“Es irónico que mi programa trate de experiencias paranormales, porque soy supermiedoso”, confiesa Luis. “Sin embargo, me parece interesante hablar de esos temas, porque todas las personas han vivido algo sobrenatural o conocen a alguien que las haya experimentado. Nos enfocamos en que la vida tiene que ser lógica y por eso desechamos lo fantástica e inexplicable”.
Durante la pandemia, Luis escuchaba podcasts y canales en YouTube en los que hablaban de experiencias paranormales o de misterio, fue así como, junto a sus amigos, decidió transmitir su propio podcast: ¡Ay Nanita!. “Independientemente de lo que uno crea, estamos seguros de que hay un ‘más allá’”, agrega.
“Siempre hemos sentido fascinación por lo desconocido, por saber qué es lo que ocurre cuando uno muere, entonces, a partir de eso comenzamos este anecdotario paranormal, para compartir y escuchar a quienes hayan presenciado algo sobrenatural”.
Luis ha sido testigo de varias experiencias paranormales a lo largo de su vida. Una de ellas fue en la universidad, cuando vio a una persona desconocida en la casa de un amigo. “Cuando le dije y le describí cómo era la persona me pidió, que se lo contara a su papá. Resultó que era su hermano, que había fallecido hace unos años en un accidente. Aún recuerdo que al verlo al otro lado de la ventana sentí escalofríos, porque no estaba flotando ni nada por el estilo: caminaba como una persona normal”, admite riendo de manera nerviosa.
Al preguntarle acerca de sus inspiraciones, Luis menciona a Paulette, La Reina del Misterio, una youtuber colombiana que crea contenido acerca de casos criminales o inexplicables; también habla del conocido programa Leyendas Legendarias (con quienes ya han colaborado en dos ocasiones), así como la serie de Netflix Scream.
“Es curioso, pero en varias ocasiones nos han preguntado si nos inspiramos en Juan Ramón Sáenz y su programa, La Mano Peluda”, dice Luis. “No recuerdo haberlo escuchado cuando era chico, pero es un halago que nos lleguen a decir que ¡Ay Nanita! es el equivalente del programa de radio que tanto asustó a México, pero enfocado a las generaciones del Internet y las redes sociales”.
En cuanto a la diferencia que existen entre los podcasts y programas de radio, Luis está seguro de que los primeros son más accesibles al público gracias a su formato, ya que los episodios están disponibles al instante y es posible pausar, regresar o adelantar. Por su parte, en el radio hay un horario específico, el cual dificulta que se pueda escuchar si el tiempo de la audiencia no coincide con el de la transmisión.
“Lo interesante que ha pasado con las plataformas y las redes sociales es la manera en que nuestros seguidores consumen ¡Ay Nanita!”, comenta Luis. “Durante la pandemia iniciamos un formato de transmisión en vivo por Instagram, después nos convertimos en un canal de YouTube –lo cual permitía que nos vieran a todo momento, sin limitarse a un horario–, pero lo que funciona mucho y no ha cambiado es el contenido. Cuando tienes un tema interesante, que te apasiona y del cual puedes hablar sin problema, no debe preocuparte la producción. Ese es el principal atractivo y el sostén del proyecto”.
Sobre las dificultades que ha tenido, Luis comparte que han sido los imprevistos que surgen durante una colaboración, como la conexión de internet o el coordinar agendas. “Pero eso es poco comparado con lo mucho que disfruto el estar con mis amigos, platicar de algo que nos gusta y divertirnos. Además, me encanta entrevistar a las personas, que me cuenten y asusten con sus experiencias paranormales”, concluye.