Los deportes al aire libre siempre nos conectan con la naturaleza llenándonos de energía, pero hay uno en especial que además nos hace sacar la adrenalina y diversión pura que traemos dentro, se trata del wakeboard, deporte que practica Mariana.
¿Cómo inició tu pasión por el wakeboard?
Desde muy chica mi papá nos inculcó a mis hermanos y a mí a disfrutar toda actividad al aire libre, una de ellas pasar los fines de semana en la lancha impulsándonos a que nos gustara esquiar. Fue hasta los 14 años cuando me subí a la tabla de nuevo y descubrí mi pasión más grande. Conocí grandes atletas que me inspiraron a llevarlo a otro nivel. Desde ese entonces no me he bajado de la tabla y mi sueño de ser profesional y poder representar a México cada vez es más grande.
¿Qué es lo que más te gusta de este deporte?
La adrenalina que siento al estar con tanta velocidad saltando y dando maromas o giros por encima del agua. Estar en el agua me ofrece una sensación de simplicidad, de claridad. Pero, sobre todo, una satisfacción. Este deporte además de ser complicado y muy demandante es muy gratificante, desde las personas que he llegado a conocer y pasar largas horas en el agua junto con ellas, hasta cómo me ha ayudado a formar la persona que soy hoy en día.
¿Cuáles fueron los retos a los que te fuiste enfrentando?
Es un deporte que no es muy accesible y que depende de muchos factores, uno de ellos es el conseguir una lancha en la cual esquiar, la cantidad de gasolina que se consume, buenas condiciones de agua y clima, falta de entrenadores, consumo de tiempo, etcétera. Además, otro reto es la fuerza física y mental, ya que se requiere de ambas para llegar a hacer trucos difíciles.
¿En qué competencias has participado y cuáles reconocimientos has obtenido?
He participado en cinco tours nacionales que consisten en tres paradas por temporada. Además, he llegado a participar en dos mundiales y este último en Cancún, Quintana Roo, quedé en segundo lugar amateur. Muy feliz y agradecida con el resultado.
¿Cómo iniciaste a dar clases de wakeboard y qué significa esta experiencia en tu vida?
Empecé hace dos años, me di cuenta de la cantidad de personas que tenían las ganas y el interés por el deporte, pero no había quién les enseñara. Se me hizo una gran oportunidad para compartir mi pasión y para tener un ingreso que me ayude a pagar los gastos de éste. Estoy muy contenta de ver que estas clases han ayudado a muchas personas a crecer y a enamorarse del wakeboard.
¿En qué consisten tus clases, dónde las realizas y cuáles son los requisitos para que las personas puedan tomarlas?
Primero explico las reglas básicas del wakeboard arriba de la lancha para que la persona aprendiendo esté familiarizada con la posición correcta y que además pueda preguntar antes de entrar al agua. Estando en el agua también se hacen ciertos ejercicios para practicar antes de avanzar con la lancha. Cuando la persona se siente segura, la lancha arranca. Durante toda la clase me comunico a través de un casco con micrófono y unos audífonos con la persona en el agua. Es así como voy corrigiendo y que así aprenda a esquiar mejor. Las clases consisten entre 20 y 30 minutos, todo dependiendo de cómo se vaya sintiendo el esquiador. Las clases se realizan en la Presa La Boca y me pueden contactar por medio de mi cuenta de Instagram @marianarodw.
¿Cuál es el equipo que utilizas para practicar este increíble deporte?
Lo más importante es una lancha, y junto con ella alguien que sepa y pueda manejar. Una tabla y botas con la medida según la estatura y peso del esquiador. Nunca puede faltar un chaleco salvavidas, una cuerda y un traje de baño.
¿Cuáles son las medidas de seguridad que le recomiendas a la gente que quiera practicar el wakeboard?
Además de un buen conductor de lancha, tener otra persona como observador que observe al esquiador en todo momento. Un buen chaleco salvavidas, medida exacta y buen flote. Una tabla adecuada al nivel del esquiador y botas a la medida. Escuchar muy bien las indicaciones del coach para que no se presente una caída muy fuerte.
¿Cuál es la mejor época del año para vivirlo al máximo, en qué momento del día lo recomiendas practicar y cuántos días a la semana, para ser todo un profesional?
La mejor temporada es el verano y en especial por las mañanas, ya que las condiciones del agua son las ideales para entrenar, es decir, no hay olas en la Presa. Sin embargo, hago mi mayor esfuerzo para no dejar de entrenar, incluso en pleno invierno. En lo personal, me sirve practicar entre tres y cuatro veces a la semana, cada set de 25 a 30 minutos.
¿Qué le recomiendas a la gente que aún no se atreve a esquiar en el agua?
Creer en ellos mismos. Es normal tenerle miedo, pero cuando por fin después de mucha persistencia logras estar de pie sobre la tabla deslizándote sobre el agua, es un sentimiento de adrenalina satisfactorio.
Entrena por las mañanas la parte física de su cuerpo y por las tardes se va a nadar, sale a caminar o correr. Nos platicó que tiene una buena alimentación junto con la preparación física para estar lo suficientemente fuerte y preparada, y así soportar sesiones duras de entrenamiento. Se programa un día antes de ir a esquiar para tener ocho horas de sueño y levantarse muy temprano para hacer 35 minutos en el carro y llegar a tiempo para las mejores condiciones del agua. Usualmente pone su playlist favorita. Calienta su cuerpo estirando un poco y saltando ahí mismo en la lancha antes de entrar al agua. Sus sets duran aproximadamente 25 o 30 minutos. Después de esquiar, come algún snack y dependiendo del día se regresa a sus clases o se queda con sus amigos para seguir disfrutando del día en la lancha.