Hace algunos años el escultor cinético Theo Jansen presentó sus strandbeest o también llamadas bestias de playa creadas a partir de tubos de plástico, botellas recicladas, bridas o madera, y que tienen el aspecto de animales prehistóricos.
Lo singular de estas obras es que fueron construidos para cobrar vida pues se diseñaron con inteligencia cinética que hacen que se muevan por las playas de La Haya, la ciudad holandesa en la que vive el artista y donde se pusieron a prueba.
Es el viento el motor de este arte en movimiento, principalmente representado en el campo de la escultura y que puede estar basado en las ilusiones ópticas y en la vibración retiniana.
Las principales características del arte cinético son que se basa en la búsqueda de movimiento, pero en la mayoría de las obras el movimiento es real, no virtual, así como que para realizar la obra se plantea y sigue una estructura rigurosamente planificada.
Gran parte de ellas son tridimensionales, despegándose del plano bidimensional, y los recursos para crear el movimiento son casi infinitos pudiendo mencionar el viento, el agua, la luz o el electromagnetismo.
Si clasificamos los distintos tipos de obras que se pueden llegar a crear, tenemos los estables que se caracterizan por tener elementos fijos y dispuestos de tal manera que el espectador deba rodearlos para percibir el movimiento.
También están los móviles que producen un movimiento real debido a diferentes causas, cambiando su estructura constantemente y los penetrables que, por lo general, son ensamblaje en un espacio real que requiere que el espectador entre en ella para poder percibirla a medida que la recorre.
Entre los artistas más notables que siguieron esta corriente surgida en París a mediados del siglo XX están Víctor Vasarely quien implementó la contraposición de dos sistemas de perspectiva y de zonas de color con igual valor tonal.
El venezolano Jesús Rafael Soto quien concebía el espacio como parte de la materia de su obra y entendía que el ser humano no estaba frente al espacio sino que era parte de este.
Carlos Cruz-Diez también originario de Venezuela y que fue conocido por usar listones estrechos de color, dispuestos en ángulo recto con respecto a la superficie de la obra.
De Suiza Jean Tinguely y uno de los más importantes exponentes del cinetismo ampliamente identificado por sus llamadas esculturas máquina.
El pintor, escultor y artista gráfico Eusebio Sempere se dio a conocer en 1955 gracias a la exhibición de la serie Relieves luminosos, en la que integró la luz eléctrica como un factor de movimiento dentro de la obra.