Atlalli Montiel: Método para ser feliz

SOCIEDAD HIDALGO

Para muchos, la mercadotecnia es sinónimo de ventas, dinero, lucro; para ella, es una forma de visibilizar las causas sociales que ocupan su mente la mayor parte del tiempo.

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Atlalli Montiel. Fotos: Carlos Dayan Aparicio.

Quienes la conocen, la describen como una persona súper alegre. Es una mujer leal, amigable, muy linda; pero también tiene un carácter fuerte, que le ayuda a lograr sus objetivos. Es muy decidida y siempre está al pie del cañón.

Desde que terminó la carrera de Marketing ha estado ligada al voluntariado, primero en Pachuca y después en Colombia, país sudamericano en donde residió cinco meses. “Mi carrera la he tratado de aplicar, pero le he dado otro enfoque. Prácticamente, lo que a mí me gusta es el área social”, dice.

“Muchos tienen la idea de que la mercadotecnia se relaciona con vender, con estrategias de venta o con algún producto o servicio, pero tiene una profundidad mucho mayor. Muchos proyectos no tienen la visibilidad que deberían y la mercadotecnia social busca el apoyo de la sociedad para una fundación o asociación”, explica.

Eso es lo suyo, crear conciencia para que lleguen los beneficios a quienes lo necesitan. “Se busca que la gente realmente se interese, que conozca lo que hacen las organizaciones, que se genere un acercamiento. Hay muchas estrategias con las que se puede dar a conocer un proyecto, es algo muy bonito”, agrega.

Atlalli sueña con crear una organización que ayude a los animales desprotegidos. Así podrá combinar su carrera con su pasión. “Yo amo los perros, en general los animales, pero los perros para mí son como: ¡Wow! Mi sueño más grande es ayudarlos, espero algún día poder lograrlo”.

Esta combinación de vocaciones es evidente en sus redes sociales, plataformas a las que invierte gran parte de su tiempo. Cuando no comparte contenido relacionado con adopciones, publica algún perro perdido o se suma a alguna campaña para obtener recursos para algún albergue.

“Me gusta mucho, en mi día a día, apoyar de manera independiente y desde mi alcance. Me vas a ver en muchos grupos de adopción o buscando apoyo para algún perro atropellado”, revela.

Quiere tanto a los perros… pero es alérgica. Eso no le ha impedido adoptar dos mestizas. “Muchas personas regresan a sus perritos o les buscan casa porque dicen: Mi hija es alérgica; pero eso no es impedimento para deshacerte de los seres que quieres. Hay vacunas para hacerte autoinmune. En mi caso, con el paso del tiempo, me he acostumbrado a convivir con ellas”.

Ella ve en el abandono animal un problema social muy grande, en el que puede aportar. “Cuando un dueño quiere deshacerse de su perro, lo primero que piensa es en llevarlo a un refugio y, muchas veces, los refugios locales funcionan con recursos propios y no tienen apoyo”, lamenta.

“La empatía siempre hace la diferencia”, asegura. “Teniendo una actitud positiva podemos sacarle siempre el lado bueno a las cosas”. A pesar de las adversidades, Atlalli tiene el gusto por la vida, esa es su estrategia, su método para ser feliz.

"Trato de hacer de cada día una página en blanco y lo vivo lo mejor que se pueda”.

MÁS DE ELLA

1. Nació en la Ciudad de México, pero vive en Pachuca desde los 3 años.

2. Le encanta conocer lugares nuevos, sobre todo cuando son naturales.

3. Disfruta mucho de estar en compañía de su familia y seres queridos.


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  • Elliott Ruiz