¿Quién diría que las papas fritas pueden poner en riesgo a la salud más allá de subir de peso? Este alimento procesado se ha vuelto la guarnición por excelencia de muchos platillos, ya sea en un filete o una hamburguesa, siempre están presentes, y el hecho de normalizarlo nos ha hecho olvidar todo lo negativo que trae consigo.
Si eres un amante de las papas fritas y consideras que podrías comerlas todos los días, quizá esta información te haga cambiar de opinión, pues algunos de los riesgos más grandes para nuestro organismo es la diabetes tipo 2 y el cáncer.
Beneficios de consumir papa sin freír
La papa en sí no representa ningún riesgo para la salud, de hecho es un alimento saludable que está dentro de la dieta, este tubérculo aporta nutrientes como vitamina C para fortalecer el sistema inmunológico, potasio para fortalecer los músculos, Vitamina B6 para la formulación de glóbulos rojos y anticuerpos.
Además aporta colina que regula la memoria y el estado de ánimo, aporta fosfolípidos que ayuda a las membranas celulares y almidón que estimula el crecimiento de las bacterias sanas del intestino.
En realidad la papa siempre debe estar presente en nuestra alimentación por todos estos beneficios que aporta a nuestro cuerpo, el problema de su consumo viene cuando decidimos freírla.
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Consecuencias de comer papas fritas todos los días
¿Quién no es feliz comiendo papas fritas con ketchup o el aderezo de tu preferencia? Este alimento procesado es el favorito de muchos al grado de que existe un Día de la Papa Frita. ¿No lo crees? Está en el calendario y es el 20 de agosto de cada año.
En muchos restaurantes se hacen promociones con este alimento, sin embargo vendría bien repasar todas las consecuencias de consumirlas, recuerda que todo en exceso es dañino para la salud.
Las papas fritas están llenas de aceite, este es su gran problema, pero no solo este, ya que también depende mucho de la calidad del producto usado, no es lo mismo que se utilice un aceite de oliva extra virgen que uno de girasol, pero en grandes rasgos, siempre representan un riesgo para la salud una vez que se bañan de aceite.
Y es que no hace falta hacer mucha investigación para llegar a la conclusión de que al final de cuentas son una bomba de grasas saturadas, sin embargo sí hace falta más conciencia para saber lo que pasa a nuestro cuerpo si consumimos papas fritas todos los días.
Por ejemplo, las grasas saturadas elevan el colesterol en la sangre, incrementando la posibilidad de sufrir enfermedades del corazón y cerebrovasculares.
La Asociación Americana del Corazón recomienda que no se supere el 6 por ciento de las calorías de este tipo de grasas en la dieta, y es que al aumentar el "colesterol malo" en la sangre, también baja el "colesterol bueno".
La sal añadida que se utiliza como toque final promueve el consumo excesivo de alimentos grasos, además las papas fritas tienen una sustancia llamada glutamato que estimula el apetito. Todo esto explica por qué son tan adictivas.
Una investigación publicada en la revista Journal of Clinical Nutrition descubrió que el consumo habitual de este tipo de alimentos procesados se asocia significativamente al riesgo de padecer diabetes tipo 2 y enfermedad coronaria.
Otro estudio del Instituto Nacional del Cáncer de España indica que las papas fritas contienen acrilamida, un compuesto que tiene indicios de ser cancerígeno, el cual se produce cuando los alimentos que contienen aminoácido asparagina se calientan a altas temperaturas en presencia de algunos azúcares.
Así que las consecuencias de consumir papas fritas no solo recae en el hecho de subir algunos kilos de más.