Uno de los íconos más representativos de la cultura mexicana es La Catrina, una figura femenina en esqueleto que usa un gran sombrero de estilo francés.
Su primera aparición fue en el año 1912 gracias al ilustrador José Guadalupe Posada quien la creó como una forma de crítica al clasismo de la sociedad.
El significado que le dio fue el hecho de que la muerte nos iguala a todos seamos ricos o pobres, por ello en un inicio le dio el nombre de La Calavera Garbancera, un nombre proveniente de los vendedores de garbanzo, un grupo de comerciantes que pretendía tener el estilo de vida de los europeos.
Esto sirvió de inspiración para el pintor Diego Rivera quien le añadió cuerpo a la representación para su obra de 1947 titulada Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central.
A los hombres de clase social alta que se vestían de forma elegante y querían llamar la atención para presumir de su buena posición social se les llamaba catrines, así que el autor nombró a su mujer esqueleto catrina.
El personaje ha cruzado fronteras y servido de musa para otros artistas como Sylvia Ji de raíces surcoreanas pero nacida en San Francisco, y quien cuenta con un acervo muy influido por el culto a la muerte tan característico de México.
En la actualidad sigue muy presente entre las nuevas generaciones que buscan recrear la imagen para fiestas temáticas de Halloween o para las celebraciones típicas por el Día de Muertos cuando se recuerda a los difuntos.
Las opciones son muy amplias desde el tipo de maquillaje que usarás, el elegante vestido y accesorios con los que los combinarás, sin olvidar el sombrero.