“Me gustaría dejar todo el rollo de los antros y discotecas”, revela Nino, operador de Prime y Acapella. Quiere emprender varios viajes. Ha estado pensando en hacer algo que se llama Semester at Sea: un semestre en un crucero, con 600 estudiantes. “Te bajan en 30 ciudades alrededor del mundo y haces proyectos enfocados a las necesidades de cada lugar”, explica.
“Otro de mis proyectos es irme a Sudamérica en moto, recorrer varias ciudades y tratar de encontrar lo bueno de la gente. Me gustaría irme sin dinero, quedarme con familias que vaya conociendo en el camino; quiero conocer, experimentar, trabajar con ellos”, comenta Nino.
Esas experiencias las piensa grabar y publicar en un canal de YouTube o Instagram y así demostrar que la gente sí tiene corazón. Es lo que hará una vez que termine la universidad. “Yo siento que la escuela no es algo que te ayude en su totalidad, te da conocimiento básico, pero en realidad no te hace experimentar”, dice.
Involucrado en los antros, ha conocido muchas personas, pero no ha llegado a admirar a una sola. “Desde mi punto de vista, a todos les importa el dinero. ¿Qué estás trabajando para que tu persona sea plena en su totalidad, para esa paz, tranquilidad, felicidad, iluminación?”, cuestiona.
Tuvo que dejar de tomar nueve meses, para darse cuenta de que estaba mal. Dentro del negocio, empezó a observar el comportamiento humano. “La mayoría de la gente no es feliz. Todas las acciones que toman son por varias necesidades, económicas, sociales. Es una sociedad muy alcohólica”, se abre.
Llegó a sentirse incongruente, entró en depresión. A su edad había ganado buen dinero; no conocía a nadie que hubiera logrado lo que él, pero aún así se sentía vacío. “Estando con tantas personas, de cruzada en cruzada, o con las mismas niñas. ¿Y luego? ¿Eso va a ser así siempre?”, se preguntó. Nino piensa alejarse en breve del negocio para encontrar esa plenitud que está buscando.
INTENSA
No tiene sueños frustrados, el último de ellos lo cumplió: patinar sobre hielo. “Me he caído miles de veces tratando de avanzar. En el hielo te das cuenta que, para generar un balance en tu vida, tienes que trabajar en el equilibrio. Muchas veces la plenitud está en ese equilibrio. El hielo me ha dado un aprendizaje de vida”, dice Estrella.
Está estudiando dos carreras: Derecho y Pedagogía Organizacional. Quiere fusionar ambas disciplinas para crear una fundación, un negocio propio, pero con impacto social. “Siempre he sido vocera de grupos vulnerables. Me encanta empoderar a la mujer, dar voz a aquellas que han sido silenciadas”, revela.
Su vida la rige un propósito, una pasión, una vocación. “El dinero lo veo como un intercambio energético. Si tienes recursos puedes tocar a la gente, puedes hacer más cosas, pero no es el eje central ni la brújula de mi vida”, asegura.
Desde el colegio desarrolló la habilidad de hablar en público. A los 17 años ya escribía en una revista, a los 20 se lanzó a dar su primera conferencia y siguió adelante, llevando temas de interés para debatir. “Son pláticas muy humanas, con un lenguaje para chavos, con ese tinte de liderazgo. Me gusta esa parte de ser ‘Estrella’, de jugar con las palabras, con mucho lenguaje no verbal”, cuenta.
Junto a una amiga pedagoga, Estrella prepara un podcast para Spotify, en el que hablará de biodescodificación, educación financiera, psicología, sexualidad, estrategias de aprendizaje, entre otros temas. “El impacto que vamos a tener es la democratización del acceso. Tú como persona tienes la flexibilidad de escucharlo en el momento que quieras. La idea es formar para trascender. Va más allá de dar información, es elevar el nivel de conciencia de los seres humanos”, dice.
¿Qué han hecho los hermanos durante la cuarentena? Aquí un ejemplo: