Con el regreso a clases presenciales, una de las preocupaciones de las mamás ya no es solo si sus hijos tendrán buenas notas en la escuela, sino también el mantener fortalecido su salud y sistema inmune frente a una enfermedad que ha causado un gran impacto en las familias del mundo: covid-19.
Es por eso que mejorar sus hábitos alimenticios y llevar a cabo rutinas sanas será fundamental para hacer más fuerte el organismo del niño o de la niña y así evitar que se contagie del virus SARS-CoV-2 dentro del salón o en el recreo.
De acuerdo con un estudio realizado en junio del 2021 por DSM, una empresa global de origen holandés basada en la ciencia para la Nutrición, la Salud y la Vida Sostenible, reveló que con la pandemia, las familias comenzaron a interesarse más en conocer sobre la nutrición en general y la importancia de las vitaminas y otros nutrientes para la salud.
Estos elementos se han vuelto más presentes en la rutina de alimentación y cuidado para apoyar el mantenimiento de los sistemas inmunológico y respiratorio, porque son afectados directamente por el coronavirus.
“La vitamina C se convirtió en el protagonista para reforzar las defensas de la población en su conjunto, pero nos dimos cuenta de que el conocimiento de otras vitaminas y minerales, como la vitamina D y el zinc, estaba más presente en el día a día de las familias. Especialmente de los afectados por la enfermedad, ya que comenzaron a buscar más información sobre cómo evitar resultados más graves de covid-19”, explicó Giovani Saggioro, vicepresidente de Nutrición y Salud Humana de DSM Latinoamérica.
1. Hábitos alimenticios
El especialista DSM Latinoamérica aconsejó reducir el consumo de productos menos saludables con alto contenido en azúcar y calorías, dando paso a una dieta rica en alimentos naturales, como frutas y verduras.
También integrar en la comida del pequeñito (a) alimentos fortificados y enriquecidos con vitaminas, especialmente aquellos con vitamina C y D, zinc y otros componentes como los lactobacilos probióticos.
Además incluir productos como nueces, almendras, verduras verdes, huevo, yogurt, frutas del bosque, cítricos y fibra. Muchos de estos alimentos son ricos en vitaminas y minerales; y puedes crear combinaciones como huevo con espinaca, yogurt con fruta, topping de frutos secos y jugos o té antigripales.
Y continuar con este cuidado, preparando el almuerzo y dando preferencia al uso de envases y utensilios desechables, y en pequeñas porciones para evitar compartir entre niños y así reducir el riesgo de contagio de enfermedades.
2. Evita grasas saturadas y azúcares
Otra de las recomendaciones para que los pequeños mejoren su sistema inmunológico es evitar el consumo de azúcares y grasas saturadas, ya que de acuerdo con expertos estos no aportan los beneficios y nutrientes que su cuerpo necesita.
Y es que al pensar que la pandemia no duraría mucho, hubo este permiso de comer botanas, dulces y bebidas con alto contenido de azúcar, según reveló el estudio elaborado por DSM.
Y el resultado de esto se refleja en el informe de la Encuesta Nacional Continua de Salud y Nutrición (Ensanut), realizada por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) entre agosto y noviembre de 2020: el 38% de los niños de 5 a 11 años con sobrepeso y obesidad; entre los adolescentes esta cifra es del 44% y entre los adultos, casi el 74%.
3. Hacer ejercicio
Es fundamental para fortalecer su sistema inmune. Recuerda “mente sana, cuerpo sano”, así que foméntale a tu hijo el gusto por las actividades físicas pues no solo mejorará su motricidad sino también su inteligencia.
Una de las formas más fáciles y divertidas para que aprenda a moverse es a través de juegos divertidos como el futbol, correr, caminar, saltar a la cuerda, o hacer este tipo de ejercicios: sentadillas, estiramientos, etc.
Debes asegurarte de que realice suficiente ejercicio. ¿Cuánto es suficiente? Según estudios los niños y los adolescentes deben hacer 60 minutos o más de ejercicio moderado cada día.
4. Respetar el sueño
Este punto es crucial cuando se habla del sistema inmune; y es que al descansar el cuerpo se regenera y sana, además mantiene a los pequeños con energía. Es importante que para lograr tener un sueño reparador, le retires el dispositivo electrónico para que puedan conciliar el sueño.
Otro de los consejos que dan los expertos es perfumar sábanas y almohadas con esencia de lavanda, ya que esta planta contiene propiedades sedantes, por lo que le ayudarán a dormir mejor. Para la Organización Mundial de la Salud, un niño de entre seis y 11 años, durante su etapa de educación primaria, debería dormir una media de once horas diarias.
5. Usa aceites esenciales
Los aceites esenciales pueden mejorar el sistema inmunológico debido a que estimulan la producción de inmunoglobulinas, conocidas también como anticuerpos, especialistas en identificar y neutralizar a los antígenos, presentes en virus, bacterias o parásitos.
Algunas opciones fáciles de encontrar y usar son el eucalipto o el orégano, que además tienen propiedades antibacterianas, aunque existen muchísimas y variadas posibilidades.