Una de las problemáticas que se sigue presentando en las instituciones escolares es la dificultad de los estudiantes en aprender y convertirse en personas competentes para la vida y el mundo laboral.
Esto suele ser, la mayoría de las veces, por los métodos de enseñanza, la falta de inclusión, la desactualización de los planes de estudio, la pobre competencia de los docentes, o inclusive, el acceso que tienen los alumnos a herramientas que les faciliten este proceso.
Ante esta problemática, Soraya Cruz confiesa que su amor por la escuela y por descubrir cosas nuevas la ha llevado a mantenerse actualizada en métodos de enseñanza, específicamente en el uso de la tecnología para impulsar el aprendizaje. Gracias a ello y tras años de prepararse profesionalmente, la han llevado a abrir dos de las escuelas referentes en la ciudad.
El inicio de su vocación
Soraya realizó sus estudios en Pachuca hasta los 18 años, cuando se mudó a la CDMX para estudiar Contabilidad en el Tecnológico de Monterrey. Al terminar su carrera, y tras su buen desempeño, le ofrecieron una vacante como teacher assistant en la universidad, empezando así a dar clases a la par que cursaba una maestría.
Pronto se volvió madre, y gracias a su maternidad comenzó a replantearse varias cosas. Fue a partir de un programa para hijos de docentes que encontró su misión en la vida, “teníamos la oportunidad de ir a jugar con nuestros hijos una hora al día, a mi me encantaba ir porque todos los niños querían jugar con mi hija y conmigo... Ahí descubrí que realmente me gustaba trabajar con ellos”.
Debido a esa experiencia decidió prepararse para obtener su grado como Licenciada en Educación Preescolar, “en el TEC nos daban muchas capacitaciones, tú podías elegir qué cursos tomar. Yo tomaba los cursos obligatorios del Área Contable y, además tomaba los cursos de las maestras del centro donde se encontraban los niños”.
Aunque dar clases era algo que le gustaba mucho, tenía ganas de hacer algo que realmente marcará la diferencia en la educación, “mi esposo tenía una concesión de helados en la CDMX, su idea era ponerme una para hacer crecer el negocio, pero lo que yo realmente quería era dar clases”. Pronto se presentaría la oportunidad de materializar sus sueños, pues había un espacio disponible en Pachuca para abrir una escuela.
En 2005 abre sus puertas Little Angels School. Con tan solo una planta baja, 14 niños y tres maestras, este espacio de preescolar cimentó las bases para una de las escuelas más importantes de la ciudad, “empezó a crecer el kínder poco a poco, los padres de familia nos pedían abrir la primaria”.
Colegio Lake Forest
Lake Forest es una comunidad en el condado de Orange, Estados Unidos, que aunque es muy pequeña, cuenta con todo lo que una gran metrópoli podría tener. En 2010 abre sus puertas el Colegio Lake Forest, que a pesar de ser una pequeña escuela con pocos alumnos, ofrece todo lo que las grandes escuelas pueden tener.
La maestra Soraya es un claro ejemplo de que se puede llegar hasta donde quieres y hacer lo que más te gusta. Su misión por formar personas con valores y con las mejores herramientas que puedan tener, se ha visto plasmada en las competencias que adquiere la comunidad estudiantil del Colegio Lake Forest.
Estas herramientas vienen de su formación basada en el uso de la tecnología, a tal grado que ha optado por implementar el uso de pizarrones electrónicos y plataformas de aprendizaje virtual desde preescolar. Esto no quiere decir que deje a un lado la parte tradicional de la enseñanza, pues para ella es importante empezar con las bases de escritura y matemáticas.
¿Cómo se asegura de que los niños saben utilizar correctamente este tipo de herramientas?
Con cursos y certificaciones en línea, por ejemplo todos mis niños de secundaria llegan a tener mínimo tres certificaciones en competencias tecnológicas. Yo estoy muy enfocada en tener a mis alumnos a la vanguardia en todos los sentidos.
“Somos una escuela que busca de manera integral que sus alumnos desarrollen todo su potencial”. -Soraya Cruz
Explotando el potencial
Los idiomas son uno de los pilares fundamentales en Little Angels School y el Colegio Lake Forest. Al ser colegios bilingües no hay necesidad de hacer cursos adicionales o externos, pues en las clases las y los niños practican diariamente el idioma; además refuerzan su pronunciación y gramática a través de plataformas en línea. Al egresar reciben su certificado Cambridge sin necesidad de pagar cursos adicionales.
En todos los niveles los estudiantes se desarrollan a su propio ritmo, apoyándose de plataformas innovadoras como Cambridge y Khan Academy. A través de la corrección y explicación de sus errores, logran llenar lagunas de comprensión y avanzar en su propio aprendizaje.
Este conjunto de conocimientos, actividades y plataformas que complementan la enseñanza, están sustentados pedagógicamente. Así mismo, son seleccionados por la maestra Soraya, debido a que todo lo que ha estudiado le ha servido para saber distinguir lo que realmente les sirve o no a sus niños.
Llevar a cabo todo este trabajo no sería posible sin el apoyo de los profesores de Little Angels School y el Colegio Lake Forest, quienes se involucran totalmente en cómo se implementan los planes de estudios, “afortunadamente tengo profesores apasionados, conocemos de lo que estamos hablando, sabemos cómo se hace y además, estamos en constante capacitación”. De esta manera pueden ofrecer una educación integral con conocimientos y habilidades en tecnología, ciencia y robótica.
“Esto no se hizo de un día para otro, tiene muchos años de trabajo y la ayuda de muchas personas; mis profesores han aprendido mucho, conocen mucho y tienen mucha experiencia, eso nos ha permitido obtener unos resultados impresionantes en los niños que pasan por nuestras aulas”.
Reconocidos estatalmente
Después de años de esfuerzo y dedicación, en 2023 el Colegio Lake Forest obtuvo el mejor puntaje de Hidalgo en la Olimpiada del Conocimiento, demostrando que el uso de tecnología y plataformas en línea, inclusive mucho antes de la pandemia, les ha permitido impulsar el desarrollo de sus estudiantes, no solo desde la parte cognitiva, sino también en cualidades como habilidades, actitudes, destrezas y valores que los convierten en personas altamente competentes.
Esta última parte, menciona Soraya, es importante en la comunidad del Colegio Lake Forest, puesto que ella es partidaria de que los valores se enseñan con el ejemplo. Así mismo, destaca que el gusto y la pasión por su trabajo han contribuido a sacar lo mejor los niños, “todo este esfuerzo y dedicación se ven recompensados con la sonrisa de los niños”.
¿Qué pasa si uno de los niños no se interesan por desarrollar estas habilidades?
Trabajamos en equipo con las familias, buscamos qué les llama la atención, cuáles son sus intereses y motivaciones y buscamos la mejor manera de generar en ellos el gusto por aprender. Con algunos es más complicado, pero como dice mi esposo, “no hacemos lo más fácil, hacemos lo correcto”, y lo correcto es buscar lo mejor para cada uno de nuestros niños y niñas.
Preparados para un mundo globalizado
La palabra comunidad cobra mucho sentido en Lake Forest, pues el ambiente que se vive día a día en las instalaciones del colegio refleja el compañerismo y los valores que se inculcan desde casa y que comparten con las familias. Esta característica es primordial ya que forma parte de las habilidades blandas que buscan la mayoría de las empresas, “sumamos nuestro esfuerzos para desarrollar habilidades blandas en los niños, esto les permite trabajar de manera colaborativa; que puedan comprender, comunicarse, ser pacientes y que busquen el bien común”.
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