Eduardo Iduñate Gutiérrez es el nombre real de este actor originario de Torreón, Coahuila y se hace llamar Eduardo Roman en el medio artístico. Es hijo del notario público Eduardo Iduñate y de Frida Alicia Gutiérrez, y hermano de Alfonso, Alejandro y Frida. Vive en San Francisco desde 1999 y en Los Ángeles desde el 2001. Su familia la integran su esposa Erika y sus hijos Eric y Elise.
GRAN PASIÓN
Relata que desde niño siempre le encantaron las películas: "ver cine es una de mis pasiones, lo que siempre me gustó fue la actuación y empecé a hacer teatro en Torreón, un par de obras de Luis G. Basurto, una llamada Arsénico, dirigida por Rodolfo Haro y la otra Miércoles de Ceniza con Consuelo González. Esto fue antes de partir a la Ciudad de México, para prepararme más como actor".
En Ciudad de México entrenó con actores como Patricia Reyes Spíndola, Luisa Huerta, Salvador Sánchez; directores como Jorge Fons, Arturo Ripstein y Felipe Cazals. Luego señala que empezó a hacer comerciales y participaciones en telenovelas de Televisa, como Mi Pequeña Traviesa y Amor Gitano, ambas producciones de Pedro Damián.
"Él (Pedro Damián) me dio las primeras oportunidades en novela. Realmente nunca tuve la intención, pero ese un trabajo que me podía dar de comer, entonces hice algunas, aunque no era mi objetivo. Luego continué haciendo comerciales", indica.
Posteriormente, Eduardo tuvo la oportunidad de hacer papeles pequeños en películas como La Máscara del Zorro, así como en una serie estadounidense llamada Acapulco Heat.
OTROS ESCENARIOS
En 1999, Eduardo y su familia se mudaron a San Francisco, donde continuó su preparación con clases de actuación en el American Conservatory Theather.
"En San Francisco conseguí mi primer agente y empecé a hacer comerciales, encontré la locución, pues me di cuenta de que podía hacer comerciales en español, para ser la voz anunciante de marcas en Estados Unidos", señala.
Luego, el lagunero se mudó a Los Ángeles, donde asegura que se le abrió más el campo laboral, ya que es la meca de toda la industria.
"Me seguí desarrollando como actor, siempre preparándome. Nunca hay que dejar de prepararse en esto, para mantener el músculo, como los atletas. También seguí preparándome en locución, lo que le llaman voice over y he sido la voz de marcas importantes como McDonalds, Toyota, Pizza Hot, Round Table Pizza, T-mobile, Boost mobile y soy la voz de Sketchers en español".
Como actor ha tenido varias pequeñas participaciones en diferentes series y programas como Jane The Virgin.
"En Jane The Virgin salgo en una escena con el elenco principal, fue un episodio en el que hice el papel del director de escena que está trabajando con Jaime Camil, que es actor en la serie".
Además, Eduardo ha hecho un poco de doblaje, su trabajo más reciente fue Bojack Horseman, donde hace el papel de un perrito, el Sr.Peanutbutter, es una serie animada de Netflix y es un personaje que sale en todas las temporadas.
"Sueño con seguir trabajando siempre, hasta que me muera. Lo padre de ser actor es que no importa la edad que tengas, siempre se necesita alguien para interpretar diferentes personajes. Claro que sueño con los reconocimientos, obviamente, como el Oscar, pero sobre todo, con hacer cine", revela.
Eduardo Román se muestra muy emocionado, ya que acaba de grabar un piloto para Disney, una serie de niños sobre Blue Demon llamada Ultra Violet y Blue Demon.
"Se trata de una niñita adolescente que hereda una máscara que le da súper poderes. Esperemos que se apruebe".
El segundo piloto en el que ha estado trabajando es en la película Coast, que ya está en posproducción, solo que por la pandemia el estudio está esperando para poder lanzarla primero en el cine.
El actor comenta que "es una cinta americana, independiente, grande y es el primer papel que tengo en cine de mucha relevancia, y salgo en toda la película. La produce Bruce Dern y actúa Melissa Lyo. Es un filme muy bonito de una adolescente que está buscando su lugar en la vida. Esto es lo más reciente que he hecho y ambos son proyectos muy importantes para mí".
VIVIR PARA ACTUAR
Para Roman su meta profesional es seguir viviendo de la actuación "eso para mí ya es éxito, los premios y reconocimientos ya son extras. El poder seguir viviendo de esto es ganancia para mí, mantener a mi familia y vivir una vida cómoda de esta carrera", recalca.
Asegura que a 10 años se ve con mejores oportunidades de trabajo en series y películas, y compartiendo más esa expresión como artista.
Uno de sus grandes logros ha sido recibir el Visionary Award en 2015, un premio que otorgan a quienes apoyan los cortometrajes, el cual también ha sido conferido a Guillermo del Toro y al creador de Toy Story, entre otras personalidades.
En cuanto al cine hecho en México, Eduardo Román opina que "se hacen películas muy buenas, muy interesantes, algunas malas. Me gustaría que hubiera más variedad; me parece que siguen utilizando a los mismos actores, gente de telenovelas. Creo que México tiene muy buenas posibilidades de hacer cine, solo que se enfoca mucho en el aspecto comercial. Se le olvida que el cine es el séptimo arte y de repente termina haciendo cosas comerciales que no necesariamente tienen buena calidad", concluye.