La historia de Reforestando Ando no comienza con un gran anuncio ni con una campaña publicitaria deslumbrante. Este proyecto nació en abril de 2024, pero tiene raíces mucho más profundas que se extienden a la pasión y el amor por la naturaleza que la familia Andrade ha cultivado durante años.
La fundación, impulsada por Silvia Lorenza, Héctor Hugo y Rafael Alberto Andrade, es un reflejo de cómo una visión compartida, que trasciende generaciones, puede hacer una diferencia significativa en el mundo.
Lorenza, Hugo y Rafa no son solo hermanos, son también amigos cercanos, personas con intereses en común y, sobre todo, con una profunda admiración mutua. La relación que tienen entre ellos se basa en la empatía y la colaboración.
Son la red de apoyo perfecta. Aunque tienen proyectos personales y carreras profesionales que los han llevado por diferentes caminos, su lazo es inquebrantable. El hecho de que compartan muchas experiencias en común, como sus recuerdos de un verano trabajando juntos en Holanda, les ha permitido fortalecer no solo su vínculo familiar, sino también su compromiso con el bienestar de su comunidad.
Este sentido de unidad, se traduce en un fuerte apoyo mutuo para alcanzar sus metas personales y profesionales y fue el pilar que les permitió embarcarse en el proyecto de Reforestando Ando.
Si bien el proyecto fue iniciado por su padre, los tres hermanos se unieron con entusiasmo al movimiento, inspirados por su amor por la naturaleza y los valores que les inculcaron desde pequeños.
La misión de Reforestando Ando es clara, proteger y restaurar los ecosistemas a través de la reforestación, conservación de la biodiversidad y educación ambiental. Con esta misión en mente, los hermanos Andrade han trabajado incansablemente para implementar acciones concretas que contribuyan a la regeneración de los ecosistemas.
En menos de un año, la fundación ha logrado un notable avance, pues han rescatado alrededor de 5,000 árboles, lo que representa un paso importante hacia la restauración de áreas dañadas por la deforestación.
Pero sus logros no se detienen ahí. Sus planes para 2025 son aún más ambiciosos, pues buscan proteger la laguna, promover la reproducción de peces, y rescatar y reproducir alrededor de 100,000 árboles de leguminosas, además de obtener permisos para la reproducción de 100,000 plántulas de mangle rojo y negro.
Estos objetivos reflejan la visión a largo plazo de la fundación que es convertirse en un referente en la regeneración ambiental, promoviendo un equilibrio sostenible entre la naturaleza y la comunidad.
Los tres hermanos coinciden en que la reforestación es una de las acciones más poderosas que podemos tomar para mitigar el cambio climático.
Los árboles no solo absorben CO₂ y generan oxígeno, sino que también protegen el suelo, regulan el ciclo del agua y ayudan a conservar la biodiversidad. Para ellos, reforestar no es solo una actividad de conservación, sino un acto de responsabilidad con el futuro del planeta.
Cada uno de los hermanos tiene un papel importante dentro de la fundación. Lorenza, con su enfoque en la estrategia y la innovación, se ha encargado de la planificación y la ejecución de proyectos, mientras que Hugo, con su disciplina y perseverancia, se ocupa de la gestión de recursos y las relaciones externas.
Por su parte, Rafa, conocido por su facilidad para relacionarse con las personas, ha sido clave en la creación de alianzas comunitarias y en la participación en proyectos colaborativos.
La fundación no solo se enfoca en la reforestación, sino también en la educación ambiental. Los tres hermanos coinciden en que la concientización es fundamental para lograr un cambio real.
Por eso, invitan a todas las personas interesadas a unirse al movimiento, a sumarse a las actividades de la fundación y a aprender más sobre cómo la reforestación puede contribuir a la salud de la Tierra.
"Reforestar es una acción esencial para cuidar el planeta y garantizar un futuro más saludable", aseguran los hermanos.
Su sueño es que más personas se sumen a la causa, que la ciudad sea solo el inicio de un movimiento más grande que abarque a otras localidades, contribuyendo a un futuro más verde y sostenible.
Así es como tres hermanos, unidos por un amor compartido por la naturaleza y una misión en común, están dejando su huella en el planeta. Reforestando Ando es más que una fundación, es un legado familiar, un compromiso con el medio ambiente y un llamado a la acción para todos los que quieran ser parte de la solución.