Ser papá no es fácil, ya que no existe un tutorial sobre cómo ser el mejor, sin embargo Rodrigo Azcárraga ha demostrado que el amor que le tiene a su hija Adibe ha sido el principal factor para inculcarle los mejores valores y principios. Por ese motivo decidimos platicar con él para que nos revelara todos los detalles de esta hermosa faceta que está viviendo en compañía de su esposa Adibe Mina.
Rodrigo siempre se ha caracterizado por ser muy divertido, relajado y espontáneo, quien gusta de apreciar los pequeños detalles de la vida, crear cosas a través de su trabajo y sobre todo estar con la gente que más quiere.
Para iniciar con la amena charla nos abrió su corazón para platicarnos de su primer amor, su papá con quien creó los recuerdos más lindos de su infancia.
“Recuerdo perfectamente que cuando mi papá se iba a un viaje de trabajo a la Ciudad de México yo preguntaba constantemente el día y la hora en que llegaría. En cuanto escuchaba que estaba abriendo la puerta, corría para recibirlo de un brinco y él abría sus brazos para cargarme y regalarme un Kinder Sorpresa. Era un ritual que me hacía inmensamente feliz”, expresó.
Nos contó que su papá siempre le ha brindado seguridad, ese respaldo de que siempre estará junto con él incondicionalmente.
“Quienes conocen a mi padre sabrán que es un hombre de pocas palabras para quien incluso, puede ser difícil expresar sus sentimientos. Por eso, la enseñanza más valiosa que me ha dejado es que a las palabras se las lleva el viento; el amor se demuestra con hechos. Tal como él nos lo ha demostrado a cada uno de los miembros de su familia”, comentó.
Uno de los mejores momentos de su vida fue cuando recibió una gran noticia que les trajo muchos cambios positivos a su relación de pareja.
“Cuando entré al cuarto lo primero que vi fue a mi esposa sentada al borde de la cama con los ojos llenos de ilusión y una sonrisa nerviosa. Sabía que algo pasaba pero no entendía qué. Di unos pasos y vi la palabra “BABY formada por globos gigantes color dorado. Confundido, la voltee a ver a los ojos y ella asintió con lágrimas de felicidad. Nos abrazamos y platicamos durante horas de lo que estábamos pensando y sintiendo. Sobre la cama estaba la prueba de embarazo con pequeño oso perezoso de peluche. Uno de los mejores días de mi vida”, expresó.
Mientras esperaban felices la llegada de su bebé, ambos trabajaban para brindarle un núcleo familiar estable donde se pudiera desarrollar y crecer dichosamente.
Tuvieron una hermosa niña a la cual llamaron con el mismo nombre de su mamá, que tiene un significado muy importante para ellos.
“Desde que estábamos embarazados me imaginaba caminando con mi hija de aproximadamente cinco años, tomados de la mano, teniendo una bonita conversación. Si bien disfruto al máximo cada día con ella desde que nació, pensar en la relación padre-hija que pudiéramos construir me llena de muchísima ilusión, y como los viajes que comienzan antes de partir, ya lo estoy disfrutando desde ahorita”, indicó.
La conexión padre e hija fue muy especial desde el día uno, y conforme van avanzando los días, sin duda la pequeña Adibe ha llegado a iluminarla su vida y hacerlos inmensamente felices, pues con tan solo cuatro meses la pequeña ha demostrado ser una bebé muy despierta y observadora.
La paternidad cambió por completo su vida, pues ha sido una experiencia que disfruta cada vez más a medida en que su bebé va adquiriendo nuevas habilidades como sostener su cabeza, sonreír, seguir objetos con la mirada, carcajearse, aprender a usar las manos, descubrirse los pies, etc. Todos y cada uno de estos hitos le han maravillado, los ha disfrutado y se los agradece a Dios porque se traducen en salud.
“Todos los días amanece sonriendo”.
Ahora el compromiso de ser un ejemplo y guía de vida es una tarea que pone en práctica cada día, por lo que esta consiente y tiene claro el cómo quiere hacer las cosas de la mejor manera.
Una de las actividades que les gusta hacer junto a su bebé es cantarle, llevarla a convivir con sus primitos Samira, Marietta, Santiago y Francisco; pasearla en su carriola para que vea las hojas de los árboles; contarle cuentos y llevarla a que la chiflen sus abuelos y bisabuelos.
Nos compartió que uno de los retos más grandes a los que se ha enfrentado en esta etapa es adaptar sus horarios a la rutina de sueño y alimentación de la bebé. Sobre todo para su esposa.
”Por más que yo pretenda que nos dividamos las responsabilidades de cuidar a Adibe digamos, el 50 por ciento del tiempo cada quien, la realidad es que hay dos factores que no nos lo permiten: mi trabajo y el hecho de que la bebé todavía se alimenta de lactancia materna exclusiva. Por eso, pienso que mi esposa es una heroína, porque además de cuidar a Adi, también trabaja como diseñadora. Estoy muy orgulloso de la labor que está haciendo como madre”, comentó.
Una de las enseñanzas más importantes que le ha dejado su bebé es que ha aprendido a valorar la vida, el amor y la familia.
“Siento que también nos ha hecho más sensibles a los retos que enfrentamos no sólo como comunidad, sino como humanidad”.
Antes de concluir la entrevista, Rodrigo compartió un mensaje para todos los papás en su día.
“Les deseo muchas felicidades a ellos y a sus hijos. Y que nunca dejemos de sorprendernos por el milagro de ser padres”.