Con apenas un año y tres meses de edad, el pequeño Juan Leonardo ha llegado a revolucionar su mundo. Juan procura darle lo mejor a su hijo, pero sobre todo, estar al pendiente de cada uno de sus pasos. “Intento pasar el mayor tiempo posible con él para disfrutarlo al máximo. Me encanta tomar la siesta juntos, es muy padre”, dijo.
La paternidad cambió totalmente su vida.“Cuando te conviertes en papá, empiezas a valorar más cosas, comienzas a preocuparte por alguien más, a ya no pensar individualmente, sino en qué es lo mejor para una personita que depende de ti”, asegura.
Sus papás han sido pieza fundamental en la educación de su hijo, le han dado los mejores consejos y han estado ahí para apoyarlo en todo momento, a pesar de que los tiempos han cambiado. “Yo creo que la forma de educar ahora es muy diferente a la de antes. Lo importante es estar más atentos a los niños por el tema de redes sociales y acceso a internet, porque eso puede llegar a ser peligroso”, comenta.
Salomón describe a su hijo como un niño muy tranquilo y a veces hasta serio, asegura que nunca le ha hecho una travesura ni dado algún problema. “Él es muy risueño. De mí sacó la risa y el carácter”, presume. Aún recuerda cómo festejó su Primer Día del Padre, un día inolvidable, el cual tuvo oportunidad de pasar con su abuelo, su padre y su hijo. Espera que este año, a pesar de la contingencia, pueda celebrarlo con ellos reuniendo nuevamente a las cuatro generaciones.
Juan ha disfrutado tanto esta etapa, que no descarta la opción de tener otro hijo. “Ha sido algo muy bonito y me gusta bastante ser papá. De hecho, me gustaría tener otro hijo o hija tal vez”, finalizó.
"Mi hijo es mi mayor ilusión".
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