¿Sabías que aprender música podría ayudarte a resolver ecuaciones o ser más creativo con los números? Aunque a simple vista parezcan mundos distintos, lo cierto es que la música y las matemáticas han estado vinculadas desde hace siglos, y ahora la ciencia moderna está redescubriendo esa conexión.
Desde tiempos de Pitágoras hasta la Edad Media, la música era considerada una ciencia que formaba parte del Quadrivium, junto con la aritmética, geometría y astronomía. Por su parte, Platón creía que el conocimiento de estas materias revelaba el orden y la armonía del universo, y aseguraba que había una estrecha relación entre ellas.
Esto explica por qué la teoría de las proporciones musicales fue una forma temprana de aplicar conceptos matemáticos al arte sonoro.
Hoy, esta relación se vuelve a estudiar con nuevas herramientas. Investigadores del Departamento de Didáctica de las Matemáticas de la Universidad de Murcia, España descubrieron que los estudiantes que cursan formación musical tienen mejores resultados tanto en creatividad como en competencia matemática que aquellos que no estudian música.
¿Cómo la música entrena el cerebro?
La práctica musical estimula habilidades cognitivas esenciales como la memoria, la atención, la coordinación y la resolución de problemas. Todas estas funciones son fundamentales para el pensamiento lógico y matemático. Además, el reconocimiento de patrones rítmicos y melódicos fortalece estructuras cerebrales compartidas con la lectura y las matemáticas.
Uno de los hallazgos más relevantes fue que los músicos no solo resuelven problemas matemáticos con mayor eficacia, sino que tienden a plantear soluciones innovadoras. Esto indica una mayor capacidad para la creatividad matemática, un rasgo clave en disciplinas como la ingeniería, la física o la programación.
¿Influye el entorno?
Es cierto que muchos de los alumnos que cursan estudios musicales pertenecen a contextos socioeconómicos más favorables, lo que también impacta en su rendimiento académico. Sin embargo, el estudio controló ese factor y aún así encontró diferencias significativas: la formación musical se mantuvo como un elemento positivo en el desempeño matemático.
Más allá de los números
La música no solo es un lenguaje universal que emociona, sino también una poderosa herramienta de desarrollo cognitivo. Fomentar su aprendizaje desde edades tempranas podría ser una estrategia eficaz para reforzar habilidades escolares clave, incluyendo las matemáticas.
Así que si estás buscando un motivo más para inscribirte en clases de música o motivar a tus hijos a aprender un instrumento, esta podría ser una gran razón: ¡la música también se escucha con la mente!