Jorge Antonio Espinosa Fematt estudió Medicina en la Facultad de Medicina de la UA de C en Torreón, para después realizar una maestría y doctorado en Medicina Molecular en la Universidad de Oxford, en el Instituto Weatherall de Medicina Molecular y en el Hospital John Radcliffe de esta Universidad. Tiene una hermosa familia junto a su esposa Cecilia y sus dos hijos, Paula y Santiago.
FUERTE VOCACIÓN
Desde pequeño se inspiró en su padre Francisco Espinosa, quien es médico anestesiólogo. Afirma que siempre le interesó entender el funcionamiento del cuerpo y el origen de las enfermedades.
Jorge comparte que mientras estudiaba la carrera, participó en dos veranos de investigación en el Instituto Anthony Nolan, en Londres, donde se enamoró de la Biología Molecular. Durante uno de esos veranos fue a conocer Oxford y el presenciar tanta historia, logros y descubrimientos científicos que se alcanzaron en ese lugar le ayudó a decidirse y a prepararse en esa universidad en la rama de la Medicina Molecular. Cuatro años después empezó su doctorado ahí mismo.
El lagunero es además profesor/investigador de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UJED, en Gómez Palacio, en donde ha publicado múltiples artículos científicos, principalmente analizando la relación entre las características genéticas de los individuos y las enfermedades, como cáncer de mama, obesidad, toxicidad por arsénico, eficacia de la quimioterapia, severidad de la artritis reumatoide, entre otros. Es también titular de la cátedra de Biología Molecular y el responsable del Laboratorio de Diagnóstico Molecular del Hospital Ángeles en Torreón.
GRAN LABORRelata que hace tres años empezó a tomar auge la necesidad del diagnóstico molecular en el ambiente hospitalario y fue invitado por el Hospital Ángeles, para crear el departamento de Diagnóstico Molecular.
El doctor indica que el diagnóstico molecular consiste en determinar el origen de las enfermedades, mediante el análisis del material genético. Esto incluye todo tipo de enfermedades, como hereditarias, algunas características del cáncer y especialmente las infecciosas.
"En esta rama siempre hemos estado a la vanguardia, por ejemplo durante la pandemia de Influenza AH1N1 en 2009, me tocó diagnosticar el primer caso confirmado en la Comarca Lagunera, y este año, a finales de febrero, nuevamente tuve la oportunidad de detectar el primer caso confirmado de COVID-19", resalta.
Jorge destaca que desde el día en que se detectó el primer caso de COVID-19 han estado en colaboración estrecha con la Jurisdicción Sanitaria y la Secretaría de Salud, para ayudar en la detección de casos nuevos de coronavirus. Siendo el primer hospital certificado por la Secretaría de Salud para realizar la detección del virus. Igualmente, están apoyando al personal médico para hacer detecciones tempranas a los que se encuentran en riesgo de exposición al virus.
"En el Hospital Ángeles estamos haciendo la detección de COVID-19 a los pacientes que lo requieran, estamos tomando todas las medidas de seguridad para que el paciente, el personal y cualquier persona que acuda al hospital no quede expuesta a contagio de ninguna manera. Las tomas se hacen en un área independiente, diseñada específicamente para recibir a paciente con las más estrictas medidas de seguridad y siguiendo las recomendaciones emitidas por la Organización Mundial de la Salud", asegura.
LA PANDEMIA
Para Jorge, como para los demás médicos, "la pandemia es muy complicada, ya que siempre existe el miedo de contagiarse y, principalmente, el de contagiar a nuestras familias".
Para concluir, el especialista señala que pasa gran parte de su día trabajando en el laboratorio y ve poco a sus hijos y a su esposa. A sus padres y hermanos tiene ya casi tres meses sin verlos; su vida social es casi inexistente y tiene los mismos inconvenientes que representa el aislamiento para toda la población, por lo que pide a la comunidad que mantenga la calma y que siga poniendo en práctica las normas básicas para evitar exponerse a este enemigo invisible, para salir más rápido de esta crisis sanitaria.