Actualmente, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) en México utiliza herramientas de Inteligencia Artificial para supervisar las transferencias bancarias, con el objetivo de detectar posibles actividades ilícitas. Por ello, el uso inadecuado de ciertas palabras en los conceptos de pago puede activar alertas automáticas y, en algunos casos, derivar en investigaciones fiscales.
Aunque parezca inofensivo agregar un comentario gracioso o un apodo, el SAT recomienda describir las transacciones de forma clara y precisa para evitar confusiones o malentendidos con las autoridades financieras .
El SAT señala que las palabras que hagan referencia a actividades ilegales o sospechosas deben evitarse en las descripciones de las transferencias, incluso si se utilizan como una broma. Algunos ejemplos de términos que podrían desencadenar una revisión son:
- Droga
- Fraude
- Apuesta
- Armas
- Secuestro
- Asesinato
- Robo
- Lavado de dinero
- Soborno
- Palabras de índole sexual
¿Qué palabras sí puedes usar en las transferencias?
Para evitar cualquier señalamiento, el SAT sugiere utilizar términos concretos y específicos en el concepto de las transferencias. Aquí algunos consejos:
- Descripción clara: Usa frases como Pago de renta, Compra de insumos, Reembolso de gastos o Pago de servicios.
- Nombres reales: Asegúrate de escribir el nombre completo del beneficiario; evita apodos o nombres ficticios.
- Detalles específicos: Si aplica, añade información relevante como el número de factura, referencia de pago o el motivo exacto de la transacción.
El objetivo es que cualquier movimiento financiero pueda identificarse fácilmente, sin levantar sospechas.
¿Qué pasa si usas palabras prohibidas en una transferencia?
Aunque incluir palabras prohibidas no implica automáticamente una sanción, sí puede:
- Activar una investigación: La Secretaría de Hacienda y el SAT podrían iniciar una revisión de la transacción y solicitarte pruebas para justificar su legalidad.
- Requerir documentación: Deberás presentar comprobantes fiscales, estados de cuenta o cualquier documento que acredite el origen y destino del dinero.
- Detectar irregularidades: Si durante la investigación surgen discrepancias contables o falta de comprobantes fiscales, podrías enfrentar multas o sanciones económicas.
El riesgo radica en que una simple broma podría abrir la puerta a una revisión más profunda de tus finanzas pues el SAT no solo vigila el cumplimiento fiscal, sino también las señales de actividades irregulares.
Por ello, lo más recomendable es evitar palabras ambiguas o sospechosas en las transferencias, ser directo y específico en las descripciones así como mantener un registro ordenado de tus operaciones financieras. Recuerda, la claridad es clave para evitar problemas innecesarios. Mejor prevenir que enfrentar una investigación por un malentendido.