María José Aragón le dice adiós a un año lleno de aprendizajes

SOCIEDAD TAMAULIPAS

Para Majo lo más importante en su vida son sus hijos, le encanta las fiestas en casa de su abuelo junto con su familia, la tradición para ella es abrazar a sus seres queridos a media noche deseándoles lo mejor para el año entrante.

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María José Aragón / Foto: José Chang

Lo más importante para Majo son sus hijos, ya que ellos merecen todo su amor, se siente muy feliz que ya tiene tres años de regresar a Tampico después de vivir cinco años en Playa del Carmen y seis en Dubai. Ama pasar estas fiestas en casa de su abuela junto con sus papás, hermanos, hijos, todos los tíos, primos y sobrinos, considera que son una big happy family.


Añoraba volver a vivir esta época en casa con su familia, recordar todo lo que vivió de niña y que sus hijos que nacieron y crecieron en Dubai, formaran parte de ella.

La tradición familiar de Majo es, abrazar a sus seres queridos a la media noche, todos teniendo su respectivo vaso con 12 uvas para pedir 12 deseos al son de las campanadas y la cuenta regresiva. ¡Es fan del ambiente que se respira de felicidad, de festejar, de dar, de aportar, de ser mejores personas, para dar todo en estas fechas, considera que así deberíamos de vivir siempre!

El 2021 le dejó miles de aprendizajes y mucha gratitud, también un equipo de mujeres increíbles con las que trabaja virtualmente todos los días y ya considera familia. Le dejó una gran experiencia en sus viajes de trabajo a diferentes países. La satisfacción de ayudar a cada vez más mujeres a generar ingresos fortalecer el equipo que tiene con sus hijos y sus padres en su casa.


Este 2022 se propone seguir creciendo como persona, tratar de ser siempre una mejor mamá para sus hijos, una mejor hija, una mejor hermana, una mejor amiga, ayudar a las mujeres a crecer y a emprender.

Majo en sus palabras: Tengo 39 años y soy apasionada del ejercicio, el vino y las carcajadas. Me encanta el sushi, las ensaladas y el café pero al mismo tiempo, me da igual si me quedo sin comer. Odio el maíz. No podría comerme un taco, un tamal una gordita... vamos ni unas palomitas. En mi casa siempre se han reído de mi como la suiza... o la adoptada. Fue trabajo de mis papás educar a mis hijos para que comieran tacos. Obvio lo lograron.


Amo correr, es el espacio donde mi mente se libera y conecta con mis sueños, forzando mi cuerpo, llevándolo al límite, cuando las piernas siguen porque tu cabeza se los ordena. Esa adrenalina me da vida.

Estoy enamorada del mar y la brisa y la libertad que se respira ahí, podría pasar horas mirándolo, escuchándolo. Orgullosamente tampiqueña de haber crecido y vivido una infancia en la playa y poder compartir esto con mis hijos.

Soy muy abierta y muy transparente. A veces me arrepiento de serlo, me pone en una posición muy vulnerable, pero es mi esencia y me acepto. Hablo mucho y muy rápido. La vida me ha enseñado a hablar menos, también sonrío mucho y doy de más! También la vida me ha enseñado a dar de menos. Porque conmigo hasta el final, all in. No hay medias tintas, es blanco o es negro. Soy esa amiga o esa pareja que no te va a soltar. Pero con una cuchillada, estás fuera de mi vida en dos segundos.


Me desespera la tele. Los cines no son lo mío. Nunca fui buena estando sentada, siempre preferí los libros. Ahora con la edad trato de forzarla y verla. Soy muy puntual. No me gusta que me hagan perder mi tiempo. La gente dice que estoy más flaca de lo que yo siento o creo, pero yo estoy feliz en mi cuerpo. Soy Leo, soy extrovertida, escandalosa, intensa, apasionada, siempre queriendo ser el centro de atención. Amo reír y hacer reír. Me aviento buenísimas puntadas. Soy muy exigente conmigo misma y sobre protectora con los míos. Soy feliz en el momento y me adapto a todo porque sé que la vida es un cambio constante. ¡Soy Majo!


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