Su primer acercamiento fue con el tenis; Arturo recuerda que su papá y sus tíos siempre hicieron deportes de raqueta y desde entonces, le llamó la atención ¡Conoce más sobre su pasión por el pádel!
¿Cómo crees que impacta en la infancia el poder practicar un deporte?
Creo que la actividad física representa mucho más de lo que la gente piensa; a un niño le puede enseñar valores, a ser responsable, disciplinado, a luchar por sus objetivos y a tolerar la frustración, entre otras cosas.
Por otro lado, te mantiene alejado de cosas negativas y evidentemente te genera un buen estado físico y de salud.
¿Desde pequeño pensabas que lo ibas a practicar profesionalmente?
Sí, por supuesto, creo que cualquier niño sueña con llegar a ser profesional en lo que sea que haga. Es el objetivo que te planteas, sin embargo, el camino es difícil de seguir.
¿Te costó trabajo adquirir disciplina?
Al principio no, de niño la adquirí muy rápido, probablemente fue más difícil mantenerla. Ver que todos tus amigos se divierten mientras tú te la pasas entrenando o en torneos, pero con el tiempo me di cuenta que disfruto mucho tener esa disciplina misma que me llevó a España a profesionalizarme.
¿Cómo fue tu estancia en España?
Fue de mucho aprendizaje, el estar solo, aprender a valerte por ti mismo y darte cuenta de que allá eres uno más ya que el porcentaje de personas que tienen esa cultura y esa disciplina deportiva es mucho más alto. Todos entrenan, todos luchan, todos se cuidan y tienes que dar más si quieres sobresalir y llegar a competencias.
¿Cómo fue tu primera competencia?
Fue de paso rápido, pero alentadora, me ayudó a ver dónde estaba parado y a darme cuenta que me tenía que poner las pilas para dar resultados. Eso me permitió, en la actualidad, participar mínimo en 10 competencias al año.
“Ever tried, ever failed, no matter, try again, fail again, fail better”.
Arturo en Números:
#1 en Hidalgo 2022
#12 Nacional 2022
+10 Torneos al año
+50 Premios
+240 Minutos de entrenamiento al día
+500 Torneos disputados
Pádel, un estilo de vida
¿Aún practicas tenis?
No, estoy 100 por ciento dedicado al pádel.
¿Cuál es la principal diferencia entre este y el pádel?
La principal diferencia son las dimensiones de la cancha, la de pádel es más chica y tiene cristales alrededor.
¿Con esta otra disciplina cómo iniciaste?
Cuando entré a la universidad tenía una lesión en el hombro que no me dejaba jugar como me hubiera gustado y el pádel me abrió las puertas, hasta que formé parte del representativo de la misma.
¿Cómo fue tu proceso para formar parte del equipo de la Universidad Anáhuac?
Estuve haciendo pruebas con los jugadores que ya eran parte del equipo representativo y después de un par de semanas, el coach me escogió para también sumarme.
¿Cuál es la más grata experiencia que te han dejado estas disciplinas?
No podría hablar de una sola experiencia, estos deportes me han dado amigos, valores, me han hecho viajar por el mundo, aprender, me han hecho sufrir también.
En general podría decir que el deporte me ha dado una gran manera de vivir y ahora, también es uno de mis emprendimientos formando OIé Pádel Club.
Sobre su academia
La empecé hace poco y por casualidad, la pandemia me brindó la oportunidad. Yo trabajaba en un despacho de abogados y el home office me dio tiempo de hacer otras cosas; algunas personas conocidas me empezaron a pedir clases, inicié con un alumno y poco a poco empecé a crecer hasta que tuve que dejar el despacho y dedicarle el cien por ciento de mi tiempo al pádel.
Las cosas se fueron dando, abrí Olé Pádel Club y actualmente cuento con más de 25 alumnos, algunos ya compitiendo a nivel nacional e incluso internacional con un par de niñas en categoría juvenil.
¿Cómo te visualizas en el futuro?
Me visualizo manteniendo este camino, logrando crecer al pádel, haciendo lo que me gusta, transmitiendo que cualquier deporte es un gran elemento para llevar una buena vida, ya sea como diversión, como distracción, como profesional o el enfoque que se le quiera dar, el deporte siempre trae beneficios de su mano.