Liliana Gaytan exalta la riqueza de nuestro país

SOCIEDAD HIDALGO

"Estoy sumamente orgullosa de haber nacido aquí”, afirma. Puede escucharse trillado, pero para Liliana, como México no hay dos.

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Liliana Gaytan. Fotos: Carlos Dayan Aparicio

“Estoy orgullosa de mi nacionalidad, de mi identidad, de mis tradiciones”, asegura. Nuestro país es tan rico, que existen muchísimas formas de celebrar las fiestas patrias.

La familia Montes Gaytan cree que el patriotismo se construye cada día, dándole valor a los elementos que nos identifican; aún así, el Día de la Independencia, todos visten alguna prenda de diseñadores oaxaqueños como: El Baúl de Sofía, Sugmar, La Teca de Oro, Arellanos o Los Huipiles de Lola. Fanáticos del karaoke, esa noche suenan a todo volumen temas como México en la Piel, El Pastor o El Feo.

En su mesa abundan los antojitos mexicanos como pozole, tostadas, quesadillas, sopes, chiles en nogada, pambazos, tamales, y por supuesto, no puede faltar alguna variedad de mole oaxaqueño. Roberto, su esposo, prefiere las tlayudas y las acompaña con mezcal. De botana hay chapulines y gusanos de maguey, típicos de Oaxaca.

Aunque Liliana nació en la Ciudad de México, se siente oaxaqueña; en ese estado al sur del país vivió los momentos más importantes de su vida. “Fue ahí donde me encontré conmigo misma; en aquel sitio tengo las memorias más felices y más tristes”, asegura. Hace 10 años que se fue, pero Oaxaca nunca salió de su corazón; sigue teniendo familia en todas las regiones, desde el Istmo de Tehuantepec, hasta Valles Centrales, San Carlos Yautepec y Salina Cruz.

Los buenos amigos no se olvidan, como Ángela Emiltzy Amaya, Luis Felipe Hernández Hunderwood y César Martínez, personas que le dejaron huella y que hasta ahora siguen presentes.

Por eso Lily ama vestirse de tehuana, uno de los trajes regionales mexicanos más conocidos y admirados en todo el mundo. “Yo siento que nuestros bordados y trajes típicos son como nuestra segunda piel, en ella se envuelve una historia milenaria. También siento que son un recuerdo de que fuimos conquistados, pero que nuestras raíces siguen aquí; es por eso que debemos difundir nuestra cultura, porque pudieron habernos quitado todo, menos nuestra esencia y lo que somos. El día que perdamos eso, lo perdemos todo, nos dejamos de llamar mexicanos”.

Le llena de orgullo portar un traje hecho por las manos de las artesanas, quienes dedicaron días y semanas para crear esta obra de arte. Tan es así que, grandes diseñadores de talla internacional están utilizando bordados mexicanos en sus nuevas colecciones. “Nuestros bordados son únicos, nos dan una identidad ante el mundo; muchas veces los extranjeros los aprecian más que nosotros mismos”, lamenta.

Liliana quiere ver a México siempre hacia adelante, pero sabe que aún nos falta mucho que trabajar como sociedad. “Somos un país con recursos naturales invaluables, con mucha gente muy trabajadora y llena de sueños; pero nos la vivimos echándole la culpa al gobierno, se nos olvida que los primeros que debemos cambiar somos nosotros. Debemos ser más honestos, más conscientes, estar en la búsqueda del conocimiento, solo así llegaremos a ser más grandes”, concluye.

TRAJE DE TEHUANA

Se conforma de dos piezas: el “huipil”, la blusa, y la “enagua”, la falda larga. Existe el traje de gala, media gala, y el de uso diario. El de gala se usa para grandes eventos como las bodas o cuando se es anfitriona de alguna vela (fiesta itsmeña). El traje de media gala se usa en eventos como XV años, bautizos y cumpleaños. El de uso diario, como su nombre lo indica, es para la vida cotidiana. Sus piezas están hechas de satín o terciopelo y llevan bordadas flores de distintos tipos y colores. Se complementa con diversos accesorios como alhajas de filigrana de oro, listones de colores, flores y el tocado o “resplandor”, hecho de encaje almidonado blanco. Este último se utiliza para cubrir la cabeza y las joyas al entrar a la iglesia.

Con el traje de tehuana se pueden usar dos tipos de peinado: trenzas sueltas o atadas sobre la cabeza en forma de rodete con listones entretejidos. El lado derecho de la cabeza es adornado con un racimo de florecitas y cuentas doradas (lluvia). Si quien lo porta es casada, el moño va a la derecha; si es soltera, a la izquierda. El de uso diario es más sencillo.

“OYE LA VOZ DE MI ANGUSTIA, QUE LLORA Y QUE CANTA QUERIENDO VOLVER; LINDO OAXACA DE MI ALMA NO QUIERO MORIRME SIN VOLVERTE A VER”.  (Susana Harp)

LA GUELAGUETZA

Es la máxima fiesta de los oaxaqueños. En julio, todo el estado se viste de gala para recibir visitantes nacionales y extranjeros. Se ha ganado el reconocimiento internacional, al ser catalogada por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad y la fiesta étnica más grande de América.

CELEBRACIÓN EN FAMILIA

Lily comparte el fervor de estas fechas con cada miembro de su familia. Esto es lo que ellos opinan:“ Para mí, las fiestas patrias son el momento perfecto para estar en familia y recordar ese sentimiento de libertad e independencia. Me gusta mucho subir fotos sintiéndome súper orgullosa de ser mexicana”. 

Jared“ Me gustan las fiestas patrias porque son divertidas y hay mucha comida. Me gusta cantar, aunque mi hermana canta muy bonito y se apodera del micrófono”.

Ricardo“ Las fiestas patrias simbolizan el levantamiento que tuvimos hace tiempo contra la opresión. Estamos en un magnífico mes para unirnos como mexicanos en un sentimiento de hermandad. ¡Viva México!”

Roberto


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  • Elliott Ruiz