reconoce a la arquitectura que se preocupa por el espacio más que por la portada de una revista, sino también a un sexo que históricamente ha visto su potencial minimizado por un machismo carente de contenido.