Ver el mundo a través de los ojos de su pequeña Alessa es lo más irreal y a la vez increíble para Connie. Para ella, la maternidad es una nueva oportunidad de vivir experiencias, esta vez, desde la perspectiva de su hija. “Suena a frase trillada, pero es como si volvieras a nacer junto con ella y aprendieras otra vez a asombrarte de lo sencillo, de cómo dice una palabra nueva, de cada pequeño logro”, aseguró.
Los últimos dos años han sido una revolución de sentimientos y aprendizaje constante para Connie, sumándose ahora la alegría por su segundo embarazo del cual nos ha compartido los mejores momentos en sus stories, desde cómo se enteró de la noticia y el gran anuncio, hasta la felicidad de descubrir que será niño y llevará por nombre Massimo.
“Quiero que mis hijos aprendan a ser felices y libres, a nunca dejarse llevar por lo que la gente diga, sino ellos obedecer a su corazón”.
Todas esas emociones las vivirá nuevamente a flor de piel con la llegada de Massimo, programada para septiembre. Y aunque sabe que las responsabilidades y el cansancio se duplicarán con el nuevo bebé, se siente segura con el enorme respaldo de su esposo Miguel Tame.
“No creo que exista un balance si tienes a tu lado un esposo y personas de confianza que te ayuden. Ser mamá es full time job y más al principio, por lo que es importante darte tu espacio y no sentir una culpa por ello. Antes que el bebé naciera eras una persona íntegra que hacía millones de cosas; cuando ya eres mamá todo gira alrededor del bebé, y es muy importante no olvidarte de ti misma, darte amor. Eso ayuda a tener una relación sana con tu pareja e hijos, porque te admiran por las cosas que haces por ti”, recomendó.
El infinito amor que siente por Alessa y ahora por Massimo es imposible de describir, pero lo considera un reflejo de todo lo que vivió en su infancia. “Me acuerdo de cómo era mi mamá conmigo, desde cómo me hablaba y apapachaba. Yo sé que soy un poco tosca, pero he descubierto que tengo ese lado maternal demasiado a flor de piel, y sí soy muy, muy cariñosa con mi bebé”, confesó.
Debido al aislamiento, Connie ha podido disfrutar su embarazo al máximo, sin dejar de trabajar desde casa, y lo mejor, muy divertida en familia. “Nosotros le hemos sacado demasiado provecho a la alberca. Estamos dándole clases intensas de natación a Alessa, y aunque no somos profesionales en eso ella lo está gozando mucho. Todo día soleado estamos ahí con ella y eso ha ayudado a que los días pasen más rápido”, dijo.
“Una fusión increíble entre quien eras y la persona en que tu hijo te convirtió”.
Y aunque ser madre cambió para bien su vida, Connie es realista y motiva a las que están por experimentar la maternidad a tomarse esta etapa con calma ante los cambios que representa. “A pesar que es un amor irreal al principio no es lo que vemos en fotos, ser mamá va mucho más allá. Es todo un cambio hormonal, físico y emocional para el que necesitarás tiempo para adaptarte y entender que la persona que eras antes ya no está”, concluyó.