La moda ha estado presente de diversas formas a través de los años, ha evolucionado y creado texturas, combinaciones, materiales e ideas, todo esto con el mismo objetivo: comunicar arte. Es un medio de expresión en el que cada individuo proyecta y ejerce su ser más íntimo; sus emociones, estados de ánimo y su mayor aspiración; es una manera de liberarse a sí mismo, pues, como Alexander McQueen alguna vez dijo: “La moda debería ser una forma de escape, no una forma de aprisionamiento”. Por eso, cada vez que nace un nuevo talento en el diseño mexicano, compartimos sus ideas, ya que sus piezas pueden representar, mediante la indumentaria, a nuestros lectores.
Sheyla Rodríguez es una diseñadora egresada de Trozmer Centro Universitario y su pasión por este arte la ha llevado a crear su propio camino, uno que, estamos seguros se esparcirá por todos los rincones de México.
¿A quiénes consideras mentores del desarrollo de tu estilo?
Tuve una profesora en la universidad, Fabiola Montés, la pauta que ella establece quedó marcada en mí. Otro referente fue Raymundo Montiel, pero tomar la materia de Tendencias con Héctor Serna me abrió la perspectiva de todas las personas que trabajan en la industria y lo que esto involucra. Yo creo que con los tres en conjunto, desarrollé mi estilo actual.
¿Cómo fue el desarrollo del concepto para tu colección?
La colección se llama Dualiteit. Está inspirada en la dualidad de tribus antiguas del sur africano y tribus urbanas japonesas. Quise representar la fusión de estas culturas, por un lado, con los volúmenes, formas geométricas y styling que tienen los vestidos y, por otro, la paleta de colores es neutra con acentos originarios de las tribus africanas. Básicamente, la dualidad entre ambas tribus.
¿Cuántas piezas conforman tu colección?
Son seis looks. Uno es de dos piezas; un crop top, con textura plisada de espalda asimétrica y una falda recta plisada; un ovejero de falda estructurado sin peto y con tirantes unidos por argollas en color hueso; un top de hombros con volumen estructurado, minifalda envolvente con fajo alto y textura, vestido silueta V; vestido shift de escote cuadrado y un maxi vestido de talle ceñido en cintura, minivestido de estructura maxi.
¿Cómo es tu proceso creativo?
Primero investigo sobre un tema en el que quiera inspirarme, encuentro mi idea central, la desarrollo, aterrizo en forma de siluetas, texturas, colores y textiles, para después comenzar a bocetar. Hago un boceto de 30 looks, en este caso fueron 30 para sacar 6 conjuntos. Hago una depuración, luego vectorizo y les doy color y textura. Voy descartando hasta tener una colección completa, hago un brief, analizo la armonía y que todo me guste. Para comprar los materiales voy a CDMX, hago las compras necesarias y, una vez que tengo todo, comienzo con el proceso de producción y confección. Hago muestras en manta porque los diseños son muy experimentales y necesito una base para ir corrigiendo. Después realizo el shoot de las prendas listas y con el material hago el book completo para presentarlo.
¿A qué crees que se deba que no encuentres los materiales necesarios en la ciudad?
Mi percepción sobre el diseño en Puebla es que, la mayoría de las personas no experimentan con este tipo de propuestas, no se arriesgan a usarlas y, por lo tanto, las casas de textiles apuestan más por telas convencionales. Además de que las telas que usé tienen un precio más elevado porque son naturales.
¿Con quiénes te gustaría trabajar en un futuro?
Con Tino Portillo, stylist; Dorian Ulises López, fotógrafo; Isra Quiroz, makeup and hair artist y Yana Loboa, modelo.
¿Dónde te gustaría que se portaran tus piezas?
Yo las visualizo en editoriales. Sinceramente, la primera vez las imaginé como publicidad de mi marca como diseñadora, así que me arriesgué a hacer algo diferente para que otras personas puedan usar algunas de ellas, otras en cambio, son más editoriales, las tendrías que llevar en una red carpet o un fashion show.
¿Qué sentiste al ver tus ideas materializadas?
Ha sido de las satisfacciones más grandes de mi vida, aunque el proceso es muy complicado y agobiante, ver el resultado es muy satisfactorio.
¿De qué manera esperas que el público conecte con tus piezas?
Me gustaría inspirar, así como también que vean reflejada la historia que yo creé para la colección, y que realmente conozcan más de la parte visual que he desarrollado.
¿Cuáles son los grandes retos que enfrenta una diseñadora mexicana?
Yo creo que sobresalir, el diseño mexicano tiene mucho potencial, pero a veces tienen muy poca exposición. Así que uno de los mayores retos de tu trabajo es que la gente lo acepte y lo reconozca.