La empresaria y emprendedora se ha encargado de estudiar y viajar de manera constante, lo que ha hecho que conozca a más personas y convivir con diferentes personalidades. Su estilo de vida hizo que, poco a poco, la fueran ubicando y quisieran seguir sus pasos a través de las redes sociales. Actualmente cuenta con 53,4k seguidores en Instagram, algo que Mariana no tenía planeado: “esto pasó sin querer, literal, solo generé demasiadas relaciones. Después las marcas comenzaban a regalarme productos, incluso marcas muy reconocidas”, comentó. La palabra influencer tiene muchos significados, todo depende de la persona que lo use, pero para Mariana, es reflejar un estilo de vida positivo, tanto para las mujeres como para los hombres, incluso inspirar, motivar y reflejar felicidad.
La parte favorita de la socialité es recibir regalos, no importa la marca que sea, ella siempre se muestra muy agradecida de que la tomen en cuenta para ser parte de las estrategias: “he trabajado con Steve Madden, Elevación (cremas para el rostro), Chivas Regal, Tony Molly, Bioderma y, hoteles como Canal Tulum, Mi Amor Hotel & Spa Tulum y Vagalume. También trabajó con aquellas que apenas están comenzando, me encanta apoyar, sobre todo, a las mujeres que emprenden”, indicó.
Como toda mujer aspiracional, a Mariana le gustaría trabajar para casas como Chanel y Dior, dos grandes en la industria del diseño, moda y perfumería. Sin embargo, eso no lo es todo para Mariana: “creo que lo más importante es reflejar cosas positivas y apoyar a las nuevas marcas”, aseguró. Tener voz ante miles de personas conlleva una gran responsabilidad y la empresaria lo tiene claro.
Aunque la joven disfruta de los regalos que le hacen llegar, también hay personas que, como en todo, no están de acuerdo en la manera en que Mariana se desenvuelve: “tengo mi cuenta abierta, así como hay gente con mucha vibra buena, también tengo haters. Es gente envidiosa y esa parte es complicada”, confesó.
Y más allá de la parte social, sus planes como empresaria siguen muy presentes, cuenta con dos marcas: Casa M Store y Wear to Respect. La primera tiene cinco años y nace de la creatividad que tiene Mariana con la ropa: “tomo prendas, las corto, hago otra versión de ellas y coso a mano. Me encanta buscar opciones y, aunque no estudié diseño, considero que tengo un gran talento que me gusta explotar. El nombre es por mi inicial, agregando la idea de simular el espacio como una casa; tiene su sala y clóset para que puedan tomar café mientras las guío en lo que necesiten”. El objetivo de esta marca es que las mujeres puedan usar diseños de calidad, se sientan a gusto con las piezas y, luzcan modernas a un precio accesible: “el objetivo es que no tengas que ir a una boutique y gastarte un dineral por una pieza que usarás en pocas ocasiones, porque así somos muchas mujeres, no nos gusta repetir en varias ocasiones la misma pieza”, comentó.
A diferencia de Casa M, la marca Wear to Respect está por lanzarse a mediados de noviembre y se caracteriza por evolucionar la manera de maquilar: “La primera colección tiene pants creados con algodón reciclado. Además, por cada pieza que compren, se sembrará un árbol en zonas de reforestación. Cada producto tendrá un código que habla sobre el amor que le tenemos a la Tierra, así que, más que algo en tendencia, es el cómo concientizar a las personas y espero, de todo corazón que funcione”, dijo.
Y como diría Coco Chanel, una de sus diseñadoras favoritas: “una mujer debería ser dos cosas: elegante y fabulosa”. Mariana destaca por sus looks vanguardistas y clásicos a la vez, quien siempre a ha sido una fiel seguidora de la moda y el estilo: “mis marcas favoritas son Bottega Veneta, Raisa Vanessa y claro, Chanel”, finalizó.