Perseguir tus sueños es algo que va más allá de tus límites, el amor por el teatro es el amor por la vida misma, es un acto de fe, de entrega y de valentía; la pasión por seguirlos es el motor que nos recuerda que siempre hay un escenario que espera ser conquistado, una historia por contar y una luz que nunca se apaga.
El amor al teatro y la valentía de perseguir los sueños, fue lo que hizo que Frida Mancilla viajara de Puebla a Nueva York para convertirse en una de las poblanas que se está abriendo camino en el extranjero: “Antes de venir decía, ‘Ciudad de México es la ciudad de los milagros’, porque siempre me pasaban cosas increíbles cada que iba de visita y Nueva York es la ciudad donde los sueños se hacen realidad”, mencionó.
Su amor por el teatro nació cuando tenía catorce años, sus papás la inscribieron en la Academia Cultural y Artística de Puebla, en donde cursaba diferentes disciplinas, en el segundo semestre debía escoger una de ellas y fue así como eligió.
“Debía elegir entre teatro y música, opté por música, aunque no toco instrumentos, pero luego decidí irme por teatro, ya que soy mi propia herramienta de trabajo y ambas disciplinas me gustan”, expresó.
Su interés por estudiar artes escénicas siguió y fue así como decidió estudiar una carrera universitaria que estuviera enfocada en el teatro musical.
“Al principio, cuando iba en tercero de prepa, pensaba en entrar a la BUAP pero había escuchado que no tenían teatro musical, entonces fui a visitar la UDLAP, pregunté sobre el programa y ellos sí tenían teatro musical como un taller y dije, ‘Creo que quiero estudiar aquí’”, destacó.
Frida disfrutó hacer teatro y musicales desde los catorce hasta los dieciséis años y esos fueron dos de los motivos más grandes para llegar hasta Nueva York y querer estudiar en The American Musical and Dramatic Academy.
“En mi prepa, solían hacer musicales con playback, pero las actuaciones y bailes eran reales, cuando tenía 16 años, asistí a un evento de Conoce a los Graduados, donde un exalumno que había sido protagonista en Jesucristo Superestrella, contó que había estudiado actuación en Los Ángeles, porque la una escuela lo vio en un show y le ofreció una beca, lo que reforzó mi interés por el teatro”, recordó.
Fue en ese momento donde algo dentro de Frida la hizo darse cuenta de que su destino estaba en La Gran Manzana: “Ese día, al llegar a casa, algo en mi interior sabía que eso era lo que quería, metí mis datos en la página de la escuela, convencida de que me graduaría en 2020 y que, para entonces, me iría a Nueva York”, añadió.
Después de una ardua búsqueda de escuelas de teatro musical al terminar la universidad, ella sabía que la American Musical and Dramatic Academy era el lugar al que pertenecía: “Investigué varias escuelas de teatro musical en Nueva York, pero ninguna me convenció tanto como AMDA, mi intuición y mi corazón me decían que ahí era mi lugar”, recordó.
El estar en el escenario, es sentir todo, es más que ocupar un espacio bajo las luces, es una conexión viva entre el artista y su público: “Como en Billy Elliot, cuando le preguntan qué siente al bailar, para mí estar en el escenario es como una corriente de electricidad, es una sensación llena de emoción y energía”, añadió.
Después de varios años practicando teatro en varios lugares, para ella el estar en un escenario se volvió como estar caminando por la vida: “Estar en un escenario es una experiencia única, llena de energía recorriendo tu cuerpo, es una mezcla de nervios y emoción que no se vive todos los días, pero que siempre resulta especial y emocionante”, puntualizó.
Como todos, Frida también tiene musicales favoritos y entre ellos resaltó & Juliet, una nueva obra musical de Broadway, en donde mezcla lo contemporáneo con lo que hubiera pasado si Julieta y Romeo hubieran tenido otra oportunidad.
“Este musical reinventa Romeo y Julieta desde una perspectiva humorística y crítica, plantea qué pasaría si Julieta no se hubiera quitado la vida tras la muerte de Romeo, desarrollando una historia empoderada, feminista e inclusiva”, añadió
Al notar todo lo que había vivido dentro de sus años en el teatro musical, Frida decide lanzarse y experimentar su propio performance titulado A Corky Show.
“En AMDA, performar era parte del día a día, siempre lo hacíamos de forma individual, cantabas tu canción, contabas tu historia y compartías tu momento en el escenario”, explicó.
Fue así como se dio cuenta de que había algo especial en ella y su personalidad, así que decidió lanzar su show: “Un día decidí crear A Corky Show porque refleja mucho quién soy. Me inspiró un post que decía ‘Hay personas con menos talento que tú que se están atreviendo, ¿por qué tú no?’“, añadió.
Su performance resultó un éxito que estará marcado para toda su vida: “En mi caso, decidí ser genuinamente yo misma, no traté de impresionar a nadie con un personaje, simplemente existí y tanto yo, como el público, lo disfrutamos mucho”, recordó.
Una buena presentación merece un lugar digno para llevarse a cabo, fue por eso que Frida decidió realizarlo en The Green Room 42 en Nueva York: “Abrí una pequeña compañía productora, Muy Muy Productions, con dos amigas mexicanas, en julio realizamos un cabaret en Nueva York”, añadió.
Después de realizar A Corky Show y tener una casa productora con dos amigas, Frida sigue cumpliendo sus sueños y próximamente tendrá un proyecto con amigos latinos: “Es una obra corta, dura media hora y trata sobre gente latina en Nueva York, de diferentes nacionalidades y en diferentes situaciones”, explicó.
Frida perseveró por sus sueños y ahora está viendo los resultados de cada uno de ellos: “Vale la pena intentarlo, no se rindan, los sueños se hacen realidad si persistes por ellos, aunque sea dando pequeños pasos cada día, se logra”, expresó.
Finalmente añadió que todos pueden cumplir sus sueños si en verdad lo deseas y que nada es imposible si no tienes algo que te haga sentir más vivo y más feliz.