La primavera trae consigo nuevos aires llenos de color, luz y renovación. Para Majo Garabana, diseñadora y madre de familia, esta estación representa mucho más que un cambio de clima: es un reflejo de su propia vida, donde el crecimiento, la creatividad y el amor florecen en cada proyecto y en cada instante con su familia.
Desde joven, Majo descubrió su pasión por el diseño. Le fascinaba combinar texturas, colores y formas, buscando siempre la armonía perfecta en cada creación. Su talento innato la llevó a especializarse en Diseño Textil, un mundo donde pudo expresar su visión y sensibilidad artística.
“La moda es más que ropa; es una forma de comunicar quién eres, de transmitir emociones y de dejar una huella”, comparte Majo. Su trabajo se ha caracterizado por la originalidad y el cuidado en los detalles. Cada pieza que diseña tiene un mensaje, pues en sus palabras, la moda también “es un lenguaje no verbal que nos habla mucho sobre los demás y sobre nosotros mismos”, lo que significa que con cada prenda busca reflejar su esencia.
La maternidad: la mayor fuente de inspiración de Majo Garabana
El papel de madre ha sido, sin duda, el mayor desafío y la mayor bendición en la vida de Majo. La llegada de sus hijos transformó su forma de ver el mundo y, con ello, su enfoque creativo. Aprendió a equilibrar el exigente ritmo del diseño con la ternura y la entrega que demanda la maternidad.
“La maternidad me enseñó a ver la belleza en lo cotidiano, en las risas espontáneas, en los pequeños momentos que realmente hacen la vida especial”, dice con una sonrisa. Sus hijos han sido su mayor inspiración, recordándole que la creatividad y el amor van de la mano.
SAK Novias por Héctor Serna y Majo Garabana
Si bien su mayor logro ha sido formar una familia. En su momento, trabajó en conjunto con el diseñador Héctor Serna con quien inició una marca de vestidos de novia.
Este proyecto brindó a Majo muchas satisfacciones pues vio a grandes amigas y mujeres portar sus creaciones en uno de los más importantes para ellas. Más allá de crear piezas estéticamente bellas, ella ha buscado que su trabajo tenga un impacto positivo en la vida de las personas.
Además, su filosofía de vida se basa en, tal como lo hacen las estaciones del año, saber soltar y dejar atrás etapas, personas o piezas que ya no te dan ilusión para darle una oportunidad de entrar en su clóset nuevas prendas y experiencias. “El objetivo es lograr que las pequeñas cosas cotidianas, como vestirnos, nos hagan felices”, sostiene.
Mientras observa cómo sus hijos crecen y sus deseos cobran vida, la creativa sabe que aún queda mucho por hacer. Sueña con crear un negocio propio con el cual pueda seguir inspirando a otras mujeres a encontrar su voz a través del diseño y, sobre todo, con seguir disfrutando de la belleza de lo simple.
“La primavera nos enseña que siempre hay una oportunidad para empezar de nuevo, para florecer con más fuerza”, reflexiona. Así es su vida y su trabajo: un constante renacer, un ciclo de aprendizaje, amor y creatividad que sigue dando frutos.