Brenda Leal y su huerto en casa

SOCIEDAD TAMAULIPAS

El confinamiento por la pandemia de covid-19 ha motivado a realizar diversas prácticas que se realizan desde el hogar.Una de ellas es el crear un huerto y para ello, platicamos con Brenda, quien nos compartió su experiencia al realizar esta actividad

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Brenda Leal y su huerto en casa/Foto: José Chang

El tener un huerto tiene muchas ventajas, algunas de ellas es que se logra producir alimentos de calidad frescos sin pesticidas, recién cosechados y completamente sanos. Logramos tener contacto con la naturaleza, conectarnos con ella y también compartir en familia en tareas como involucrándola a mover la tierra, regándola, cuidando su crecimiento y recogiendo los frutos.

Ella comenzó este proyecto durante la pandemia y le ha dado mucha felicidad e ilusión en estos tiempos. Y ver los frutos es algo que cada vez le ha dado la iniciativa de seguir estudiando sobre cómo cuidar su huerto.

“Mi huerto se llama La Inmaculada, es en honor a la Virgen, soy muy devota entonces decidí nombrarlo así por ella. Ofrezco mi rosario, oro aquí y cuando estoy trabajando en él. El Día de la Inmaculada Concepción es el ocho de diciembre el día que nació mi hijo para mí es muy significativo el haberlo nombrado así”.


Su inquietud por poner un huerto comenzó por su pasión de cocinar.

“Siempre quise poner un huerto porque me gusta mucho la cocina y en algunas ocasiones cuando quería cocinar no tenía ciertas hierbas o vegetales que necesitaba usar, pero siempre con otras actividades lo posponía. Cuando inició la pandemia y no era fácil salir conseguir un contacto con un distribuidor de frutas y verduras, fue ahí cuando comenzó mi inquietud por investigar sobre los huertos y por ahí de mayo comencé mi proyecto”.

Pahola Cruz, de Huertos Urbanos de Tampico, fue quien la apoyo a incursionar en este proyecto.

“Comenzamos con un análisis específico de los gustos de mi familia. Pensamos en vegetales como la zanahoria, pepino tomate cherry, tomate, chile habanero, chile piquín, betabel, tres variedades de lechuga, rábanos, apio, col de Bruselas y algunas hierbas como eneldo, árnica, té verde, té negro, té de limón, tomillo, stevia, romero. Todos son de uso frecuente y tenemos el gusto por todos estos”.


Ella se animó hacer este proyecto justo en pandemia, debido a los momentos tan difíciles como estos en los que hacer cosas positivas la animaron y la motivaron a ilusionarse con este proyecto. Aunque, no todos los frutos se han logrado, ella sigue intentando y aprendiendo cada día más para lograrlo.

Antes de concluir, Brenda nos comentó que los que más disfruta de este proceso es que lo ha compartido con las personas más importantes para ella.

“La experiencia de pasar tiempo en familia. Compartir momentos con mi sobrina Carmen y mí nieta Brenda Sofía al ver sus emociones al descubrir los frutos que nacen de mis plantas y enseñarles el gusto por cuidar un huerto me llena de satisfacción. Compartirlo con quienes me acompañan ha sido mi mejor experiencia”.​


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