En la plática que tuvimos con Bárbara recordó que desde que muy chica amaba hacer todo lo que estuviera relacionado a las artes, todo este talento heredado de parte de su familia. “Desde niña disfrutaba dibujar, pintar, ir a museos, exposiciones y a cualquier tipo de manifestación artística, desde entonces me ha gustado plasmar lo que veo y siento, soy muy observadora y manual, creativa, amo la belleza, leer, escribir, jugar bridge, cocinar, hacer arreglos florales, escuchar música, practicar hiking, yoga y sin olvidarme del servicio social”, expresó.
En relación al arte, estudió con Baby Arce, posteriormente con Alejandra Flores y recientemente cursó Historia del Arte con Rocío Castelo. “Mi pasión por estudiar arte la viví en la casa de mis padres, mi mami pintaba, declamaba y siempre buscaba lo bello en todo, así como ahora mis dos hijas, Bárbara dibuja, pinta y toca el piano, Romelia ha modelado y practica el arte culinario, y mi esposo fabrica muebles tipo industrial, el arte está presente en toda la familia”, destacó.
“Me gusta pintar porque es una forma de expresar lo que tengo en mi interior y el proceso creativo me ilusiona, me alegra y me llena de satisfacción”.
Señaló que el proceso creativo que aplica al pintar lo encuentra al pensar que de alguna manera lo que va a transmitir está vivo, lo imagina y así lo plasma, siempre inspirada en lo que ama, en la naturaleza, la luz, los colores, en buscar la armonía en todo y encontrar el momento justo. “El balance en mi vida al pintar, atender a la familia, el trabajo y el altruismo en Cruz Roja lo logro con cariño y con ganas de que funcione, pienso que el tener claro qué es lo más importante y no salirte de ese enfoque, ayuda mucho. En lo personal, es Dios y mi familia, y tratando de organizarme para ser generosa, compasiva, escuchar, abrazar y trascender a través de los demás”, aseguró.
Agregó que le gusta plasmar en su trabajo temas positivos, llenos de pasión, color y vida en cada una de sus obras, en las cuales sobresale de alguna manera la influencia de varios artistas que admira, como lo son Van Gogh y sus colores, Ordóñez y Ceniceros con sus montañas. “Entre los artistas que admiro destaca Vincent Van Gogh debido a que siento que su arte vibra, tiene vida, se mueve y sus colores son bellísimos, además, me conmueve su difícil vida y su trágico final”, indicó, que de alguna manera él está presente en su trabajo.
Mencionó que las revelaciones y habilidades que ha descubierto en sus obras se deben a que puede capturar momentos importantes, al ser el arte subjetivo, además que todo lo artístico la llena de satisfacción al poder inspirarse en la belleza que hay a su alrededor, poner parte de su corazón en cada obra y poderlo compartir con los demás, eso le resulta mágico. “Mis planes próximos son el poder disfrutar el proceso y no limitarme, gozar cada instante, admirar la belleza en generale intentar nuevas formas de expresarme a través de diversos materiales bajo técnicas de acrílico y mixta hechas en formatos grandes”, concluyó.