En 2011, la BBC produjo un documental sobre un adolescente británico cuyo sueño en la vida es ser drag queen. Años después, Tom MacRae produjo un musical basado en dicha historia. Hoy, el éxito internacional Todo mundo habla de Jamie ha llegado a México, y sí, todos están hablando de él. La adaptación de Jamie: Drag queen at 16 hecha por MacRae ha sido ampliamente elogiada tanto por la crítica como por el público, no solo por la increíble producción, sino también debido al tema que trata: la exploración de la identidad de género y su aceptación.
El preámbulo: Jamie es un chico que está a punto de terminar el bachillerato y que, por lo tanto, debe elegir una carrera. En la clase de vocación profesional, su maestra le pregunta qué quiere ser, a qué se quiere dedicar; él desea responder la verdad que lleva en el corazón, desea decir: "quiero ser una drag queen", pero, en ese momento, no tiene el valor. Esa sí como inicia una historia maravillosa.
A lo largo de la obra podemos ver el lamentable papel de un padre avergonzado de su hijo, pero también el apoyo incondicional de una mejor amiga, y el enorme amor de una madre, con quien Jamie tiene una entrañable relación. Por supuesto, no podía faltar una leyenda de la drag queen, y en esta historia, quien le da vida a esta estrella es uno de los mejores actores que ha visto nacer este país: Rogelio Suárez. Ya lo había mencionado en una reseña anterior, pero nunca está de más recordar que Rogelio tiene el título de mejor actor de teatro en México, y lo seguirá teniendo por un largo rato.
El resto del elenco también es maravilloso. Destaca la actuación de Luz Aldán, a quien hemos visto en innumerables producciones y que recientemente se ha integrado al elenco de Backdoor: nos encanta su propuesta y la picardía con la que interpreta el papel de Ray en esta obra. Diego Meléndez, por su parte, le da vida a Dean, un personaje que lamentablemente siempre nos encontramos a lo largo de nuestras vidas, el compañero bully que nos hace sufrir.
Por último, el papel principal corre a cargo de Joaquín Bodoni y Nelson Carreras, pues ambos alternan el rol de Jamie en diferentes funciones. De Carreras podemos decir que es el actor guatemalteco más icónico en la actualidad.
Su carrera como cantante le da un gran impulso a su personaje en esta obra, además, su actuación está exquisita, impresionante para ser su ópera prima, arranco con el pie derecho con sus tan solo 22 años, transmite el ánimo de la juventud a todo el auditorio. Por su parte, no cabe duda de que Joaquín Bondoni es la estrella de la noche.
La interpretación de Joaquín es extraordinaria, llena de dinamismo y versatilidad, además, su voz aporta la fuerza emotiva adecuada a cada canción que interpreta.
La puesta en escena es perfecta, el ensamble y las coreografías son impecables; definitivamente, esta es una producción de primer nivel. Pero también es una obra que celebra las diferencias, que tiene más de un mensaje incluyente. Es conmovedora y está llena de todos los sentimientos que afronta cada personaje.
La Ciudad de México, más que nunca, requiere de esta obra en el escenario. No puedo dejar de desearles una larguísima temporada; felicidades al director y a toda su producción. En definitiva, tenemos calidad de primera en esta obra. De corazón, larga temporada y ¡mucha mierda!