Ella disfruta hacer ejercicio, comer saludable, salir con sus amigas, estar con su esposo y su familia, ver series, viajar y compartir sus experiencias por eso tiene una cuenta especial.
"El cáncer de seno me recordó lo valiosa que es la vida y lo frágil que puede ser, así que cada día es una nueva oportunidad para disfrutar y aprender. Debemos aprovechar cada momento con intensidad y gratitud, enfocarnos en lo que realmente importa, dejar atrás miedos y buscar las cosas que nos hagan sentir felices y plenas”, compartió Karla Torres.
A partir de que tuvo la enfermedad comenzó a llevar una vida más saludable. En mayo de 2018 Karla descubrió una bolita en su seno izquierdo, pero tardó un año en que se la checaran y en sus primeras revisiones con el ginecólogo le dijo que era de agua, pero en junio 2019 fue con una radióloga, quien la canalizó con un oncólogo y le hizo una biopsia y le confirmaron que se trata de un tumor maligno, que le extirparon un mes después. Fue una noticia difícil asimilar sobre todo porque no creía que fuera verdad, debido a que tenía un estilo de vida sano.
“En ese momento pasaron mil cosas por mi cabeza, la primera fue que de eso no iba a morirme, creo que me dio más coraje o pesar pensar en todos los planes que tenía ese año y que a lo mejor no podría hacer”
Se considera una mujer perseverante, autentica, adaptable, inteligente, amable, creativa, disciplinada, persistente e incondicional, también es organizada, perfeccionista, trabajadora, tiene mucha vida y energía. Le gusta prepararse y superarse de manera constante, por lo que está por iniciar su segunda maestría.
Después de la extirpación del tumor tomó quimioterapias y los médicos le dijeron que no podría tener bebés por al menos cinco años, lo que representó una crisis, tuvo mucho enojo y tristeza.
“Creo que nunca en todo mi proceso llore como ese día, y me costó varias semanas asimilarlo”.
El mayor desafío fue la recuperación de la operación, y aunque le fue bien, pasaron varias semanas de dolor ante de seguir con su rutina de ejercicio. Después en las quimioterapias lo más difícil fue sentirse demasiado débil, con insomnio, no tener ganas de comer y toda la comida le sabía feo, recuperación le tomó meses.
Enfocada en metas
Por cumplir con sus planes de viajes Karla hizo todo por estar bien y tener metas de vida le ha ayudó a dar dirección y propósito a todas sus actividades, a enfocar su energía y tiempo en lo que realmente le importa, priorizar lo que le ayude a crecer personal y profesionalmente.
Nunca quiso que los demás la vieran como víctima, siempre se mostró fuerte ante ellos y no dejó de salir con sus amigas, incluso programaba las quimios para hacer sus actividades personales. A partir de ahí, hace cosas que la hacen feliz y la emocionan, el ejercicio le ayudó mucho, por esa razón nunca lo dejó ni durante sus quimioterapias.
“La parte más difícil física y emocional fue definitivamente la de perder el cabello, no hay nada que se compare al miedo de que llegue ese momento, porque al final esa es la parte más gráfica del cáncer. Es verte al espejo y no reconocerte, es perder una parte importante de ti, y además es un proceso que tarda varios años en regresar al punto en el que te sientas tú nuevamente”, explicó.
Aunque durante el tratamiento tuvo altas y bajas, su actitud siempre fue positiva, le ayudó mucho la compañía y comprensión de su familia, su esposo, sus amigos y la gente con la que trabaja.
“Cada quimio, cada radiación, intentaba concentrarme en que eran parte de mi recuperación, de mi camino a la sanación. Y en estos años cada que me hago los estudios rutinarios y todo sale bien, me da mucha alegría y satisfacción saber que sigo en ese camino de sanación. Y físicamente, el ver mi cabello larguísimo y sano ha sido un recordatorio de mi recuperación”, relató.
Orgullosa de sí misma
La enfermedad le enseñó más sobre ella y la hizo sentirse orgullosa de sí misma, al querer “comerse” el mundo, buscar sus sueños porque la vida es efímera y nunca se sabe cuándo pueda presentarse algo que impida seguir disfrutando de ella.
“Con el cáncer aprendí que también soy muy valiente, fuerte, resiliente, siempre con ganas de salir adelante, no me doy por vencida fácil, y además me hizo imparable, y me dio las ganas de comerme el mundo y de seguir cumpliendo mis sueños”, explicó.
Su esposo fue un gran pilar en el tratamiento, le cocinaba, la obligaba a comer sano para verla fuerte, le ayudaba en todo, estaba pendiente de ella, en búsqueda de su recuperación, era su apoyo sobre todo cuando la raparon y en los días más difíciles siempre busco sacarla adelante.
Una de las etapas más difíciles por las que atraviesa es la menopausia inducida, pues anímicamente le ha costado mucho trabajo saber que no podrá tener hijos y tendrá una vida diferente a todas las mujeres que la rodean, por lo que ha dudado si en un futuro quiere o no hijos.
Por otro lado, dijo que su vida profesional no se vio afectada porque las personas con las que trabaja siempre se preocuparon por ella y estuvieron pendientes, por no se sintió presionada, ya que siguió trabajando para distraerse y pensar en otras cosas.
Gran aprendizaje
Karla y otras sobrevivientes de cáncer empezaron un chat a través de whatsapp a través del que se apoyan, escriben sus dudas y se sienten acompañadas. Hoy en día lo integran más de 70 mujeres de varios lugares de la república, desde los 24 años, hasta más de 60 años.
“Ha sido una gran red de apoyo para todas, porque siempre hay cosas que los doctores no nos dicen o no nos entienden. Tenerlas es una de las cosas más bonitas que me dejó esta enfermedad, porque no hay nadie que entienda mejor que una persona que vive lo mismo que tú”, aseguró.
A las mujeres que pasan por la enfermedad les aconseja buscar ayuda, en redes sociales porque en su caso lo que más le ayudó fue tener tanto apoyo, cariño y compañía, pero lo más importante para cualquier es hacer conciencia de la importancia de no dejar pasar cualquier anomalía que encuentren en su cuerpo.
“El cáncer de mama no perdona edades, tengo conocidas y amigas desde los 23 años hasta más de 60 pasando por esto, y siempre, siempre, la diferencia será un diagnóstico temprano”, finalizó.