Todo está listo para la sesión de fotos con Tere Guzmán. La espera el equipo de producción con un rack lleno de ropa, un espejo grande de luz y una mesa de productos para el cabello. Llega con la actitud que tanto la caracteriza: llena de energía, maquillada y muy segura de sí misma. Su pasión por la moda destaca todos los días, sin importar si posará ante las cámaras o no, Tere porta piezas formales, elegantes y con tonos muy ad hoc con la temporada.
Mientras peinan a la protagonista, ella platica de todo con una taza de té en la mano, y, el diseñador –quien por cierto, es egresado de Trozmer– revisa que cada prenda esté perfectamente planchada. “Me fascina ver a mis alumnos graduarse y triunfar, que les soliciten miles de diseños y que cada vez tengan más y mejores videos promocionales. Se me hace la piel chinita cada vez que veo su talento plasmado en las colecciones que crean. Verlos realizados, felices, que se dedican a lo que les apasiona y para lo que han nacido, es de las satisfacciones más grandes que puedo tener”. Su trabajo es fuente de vida para Tere, su alimento del alma de todos los días, una extensión de su ser de la que no se puede separar, y eso lo supimos porque, cada vez que la vemos trabajando o hablando de su universidad, florece a través de todo lo que comparte con sus palabras y expresiones.
Es una mujer que ha sido ejemplo para muchas y muchos que, poco a poco, con mucho amor, pasión y determinación, los objetivos se cumplen: “Trozmer es un sueño hecho realidad”. Además, en una era de empoderamiento femenino, Tere ha destacado como una de las grandes líderes de la ciudad, que ha sabido explotar su lado extrovertido: “me encantan las relaciones públicas, desde joven me desenvuelvo en lugares donde los hombres tienen la última palabra, como la Cámara Nacional de la Industria del Vestido o la Cámara de Comercio. También, he tenido la suerte de contar con muchos amigos empresarios que me han escuchado y apoyado. Es por eso que siempre me he sentido integrada”. Recuerda que creció en una familia que le ofreció su apoyo, y tuvo a su madre como un fuerte ejemplo, es por eso que siempre ha luchado: “Mi mamá fue la primera mujer arquitecta de la ciudad, una mujer empoderada que nos transmitió el no tenerle miedo a nada, además, nos dió la libertad de ser quienes queríamos ser, tanto a mis hermanas como a mis hermanos –en total siete–. Somos mujeres empoderadas, hechas y derechas, trabajadoras y que van para adelante”, y afirma que, si no fuera fundadora de la universidad, definitivamente estaría en el mundo de la moda: “sería una editora de moda, la mejor vendedora de productos de moda, o mejor aún, tendría una colección súper grande llamada Teresa Guzmán by Trozmer, o también sería una stylist. Me encanta recomendarles a las personas qué se les ve mejor, cómo podrían usarlo o qué colores se les ven bien. De cualquier forma, la moda está en mi sangre".
Segura y con mucha hambre de aprender nuevas cosas, de manera constante, Tere nos confesó que entre sus planes se encuentran especializarse como Asesora de Imagen, así como desarrollar su línea de ropa: “sería con los colores, tendencias y estilos que me gustan”. Por otro lado, tiene un proyecto para la universidad: “queremos abrir el campus tres en Lomas de Angelópolis, el plan era hacerlo en un año, pero la pandemia vino a cambiar muchas cosas, así que espero, en aproximadamente dos años, poder abrir las puertas a este centro de estudios que vendrá con todo”.
Este brutal suceso de la pandemia le enseñó a Tere estar en calma por unos meses, quien toda su vida ha estado acostumbrada a diversas actividades: viajes, eventos, entrevistas, proyectos. Nunca paraba. “Soy una mujer súper difícil, una mujer que vive afuera. Me costó mucho trabajo quedarme en casa; pero me sirvió para estar más con mi familia, comer más sano, leer, ordenar muchas cosas, pero sobre todo, para estar conmigo misma; llegué a conocerme más, estar en paz y ¿sabes qué?, me caigo bien”, afirmó entre risas.
Ahora que las cosas han cambiado con la nueva normalidad y las fechas decembrinas generan nuevas tradiciones, la familia de Tere celebrará sus festividades de manera un poco diferente: “Me encanta la Navidad, mi papá era el primero en poner el árbol y en hacer su riquísimo bacalao, ahora que está por cumplir tres años de fallecido –descanse en paz– mi hermana se encarga de preparar este platillo. Normalmente se reunía toda la familia, somos cerca de 80 personas, ¿¡puedes imaginarlo!?, ahora solo seremos mi mamá, mis hermanos y mis hijos”, y al mismo tiempo reflexionó: “ahora valoro mucho más estas fechas, ya que hay personas que son muy vulnerables y no tienen las posibilidades que nosotros, muchos se quedaron sin trabajo y otros están enfermos. Siempre he tenido ese sentido humano, me ha gustado apoyar a la gente de muchas maneras para que todos puedan tener las mismas posibilidades. Hay que pensar en los demás”.
Para Tere Guzmán, los shootings son de sus actividades preferidas, no importa la cantidad de fotografías ni las horas, ella termina la sesión con la misma energía con la que inició: “me encantó ver a un equipo tan padre, que aporta y que está al pie del cañón. Mostraron una actitud y una pasión admirable y si me dicen que seguimos aquí con otros cambios de peinado, yo sigo feliz”, finalizó con una enorme sonrisa.