Por aquello de la sana distancia, ahora las entrevistas, en su mayoría, son por teléfono. El empresario atiende la llamada a la orilla del mar para hablar de sus hijos, del privilegio que tiene de ser padre. Alexia de 13 años, Adib de 11 y Aimeé de 8, todos con la letra A.
“Ser papá es todo, imagínate, no hay otra cosa”, dice. Recuerda la primera vez que se convirtió en papá, hace ya casi 14 años. “Es un sentimiento de emoción, de nervio, de incertidumbre, no sabes qué va a pasar, te gana la emoción”, agrega.
El nacimiento de Alexia fue complicado, estuvo siete días en terapia intensiva. “De ahí en fuera no hemos tenido ningún susto; satisfacciones me las han dado los tres, unos en el deporte, otros en el estudio”, comenta.
Para Adib, la familia está antes que cualquier otra cosa, por eso procura darle a sus hijos una buena educación, para que sean personas de bien. Según su visión de la vida, el padre es importante dentro de la estructura de la familia, para que los hijos crezcan con respeto.
“Luego, cuando no tienen una figura paterna, llegan a perder el respeto hacia sus mayores. Los valores los inculca también la mamá, pero el papá es una pieza clave”. ¿Y qué hay de la mamá? “Imagínate, es mi mano derecha, la señora de la casa, es la base”, asegura.
En la familia de Adib, se comparten muchos pasatiempos. Juegos de los que todos disfrutan. “Aquí están, si quieres te los paso para que te lo digan ellos”, sugiere con seguridad. A veces vencen los niños, a veces los padres, pero finalmente todos ganan.
CON SUS HIJOS:
Juega golf
Juega paddel
Monta a caballo
Corre motos
Juega Backgammon
Juega Rummikub
VALORES DE LA CASA:
Honestidad
Amistad
Lealtad