México es un país con una gran riqueza histórica y cultural; la arquitectura, gastronomía, arte, naturaleza y todo el bagaje que se ha formado durante el paso del tiempo han definido nuestra identidad a nivel internacional.
En la cuna de la charrería y la capital del pulque se encuentra un monumento arquitectónico que reúne años de historia, conserva las tradiciones y muestra el compromiso de exaltar el orgullo de ser mexicano. Con una vista impresionante de los llanos de Apan y de los míticos volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, la Hacienda Zotoluca ha preservado su historia y esencia, que al día de hoy forma parte importante en la reactivación económica de la zona.
Desde la entrada puedes ver el panorama general de la hacienda, un asombroso conjunto arquitectónico que te cautivará. Al adentrarte al ahora hotel boutique, dirigido por el empresario Julio Uribe, la decoración te envuelve en un ambiente colonial y la admiración surge desde cualquier punto que observes, gracias a que cada espacio está diseñado con materiales elaborados dentro de la misma.
El shooting
Julio abrió las puertas de la hacienda para CHIC Magazine y mostró un espacio en remodelación nunca antes visto donde andamios, pedazos de madera, un sillón forrado con piel de vaca, un baúl antiguo y diferentes decoraciones crearon la combinación perfecta con su traje de charro para esta exclusiva sesión.
Para él, la indumentaria charra es una obra de arte que admira por su manufactura única con bordados a mano, botones hechos a partir de cuernos e hilos de oro y plata.
Cuenta que la charrería nace en las haciendas de Apan a partir del oficio de doma de ganado, la ropa que se usaba era para el trabajo diario, pero desde que se nombró la charrería como un deporte, se implementaron reglas para portarla adecuadamente.
“La charrería es algo con lo que crecí, mis abuelos se vestían así para trabajar en su hacienda y estar en el campo, era como un protocolo. Sin embargo, hoy debemos portar el traje de charro con respeto y normalizar la indumentaria, ya que forma parte de nosotros como mexicanos”, expresó.
La sesión continuó en el corazón de la hacienda, la cocina, donde Julio demostró porqué la Zotoluca también es considerada una hacienda pulquera, y con la mejor disponibilidad, nos enseñó cómo hacer un curado de pulque.
Mientras nos explicaba el proceso, resaltó la importancia de esta bebida ancestral, “es muy importante difundir que la elaboración del pulque trae beneficios económicos a la región; ya que el maguey se aprovecha al cien por ciento, de él se extraen hilos para Ixtle y aguamiel, además sus pencas son utilizadas para hacer barbacoa, entre otros usos”.
El shooting concluyó con la degustación del curado de melón que preparó con pulque fresco elaborado en la hacienda.
Julio y el proyecto Zotoluca
Detrás del gran empresario hidalguense se encuentra una persona creativa y con muchos sueños; desde muy pequeño se ha involucrado en el campo, forjándolo como una persona trabajadora, fiel y amigable.
Él afirma que es muy bendecido por nacer en el mundo del campo, entre caballos, ganado, agricultores y gente que admiró y respetó. “Desde pequeño supe que en algún momento tomaría las riendas de la hacienda, hoy a mis 35 años, me toca ejercer y respetar el oficio de quienes están en mi camino y ayudar a exponenciar su trabajo”.
Al iniciar el proyecto de la Zotoluca hace ocho años en 2015, su principal reto fue construirse como persona y forjar credibilidad ante su equipo para que confiaran y trabajaran bajo sus instrucciones como director.
“Tenía a mi cargo a personas de hasta 60 años y me preguntaba ¿cómo le iban a hacer caso a un joven que no tenía ni idea de cómo manejar un hotel o de cómo hacer arquitectura, paisajismo, ni interiorismo? Sin embargo me metí desde la raíz a hacer las cosas para aprender y después ejecutarlas, eso ha sido un reto que hasta el día de hoy mantengo”, recordó.
Ahora Julio ha posicionado la hacienda a través de redes sociales y diversos medios de comunicación, como una plataforma de lo que se puede hacer en México, desde el rescate del patrimonio histórico y ecosistemas, hasta el impulso del turismo y la producción agrícola.
Además se encuentra en proceso de diversificación de la marca Hacienda Zotoluca con una línea de interiorismo en Palacio de Hierro, una colección de ropa disponible en el hotel Four Seasons de la Ciudad de México y eventos culturales donde muestra lo que se hace en la hacienda.
Mexicano altruista
Siendo hijo de padre mexicano y madre americana, Julio aprendió de las dos culturas, sin embargo al nacer y crecer en México, se dio cuenta que las familias de este país se caracterizan por la unión, esto lo ha llevado a contribuir con fundaciones hidalguenses por más de diez años y organizar el Festival de los Sentidos, donde lo recaudado es destinado para la Asociación Ciegos Fundación Hidalguense.
Así mismo, el compromiso que tiene Julio con la sociedad de Apan es muy visible, lo primordial para él es educar e impulsar a la comunidad a través de la agricultura, “tenemos el proyecto de un huerto de 40 hectáreas con ocho mil árboles frutales con el objetivo de que la cosecha y su reproducción fomente una red de productores; además de un programa de reforestación en el que se reparten cinco mil magueyes pulqueros al año a ejidatarios generando un ingreso económico a través del pulque y el maguey ”, finalizó.
Ahora que conocemos a fondo el lado altruista de Julio Uribe, el trabajo que hace por la comunidad, el amor que tiene hacia nuestro país y su dedicación por compartir nuestra cultura a través de la Hacienda Zotoluca, nos inspira a sentirnos orgullosos de ser mexicanos.