El futbol le ha regalado a Carlos Salcedo los mejores momentos de su vida y es por eso que día a día se esfuerza por regresar un poco de la alegría que le brinda su profesión. Actualmente defiende los colores de Tigres, equipo del cual se ha enamorado por la pasión con la que su afición disfruta cada partido.
Como todo niño que ama este deporte, Carlos soñó con llegar a un Mundial y lo logró en 2018, siendo titular en el partido debut de la Selección Mexicana ante Alemania, en el evento realizado en Rusia. “Es lo máximo que cualquier jugador puede aspirar, sea del equipo que sea; el Mundial es la plataforma máxima en la cual tu como profesional te puedes mostrar, no hay cosa más grande que un Mundial hablando de evento, ni Fórmula 1, ni el Super Bowl se le compara", compartió.
"Esto sucede cada cuatro años y reúne a millones de personas en un solo país, diferentes culturas, diferentes nacionalidades, es algo que en lo personal no cambiaría y volvería a pasar todo lo que he pasado para llegar hasta ahí”.
Pero antes de vivir la gloria mundialista, Carlos forjó su carácter dentro y fuera de las canchas. Después de jugar para Real Salt Lake en la MLS, y para el Guadalajara, en la Liga Mx, recibió el llamado de la Fiorentina de la liga italiana, momento que cambió para siempre su vida. “No quisiera decir sufrimiento, pero se batalla; el llegar a una cultura diferente y ganarte un puesto a base de tu lucha y dedicación es algo que te forja un carácter. También es algo un poco de risa, porque si hubo quienes pensaban que en México la gente sigue transportándose en caballo, fue para mi también la oportunidad de mostrarles a ellos un poco de lo que ofrece nuestro país”, recordó.
De Italia se mudó a Alemania, en la que definitivamente es una de las mejores experiencias de su carrera, convirtiéndose en campeón de liga con el Eintracht Frankfurt. “Fue algo bastante lindo sin duda alguna, nos preparamos bastante bien y se nos da salir campeón ante un gran rival, como el Bayern Munich, el mejor de Europa, son cosas que si te ayudan a forjar ese carácter dentro de tu trabajo y fuera de él”, aseguró.
Y es que conocer otras culturas y adaptarse a ellas cambiaron por completo la forma en que hasta ese momento veía la vida. “De cada lugar tomo lo mejor que me ha tocado vivir para aplicarlo en mi vida acá. Estoy muy agradecido con lo bueno y lo malo que me pasa en mi vida, y cada lección la voy poniendo en mi baúl para que en los momentos de debilidad recuerde que tengo todo lo necesario para salir adelante; si ya pude vencer cientos de obstáculos, podré siempre”, dijo.
Este deporte le ha dejado grandes satisfacciones y triunfos, pero lo que más valora son las amistades que ha establecido en estos ocho años de carrera profesional. “Puedo decir que tengo unas 15 amistades sinceras que son pilar para mí, algunas incluso no comparten mi profesión, pero han sido parte de mi historia en los diferentes lugares que he ido. No tengo ni cómo explicarlo, es algo muy lindo que el futbol te da, amistades sinceras para toda la vida”, aseguró.
Carlos se siente realmente afortunado por desempeñar la profesión de sus sueños, y es por eso mismo que se comprometió a devolver un poco de la alegría que el futbol le regala. Así nació la Fundación Carlos Salcedo, dedicada a apoyar a la niñez, pues su mayor motivación es ser ejemplo para que los pequeños desarrollen sus talentos al máximo. “Un día se me dio ir a ver la escuela en que estuve, ese momento me hizo recordar mi infancia, yo siempre tuve el apoyo de mi familia para lograr mis sueños, pero habrá quienes no", dijo.
"Por eso, si tengo la oportunidad y los contactos para llevar a un niño a explotar sus cualidades al máximo, lo voy a hacer. Me encanta ver a mi país en lo más alto del deporte, de todo”.
SU CENTRO
Carlos Salcedo regresó a México en su mejor momento, tanto personal como profesional, y fue Tigres el equipo que lo cobijó. “La verdad estoy muy contento con todas las personas que hicieron posible mi llegada acá. Se me dio regresar y a los seis meses ser campeón, Tigres es un club el cual siempre voy a tener en mis recuerdos porque fue con el primero que fui campeón de liga. Día a día te encariñas más y más con los colores, con la gente, con cómo se vive el futbol acá”, aseguró.
“Ahora tengo la oportunidad de ir a un Mundial de Clubes y por supuesto que sueño con llegar a la final y enfrentar nuevamente al Bayern, es algo que da mucha ilusión, ahora hay que trabajar para hacerlo realidad”.
Esta felicidad e ilusión la coparte con su familia, especialmente con su esposa Andrea Navarro y su hijo Thiago. “Son mi punto de equilibrio, mi todo. Quiero que me vean como ese hombre que siempre quiere darles lo mejor, la persona que siempre busca ayudar a los demás, y siempre estará ahí para sus padres y familiares. Cuando siento que no puedo más pienso en ellos y recuerdo que todo esfuerzo vale la pena porque están conmigo”, aseguró.
Carlos se siente verdaderamente afortunado con lo que ha vivido hasta hoy dentro y fuera de las canchas. “La verdad es que no se qué he hecho en esta vida para merecer tanto. Tener la profesión que tengo, los clubes en los que he estado tan grandes como Chivas, Fiorentina, Eintracht y ahora Tigres, que siempre llena el estadio. He sido afortunado y estoy consciente de que tengo que regresar un poco de lo mucho que e ha dado la vida y el futbol”, afirmó.
La mejor enseñanza de vida la describe como una rueda de la fortuna, en la que debe de tener presente que estando arriba o abajo, lo importante es ser buena persona. “La base está en ser buena persona tanto en tu trabajo como en casa porque nunca sabes de quién puedas necesitar, es algo lo llevo presente. Ese consejo lo aprendí de Europa, la empatía sobre todo, somos muy dados a criticar y hablar sin vernos a nosotros mismos primero, detrás de cada persona siempre hay una historia, sea buena o mala, y debemos conocerla antes de señalar”, dijo.
A FUTURO
Retirarse de las canchas es algo que inevitablemente llegará con el tiempo, y es por eso que Carlos explora nuevas facetas en su vida, como el modelaje. Ya fue portada para Harper’s Bazaar Men, experiencia que con gusto repetiría.
“La verdad disfrute mucho el hacer algo nuevo, siempre me gusta aprender cosas nuevas, lo dejo como un muy buen recuerdo, si me gustaría hacer algo así después de mi carrera en el futbol. Estoy en la mitad de mi carrera y ya me entró esa curiosidad de qué quiero hacer y cómo la quiero pasar en un futuro”, concluyó.
CARLOS EN UNA PALABRA