Es increíble cómo alguien tan pequeñito puede hacerte sentir algo tan grande”. Palabras de una mujer que, al convertirse en mamá, hizo realidad uno de sus sueños más especiales de niña, y quien nunca se imaginó que tener un hijo, sería todo aquello que imaginó y mucho más. Pues la llegada de Gus a su vida y a la de su esposo, José Garmendia, representa toda la magia del mundo concentrada en el pequeño: “Gusito fue un bebé muy deseado y planeado, queríamos ser papás al año de casados y fue justo en ese momento que nos enteramos. La alegría que sentí ese día es indescriptible, me ilusioné más al saber que sería niño, ya que, en mi casa somos puras mujeres y, sin duda, está siendo toda una aventura la experiencia con mi hijo”.
Ana Victoria Cánovas, mejor conocida en la ciudad como Ana Vi, nos comparte en esta edición, dedicada a todas las mamás que nos leen, el aprendizaje que le ha dejado Gus: “Me reta a descubrir diferentes facetas de mi personalidad y me motiva a ser una mejor persona cada día”. Resulta un tanto curioso que desde niña parecía estar preparada para esta etapa que está disfrutando: “Me encantaba jugar con mis hermanas a la familia con nuestros muñecos, carriolas, comidillas y demás. Fue algo que proyecté tanto, que se me está dando tal cual lo imaginé. Así que estoy muy agradecida con la vida porque he tenido la oportunidad de crear a mi familia”.
Y gran parte de este amor tan maternal que Ana Vi muestra es gracias a su mamá, una mujer muy comprometida y dedicada a la familia, quien siempre apoya y está para sus hijas. “Jugó con nosotras, estaba involucrada en todo momento, en el colegio, en hacer manualidades, como porrista, en cada actividad extracurricular en la que participábamos, mis piñatas cumpleañeras fueron inolvidables. No se le escapaba nada.” Además, la influencer tiene buen gusto y amor por la moda gracias a ella, pues siempre viste muy elegante: “desde chica me ponía sus tacones y bolsos. Su gran ejemplo y amor lo reflejo hoy en día en mi rol de mamá”.
Por eso, ser mamá es de los papeles más importantes que alguien pueda tener; educar, enseñar y hacer a una persona de bien es una gran responsabilidad: “Lo primordial es inyectarle seguridad a nuestros hijos desde pequeños, generar un ambiente sano, darles amor, dejarlos que experimenten y que vayan formando su carácter y una personalidad auténtica”. Razón por la que Ana Vi involucra a su esposo en las actividades de Gus, a través del deporte, juegos y manualidades, pues la convivencia familiar es un elemento indispensable en su vida cotidiana.
Por otro lado, Ana Vi destacó dos puntos importantes con respecto a la vida actual. La primera es uno de los mayores mitos que ha escuchado: “Si no eres mamá, no puedes ser una mujer plena. Eso no es cierto, ser mamá es increíble, pero no es el sueño de todas las mujeres, cada quien alcanza la plenitud de manera diferente”. Y el segundo tiene que ver con el cómo se proyecta la maternidad en redes sociales: en el mundo actual, la comunicación se ha facilitado para muchos y, con ella, plataformas en las que compartimos y proyectamos lo que queremos, “es diverso el contenido que vemos en redes sociales, hay quien es muy transparente y congruente, y también hay contenido que se nota forzado y nada creíble. Aconsejo tomar lo bueno, lo que nos funcione y no guiarnos ni frustrarnos por un estereotipo, sino hacer lo que cada una considere que le hace bien como mamá y mujer. Pero sin clavarse con lo que ven”.
Para finalizar, nos reveló qué talento le robaría a su mamá: “ser una superheroína, porque para ella no hay imposibles y los retos que se propone, los cumple”. La verdad, no dudamos que ese superpoder ya lo tenga, pues, además de ser una mujer que ha destacado en su trabajo, también ha sabido equilibrar su vida personal y cuidar de su familia, de quienes quiso compartir lo que más admira: “De mi esposo su paciencia y perseverancia, porque él es mi equilibrio y me ha enseñado a disfrutar la vida, mientras que de Gus su autenticidad y el cómo lo demuestra”, finalizó.