Ian Daniel Elizalde Rimada estudió la Licenciatura en Comunicación en la Universidad Iberoamericana Torreón, es el mayor de tres hermanos, sus papás son Víctor y Rosana y tiene dos mascotas Scully (que se llama así la serie de Los Expedientes Secretos X) y Dory (porque estaba perdida y la adoptamos).
CONTAR HISTORIAS
Confiesa que siempre le gustó contar historias para los demás, o incluso para sí mismo, pues hacía historietas detrás de los cuadernos y se las contaba a sus amigos y familiares. Con sus hermanos y primos jugaba mucho con los muñecos, inventando historias fantásticas y creando mundos en casa, copiando también lo que veía en televisión.
“El amor por el cine me lo inculcaron mis papás, con quienes veo una película todos los domingos desde que tengo memoria”, señala.
Relata que a los 11 o 12 años de edad, tenía una computadora con un programa de edición de video, entonces aprendió a usarlo. Luego tomó una cámara digital de fotos y junto con sus amigos salían al parque a grabar lo que se les ocurriera. Esa misma noche, Ian editaba y lo veían al día siguiente.
“Al no conocer la forma de hacer las cosas, éramos libres de hacer lo que quisiéramos y fue ahí donde descubrí que podía crear espacios y mundos que solo existían en mi imaginación”, agrega.
Cuenta que en la prepa ya tenía más conocimiento sobre cinematografía y gracias a un trabajo escolar, realizó su primer cortometraje, junto a varios de sus amigos.
“Le tengo mucho cariño a ese corto, ya que también fue mucho de experimentar y trabajar con sangre falsa, efectos visuales realizados por computadora y nosotros actuando dentro del mismo”, dice.
Cuando Ian entró a la universidad conoció a sus actuales colaboradores, los cuales son un montón de gente que es igual de apasionada por el cine.
“Nos conocimos gracias a una clase en donde realizamos varios cortometrajes y después formamos nuestra casa productora actual llamada Suré Films. En ella hemos realizado más de 10 proyectos”, indica.
FRECUENCIA
Ian es director y escritor dentro de las casas productoras Suré Films y Terregal Films. Asegura que sus principales inspiraciones detrás del corto Frecuencia son El Principito, Star Wars, el videojuego titulado Journey, Avatar: La Leyenda de Ang, Wall-E, The Legend of Zelda y Blade Runner, entre otras.
“Terregal Films es la casa productora que está a cargo de Anwar Pato Safa y Suré Films es la casa productora que formamos nosotros en la universidad. Pienso que nos ha ido bien como productora, ya que desde su formación no nos hemos encasillado en hacer las cosas por cumplir, sino que siempre hemos sabido que tenemos una herramienta muy poderosa, que es el cine, y queremos explorarla de la mejor forma”, asegura.
Suré Films está conformado por alrededor de 16 integrantes, que ya tienen su rol bien definido, lo cual les ha ayudado a desarrollar mejor los proyectos, aunque siempre están abiertos a explorar nuevos caminos y a experimentar.
"Mientras todos estemos enamorados de la historia que queremos contar, nada nos detiene”, aporta.
Hablando de su cortometraje, Ian comenta que la trama era algo que tenía dándole vueltas desde hace tiempo, tenía imágenes en su cabeza de un niño solitario en el fin del mundo, ya que quería tocar temas como la soledad y el siempre tener fe en algo. Dice que platicó su idea con Andrés, a él le interesó esta trama y juntos empezaron a idear la forma en la que podrían contar esta historia.
Ian asegura que antes su corto era algo mucho más complejo y fantástico, en algún punto de la historia había gigantes y el sol eclipsado, pero al final se fue simplificando y centrando en lo que de verdad valía la pena contar. Indica que grabaron el cortometraje Frecuencia en escenarios de Matamoros, Viesca, Torreón y Gómez Palacio.
“Lo que queríamos era crear conciencia sobre los conflictos entre la humanidad y lo que podría suceder si no nos unimos como sociedad. Hay temas como el cambio climático y las guerras que pueden llevarnos a un futuro como el que presentamos, y creemos que hoy más que nunca es cuando debemos hacer conciencia sobre esto”, indica Ian.
El joven asegura que quieren demostrar que sí se puede hacer Ciencia Ficción en México y sobre todo en La Laguna, que es importante valorar los espacios que tenemos cerca y ver qué historias hay para contar en éstos.
SUEÑA EN GRANDE
Ian confirma que hasta el momento, el cortometraje tiene 4 selecciones en diferentes festivales: “El 15 de noviembre competimos en el Festival de Venice California que se lleva a cabo de manera presencial en Los Ángeles, ahí nuestro cortometraje quedó como finalista en la competencia oficial. Después, fue al festival de Feratum, que se lleva a cabo en Pátzcuaro, Michoacán del 19 al 22 de Noviembre, y estamos en la competencia de cortometrajes mexicanos. Del 20 al 30 de Noviembre va a estar en la competencia de la selección oficial en Boca Do Inferno, que se lleva a cabo en Sao Paulo, Brasil. Y por último, también formamos parte de la Muestra Internacional de Cine del Istmo, la cual se estará llevando a cabo de manera virtual y estará disponible del 25 de Noviembre al 12 de Diciembre. Esperamos tener más selecciones en lo que resta del año y en el 2021”.
Ian agrega que “nada nos hace más felices que el que nos den la oportunidad de contar esta historia en distintas partes del mundo”.
Para el lagunero, el siguiente proyecto en puerta es el de El Gallo, que filmaron el año pasado en co-producción con Terregal Films. Es la historia de un niño que busca cumplir su sueño de convertirse en mariachi, es un cortometraje que le rinde homenaje al clásico cine de oro mexicano y ya está listo, por lo que esperan poder llevarlo a festivales de manera internacional el próximo año y poder estrenarlo en forma aquí en La Laguna.
“En cuanto a un proyecto más grande, ya terminé de escribir lo que me gustaría que fuera mi opera prima, en la cual Terregal Films va a estar a cargo de la producción”, comparte.
El cineasta sueña en grande, ya que su meta es ganar un Oscar, ese es su anhelo desde que tenía 13 años de edad y asegura que todo lo que hace es para alcanzar ese ideal.
Finalmente, Ian asegura que le gustaría poder hacer cine toda la vida, no por el hecho de ganar premios o algún reconocimiento, “la verdad es que busco eso solo porque el medio te voltea a ver cuando tu trabajo es reconocido, pero el arte no se trata del reconocimiento, sino de hacerlo por el amor a expresarte. Si tienes algo que decir, dilo a través del medio que creas correcto. Quiero que mis historias sean escuchadas y si les mueve en algo al ver las imágenes que creamos, con eso estoy más que satisfecho. Quiero crear y crear, no me veo haciendo otra cosa y, sinceramente, si me lo quitaran sería infeliz toda mi vida”, concluye.