"Nunca aceptes que te digan que no puedes, tú puedes lograr todo lo que tú quieras". Esa es sin duda la filosofía que Miguel Layún ha puesto en práctica a lo largo de su vida y que ahora transmite a sus hijos Mateo y Marcelo.El futbolista está a punto de comenzar un nuevo reto con el Club América después de un exitoso paso por Rayados, en donde cosechó en tan solo dos años y medio grandes logros, coronándose campeón de la Liga Mx, la Liga de Campeones Concacaf y la Copa Mx.
Estos resultados no son casualidad. Si algo distingue a Layún es precisamente su determinación y espíritu competitivo, él mismo se define como una persona que no se da por vencida hasta lograr lo que se propone.
"Puedo aceptar lo que sea menos no competir. Cuando Duilio Davino me contacta y me platica los planes y la ambición de Rayados me gustó lo que escuché, me di cuenta que el plan de trabajo que tenían era afín con mi personalidad y no dudé en venir".
Era el inicio de 2019 y Layún militaba en el Villarreal de la Liga Española, habían pasado cuatro años desde su segunda temporada en Europa y junto a su esposa Ana Laura Galván contemplaba ya el regreso a México, por lo que la invitación para unirse a Rayados sucedió en el momento exacto. "Me quedó clarísimo desde el día uno que era una institución que se exigía al máximo. Era satisfactorio saber que había regresado a un club con las mismas ambiciones que como persona tengo y hubo un desenlace que jamás hubiera imaginado, campeón de liga, de copa y de la Concacaf", explicó.
Y es que en sus primeros meses en Monterrey se enfrentó a una difícil situación que lo obligó a bajar el ritmo de trabajo, durante un chequeo de rutina le detectaron un tumor cancerígeno el cual se operó a tiempo. "Solo tengo palabras positivas para el club, se portaron extremadamente bien, no solamente cubrieron todos los gastos, sino que en todo momento estuvieron al pendiente de mi bienestar".
"Eso es lo que distingue a Rayados, su calidez humana, más que un club es una familia que procura hasta el mínimo detalle y que tiene muy en claro a dónde quieren ir, y eso es algo que con el tiempo les va a rendir muchos frutos".
Aunque está feliz de reencontrarse con el equipo de sus amores, Layún no niega que extrañará Monterrey y su gente, y nos adelantó que este solamente es un hasta luego, pues su familia encontró en la ciudad un verdadero hogar. "Me es difícil hablar de la afición sin hablar de la ciudad, la afición es la gente que está en la calle, con la que convives, a la que te cruzas cuando vas a un restaurante; en general Monterrey nos recibió muy bien, Ana ya me había hablado maravillas de esta ciudad y tengo que reconocer que tenía razón. Monterrey es una ciudad con una gran calidad de vida pero sin perder esa esencia de provincia, me gusta su ritmo de vida y que puedes hacer una gran cantidad de cosas durante el día, es la ciudad ideal para que crezcan nuestros hijos", explicó.
DETERMINACIÓN Y CORAJE
Hablar de Miguel nos lleva inmediatamente a la famosa frase "Todo es culpa de Layún", y es que sí, todo lo que ha logrado hasta la fecha es culpa de su empeño por no desistir de sus sueños. "Al principio fue muy complicado, eran lágrimas y presión, no podíamos salir de casa, había insultos para mí y mi familia, no lo niego tuve miedo. Pero después vino la otra cara de la moneda con trabajo y esfuerzo, el no darme por vencido me permitió revertir una situación que era complicada y volverlo algo positivo, incluso se ha vuelto un ejemplo para muchos", dijo.
"Contar esta historia es una manera de ver que puedes superar alguna adversidad si simplemente te lo propones y trabajas por ello".
La frase que ha marcado su vida surgió en 2010 cuando Layún fue fichado por América siendo prácticamente un desconocido en la Liga Mx. Las críticas de aficionados e incluso comentaristas desembocaron en un hashtag que se viralizó rápidamente costándole días de sufrimiento, pero lejos de desconcentrarlo, lo obligó a dar su máximo empeño en la cancha hasta convertirse en ídolo de las Águilas. "Afortunadamente me tocó vivir grandes experiencias, fui campeón dos veces, capitán en el último campeonato, para mí esa etapa fue un sueño cumplido porque era el equipo que siempre había apoyado y en donde siempre me visualicé", afirmó.
