El mundo entero festeja su cumpleaños y así ha sido por cuatro décadas. Carlos Alberto Cardoso Vargas nació el 1 de enero de 1981, en Pachuca, Hidalgo. Pero apenas hace 6 años y medio despertó en él una inquietud que hasta ahora no ha podido frenar: emprender.
“Fue por la necesidad de tener un ingreso extra, no para dejar mi trabajo”, cuenta. “La palabra emprendimiento está muy de moda. Antes no era tan común, pero ahora por el COVID-19, la gente se ha visto en la necesidad de emprender”.
Carlos sabía que, con sus habilidades para vender, podría lograr grandes cosas. “El limitante para no hacerlo era el miedo a hacer las cosas, a no saber cómo hacerlo, al qué dirán. Estar procrastinando fue mi mayor obstáculo”, revela.
Dos años tardó en pasar la curva de aprendizaje que lo llevó a hacer despegar su vida, se convirtió en importador. “Comencé a cambiar mi manera de pensar, mi chip; me junté con personas exitosas, y no me refiero a que tengan dinero, sino a personas que son como nosotros, pero que no ven el problema, ven la solución. Dejé de ver televisión, dejé de ver cosas que no nutren al ser humano”, afirma.
Al día de hoy, cuando alguien le pregunta: “¿Cómo te va?” Carlos responde: “En mis cursitos... me va bien”, porque esa era la palabra que la gente usaba para referirse a su emprendimiento: “cursitos”, de forma despectiva y hasta burlona. Pero Cardoso tardó 13 meses en estructurar esos cursitos, en perfeccionarlos.
Doce meses más tardó en implementarlos. “Ni siquiera has arrancado”, “déjalo”, “no le estás ganando nada”, le decían compañeros de trabajo, amigos y familiares, pero él sabía a dónde iba. “Las palabras que más te llegan son las de la gente que aprecias. Ellos son los primeros que te van a frenar o te van a poner el pie; no tanto porque te quieran herir, sino porque no te quieren ver caer simplemente”, confiesa.
“Si te pega. Puede haber personas que abandonen su proyecto por eso, por personas que no creyeron”, agrega. “Hoy te puedo decir que vivo muy bien con mi emprendimiento, con mis ‘cursitos chafas’, como dice la gente, pero hay que saber hacerlo”.
Cardoso ha invertido hasta hoy más de 150 mil pesos en talleres y cursos relacionados con su emprendimiento, con la intención de llevarlo lo más alto posible. “Hay que aventarse del avión, sin paracaídas, y en el camino vas resolviendo cómo vas a aterrizar”, aconseja.
A él le gusta escuchar audios de superación personal. Además, toma cursos de funnels, códigos solares, activación de glándula pineal y mentalidad. “Me di cuenta que iba a funcionar desde que lo pensé, porque si no no lo hago”, aclara. “Casado, con hijas, pagando mi casa y mi carro, no me iba a aventar un proyecto a ver si funcionaba”.
Su mejor momento lo alcanzó en marzo de 2020, justo cuando la pandemia de COVID-19 daba cuenta de sus dimensiones. “Te voy a decir algo que normalmente no digo: Para mí, mi mejor año fue en la pandemia, en todos los aspectos. A pesar de que no hay dinero, la gente quiere salir adelante y lo que yo hago es ayudar a la gente. No los veo como un número más que me va a dar equis cantidad de dinero, les voy a enseñar lo que hago”.
A Carlos le dio COVID-19, también a su papá. Afortunadamente ambos lo superaron. “Es una realidad que se están perdiendo empleos, que están quebrando negocios, pero hay gente que se apalanca de eso para decir: me está yendo mal por eso. Se justifican. Si yo me hubiera quedado en mis cursos presenciales, hoy estaría sufriendo, porque me quedé desempleado hace tres meses”, comenta, y cita las palabras del coach Manuel Alonso: “Esa es tu realidad, la mía es diferente”.
BENEFICIOS DE SER TU PROPIO JEFE:
1. Tú eliges tus horarios.
2. Tú te pones tu sueldo.
3. Tú te organizas.
EL DATO:
Los negocios de Carlos Cardoso despegaron en línea gracias a la asesoría de su mentor Kevin Trejo, experto en funnels. Desde que comenzó a seguir con consejo obtuvo mejores resultados.
SUS MARCAS:
IMCO Importa de China Online. Es una empresa que dota de herramientas y conocimiento a las personas que quieren importar productos desde China.
NOOX. Empresa 100 por ciento mexicana, fabricante de carteras de piel. Con diseños inspirados en tejidos mayas, Noox busca emular el modelo de negocio de Hawkers.
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