Entendemos por feminismo como un conjunto de teorías, reivindicaciones y praxis que buscan la liberación, empoderamiento y emancipación de las mujeres. Se asume la idea de que el género o identidad sexual no influyen en el respeto y en las oportunidades de derechos y libertades.
En todos los contextos existe violencia sexista, machismo, discriminación y opresión cuando el género/sexo se intercepta con la clase y la racialización. Por ello es que empezar a forjar la educación de los niños y jóvenes en el feminismo permite que reivindiquemos con igualdad, respeto y amor por sus orígenes y su cultura. Educar desde el feminismo es rechazar los estereotipos y luchar por una sociedad más justa.
Se cree que la educación viene de casa, sin embargo algunos estudios realizados por Berger y Luckman en su libro “La construcción social de la realidad”, comentan que las formas de relacionarse básicas o primarias ocurren en la familia, pero la formación y el enfrentamiento a la vida se genera en las instituciones educativas y en la sociedad, y esto ocurre en la juventud y en la adolescencia.
Por lo tanto, si se logra una relación complementaria y colaborativa entre las escuelas y las familias a favor de la educación de los hijos con perspectiva de género se fortalecerá la forma de relacionarse e incursionarse en la sociedad.
Sin embargo, no hay que olvidar que esto no depende solamente de esa vinculación entre padres y docentes, pues hay que tener presente que la educación se encuentra implícita en la televisión, el internet, la música y, por supuesto, en las redes sociales las cuales son, hoy en día, las principales fuentes de información en la población.
Reflexiones y sugerencias de cómo educar desde el feminismo
Una de las primeras feministas en proponer formas distintas de educar con perspectiva de género es la nigeriana Chimanda Ngozi Adichie en su libro: Querida Ijeawele Cómo educar en el feminismo. Donde da una serie de propuestas pensadas para los padres de familia, está escrita en forma de cartas dirigida a una joven madre que le pide consejos para saber cómo criar a su recién nacida.
Ella escribe reflexiones que se basan en dar orientación a los padres o a las personas responsables de la crianza de los niños, ya que esto se puede aplicar pensado en una sociedad.
Las primeras sugerencias se basan en recordar que las madres son personas plenas, y que no deben abandonar todos sus intereses cuando se convierten en mamás, pues hay que romper con la premisa de que “las mujeres lo pueden todo”, ya que es mejor cuestionarse cómo se puede aportar de forma igualitaria para el cuidado de los hijos .
Otra de las recomendaciones es enseñar a romper los roles de género, y hace referencia a que no hay que decir lo que hay que hacer o qué hay que dejar de hacer solo porque sea niño o niña. Hay que romper con los estereotipos marcados por la sociedad sobre los comportamientos ya establecidos.
Además, pone ejemplos sobre ideas como que el color azul sea para niños y el rosa para niñas, o que existan cierto tipo de juguetes específicos y divididos en géneros. Lo que es mejor destacar en todo momento es promover la mejor versión de sí mismos y que no sean solo valorados por ser de uno u otro sexo.
Aunado a esto hace mención sobre la necesidad de dejar de condicionar a las mujeres para que vean el matrimonio solo como un premio, un logro o una finalidad.
También, considera que una de las mejores formas de educar es a través de la literatura y dándole el valor que tienen las palabras escritas para el ser humano. Asimismo, invita a cuestionar el lenguaje, ya que a través del lenguaje que se utilice se enseñará lo que realmente se debe valorar.
Otro punto es rechazar la idea de gustar, la finalidad debe ser realizarse plenamente en un ser sincero y consiente de la humanidad del resto de la gente:
“En lugar de enseñarle a tu hija a agradar, enséñale a ser sincera. Y amable. Y valiente. Anímala a decir lo que piensa, a decir lo que opina en realidad, a decir la verdad […] Dile que, si algo la incómoda, se queje, grite”, expresó Chimanda Ngozi.
Generar un sentido de identidad y enseñar a aceptar las partes de su cultura es otro de los enfoques que deben ser tratados, pues hay que mostrar las desigualdades existentes en el mundo y de la importancia de respetar la identidad de todos.
Por otra parte, hace mención de la idea de no rechazar la feminidad pues no se debe relacionar el aspecto y la moral: “Nunca digas que una falda corta es inmoral. Convierte el vestir en una cuestión de gusto en lugar de moralidad”.
Añade que el tema de la sexualidad debe ser explicado claramente y sin prejuicios desde muy corta edad. De igual forma, temas del amor y las distintas formas de relacionarse con responsabilidad.
Finalmente, destaca que hay que explicar los conceptos en torno a la opresión y la diferencia: “Haz la diferencia en habitual. Haz normal la diferencia. Enséñale a que valore la diferencia. Y no para que sea justa o buena, sino simplemente para que sea humana y práctica. Porque la diferencia es la realidad de nuestro mundo. Y al enseñársela, estás equipándola para sobrevivir en un mundo diverso”, puntualizó.
Otros aportes del feminismo en la educación
Desde la docencia y en las instituciones educativas, o en espacios de formación humana se puede fortalecer la enseñanza de los niños y jóvenes con perspectiva de género a través de las siguientes posturas:
- Fomentar el cuestionamiento hacia uno mismo, de tal manera que se cuestione el sistema patriarcal educativo con la intención de crear mejores ambientes educativos y laborales.
A partir de asignaturas enfocadas en la educación sexual, y teorías en cuanto a la desigualdad de género y la incursión del lenguaje inclusivo cuestionando las bromas y frases que comúnmente utilizamos.
- Crear espacios seguros, de confianza y solidaridad donde las opiniones y decisiones de los niños sean respetadas y reforzadas.
- Priorizar la reflexión, el diálogo y la acción como forma principal de aprender, esto puede aplicarse a través de la literatura y ramas de la filosofía donde se muestran personajes femeninos y escritoras desde otras miradas.
- Proporcionar tiempo para el cuidado y renovación personal. Fomentar el autocuidado emocional, en mejorar la autoestima y derribar mitos y estereotipos de la imagen corporal que existen sobre las mujeres, hombres, y personas no binarias.
- La mejor manera de conocer las desigualdades es a través de la historia de las mujeres, por ello debe mostrarse el papel que ha ocupado la mujer a lo largo de la historia.
- El lenguaje es otro de los factores relevantes dentro de la educación feminista, ya que se encuentra en constante transformación, en él se debe reconocer y abordar la diversidad lingüística.
Además es necesario definir y explicar conceptos como género, feminismo, queer, inclusión, etc. Construir una forma de educación donde no se discrimine ni se ofenda, donde sean menos las violencias, y donde los estudiantes se sientan y estén efectivamente seguros.
- Incluir la educación sexual temprana edad desde un enfoque de género, no sexista y transformador. El enfoque no debe ser solo en cuanto aspectos de prevención, también deben ser tratadas perspectivas como el goce, disfrute y desarrollo pleno de la sexualidad dentro de un ambiente seguro y participativo.
El derecho a la educación sexual está contemplado dentro del derecho a la educación en las Naciones Unidas y del derecho a la salud según la OMS (Organización mundial de la salud). Esto con la finalidad de propiciar a descubrir su propia sexualidad de forma segura y poder prevenir el abuso sexual.
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