Consolidado como uno de los grandes del futbol mexicano y seleccionado nacional, fue llamado en 2015 por la Premier League para incorporarse al Watford FC; meses después fue cedido a FC Porto, equipo con el que logró otra de sus grandes hazañas,jugar una UEFA Champions League. "Cuando juegas en México tu máximo llegar a un Mundial, pero sabes que no necesitas estar en un grupo selecto de clubes parta lograrlo; si rindes en tu club se abren las puerta y con tus actuaciones vas reafirmando hasta ser seleccionado nacional. Lo que yo nunca me imaginé es llegar a un club perteneciera a ese grupo selecto; fue increíble escuchar en vivo ese himno que tantas veces escuché en televisión, fue una locura. Cada vez que veo ese video vuelvo a tener la misma sonrisa de ese día", recordó.
MÁS ALLÁ DE LAS CANCHAS
Para Layún los logros en el terreno de juego no son más que un reflejo de lo que ha cosechado en vida, porque antes de ser futbolista es una persona que ha madurado en base a sus experiencias. Con solo 21 años se convirtió en el primer futbolista mexicano en la historia de la Liga Italiana al firmar con el Atalanta Calcio, momento que cambió por completo su perspectiva.
"Acabábamos de descender con Veracruz y terminó mi contrato, el que era mi agente me llamó para decirme que un par de equipos en México me querían, pero que también había un equipo italiano interesado. Siempre he sido aventurero y creía que valía la pena lo que arriesgaba por lo que podría ganar, y me fui. Fue una gran experiencia que me hizo crecer sobre todo como persona, sin duda me marcó y me obligó a entender cómo adaptarte a una vida nueva, a un país nuevo, a un idioma nuevo. Fue un curso intensivo en muchas cosas y me trajo mucha maduración en la parte personal", dijo.
Todas esas enseñanzas le han ayudado a distinguir lo verdaderamente importante en la vida, pero también ha sido gracias al apoyo de Ana Laura, su pilar más importante. "Me quito el sombrero con ella, como mujer es sumamente valorable lo que ha hecho en cada momento de nuestras vidas porque creo que a veces la gente ve la parte bonita del futbol, la fama, un buen contrato, ser figura, y se queda rezagado la parte de los sacrificios con la familia. Ana no solo me ha acompañado, es mi pilar más importante y es sin duda la que hace hogar; somos una familia afortunada a la que nos han recibido muy bien y nos sentimos en casa en cada una de las ciudades que hemos pisado, pero esto es definitivamente por la labor de Ana", recalcó.
Ese espíritu competitivo del que tanto se enorgullece Layún lo llevó a explotar su lado emprendedor y convertirse en socio de Café 19, Soccer Supplement y 19esports. "Una las cosas bonitas de esta profesión es que al terminar de entrenar tenemos la tarde libre y yo me he encontrado con otra pasión que no tiene la fecha de caducidad que tiene el futbol, el emprendimiento", aseguró.
"Cuando empecé a conocer el mundo empresarial me hizo click y realmente disfruto dedicar mis ratos libres a mi familia y mis negocios".
¿RETIRO EN PUERTA?
Decir adiós no es algo fácil, reconoce, pero al voltear atrás y ver su carrera Miguel Layún se siente satisfecho con lo que ha logrado hasta ahora. "De repente nos negamos un poco al retiro por miedo a dejar atrás la vida del futbolista. Llevo más de la mitad de mi vida haciendo esto y estoy feliz por haber alcanzado todo lo que me he trazado. Acepto que estoy tranquilo con lo que he hecho y en el momento que el retiro tenga que llegar estoy abierto de brazos; no tengo miedo dejar a la celebridad de costado, creo que soy lo que soy por la persona, no por el futbolista", concluyó.